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La Calle

El portón de Monte Hatillo, reflejo del control de los narcos

Un grupo de vecinos de Jardines de Monte Hatillo acudieron a las instalaciones de la Administración de Vivienda Pública para solicitar que reinstalen cuatro paneles de verjas, que fueron removidas por la Policía tras una balacera pues temen que organizaciones rivales aprovechen para irrumpir a mano armada en su comunidad.

El ambiente de rivalidad entre Monte Hatillo y el residencial Jardines deBerwind ha escalado tanto que algunos residentes temen que la remoción del portón, que flanqueaba el punto de venta de drogas, sirvapara atraer a sicarios que pretendan apoderarse del negocio. La Policía ha prometido vigilancia.

La portavoz de la Administración de Vivienda Pública comunicó a este diario que el portón, colocado por los propios dueños del punto, se removió porque estaba en incumplimiento con estándares federales y colocaba en riesgo la vida de la comunidad. La verja atravesaba veinte estacionamientos de residentes y obstruía la entrada de dos apartamentos de personas mayores, con el único objetivo de velar la entrada y salida de personas ajenas al residencial. Hubo quien aplaudió cuando lo removieron, aseguró.

Pero otras personas del residencial abogan por su reinstalación. Temen por su seguridad, según comunicaron a este diario. Viven en estadode paranoia de que en cualquier momento, puedan entrar bandos contrarios a apoderarse de su comunidad a asesinar a los jóvenes que se criaron allí, que ahora operan el punto de droga.

Tras los cambios de mando en los residenciales Berwind y Monte Hatillo, ha habido también cambios de código. 'Los que estaban antes, respetaban al anciano, que podía caminar por el residencial e ir al dispensario; elmuchachitopodía ir a la escuela... Ahora no', aseguró un hombre a este diario.

Lasbalacerasson comunes en esa zona, donde opera uno de los puntos de narcotráfico más poderosos del país. Pero jamás comola que se prolongó la pasada semana por espacio de treinta minutos, a las nueve de la noche, de un lado de la avenida a otro. Lo normal es que se viva una calma tensa, una tranquilidad relativa, capaz de volverse bomba y estallar de momento.

Por eso, la Administración de Vivienda Pública, junto a un puñado de agencias desarrollaron un plan de intervención en la zona para enviar sobre cien trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras a brindar servicios de forma urgente en un centro de apoyo. El plan abarcará los dos residenciales en pugna, además del residencial de Monte Park y Jardines de Campo Rico, que son los cuatro 'en necesidad mayor' del total de 332 en la isla.

También un grupo de residentes y amigos del área inició el movimiento 'Todos queremos la paz', que convoca a una primera actividad el sábado, 12 de septiembre. Consideran que la violencia es imposible de erradicar, pero el pedido es simple: que todo vuelva a la normalidad, a la calma tensa, a la tranquilidad relativa.

En ese ánimo, líderes comunitarios se encerraron en una cancha con los jóvenes que asumieron el control del punto de drogas, quienes se criaron y crecieron ante sus ojos. Los jóvenes pidieron ayuda para que todo vuelva a la normalidad. 'Que si se tienen que matar para defender el negocio, eso es problema de ellos, pero que nos dejen la comunidad completamente tranquila', fue el mensaje que les llevaron.

* Vea también:

Vecinos resienten fin de pacto entre narcotraficantes (galería)

Jardines de Monte Hatillo (Josian Bruno/Archivo NotiCe)
Foto: