DRNA investiga muerte de tinglar encontrada en Isabela
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) investiga la muerte de un tinglar que apareció sin sus extremidades en la playa La Pocita de Teodoro, en Isabela.
El tinglar era una hembra adulta a la que le faltaban sus cuatro aletas y la cabeza. También, presentaba marcas de mordidas de tiburón y de rasguños con piedras.
'Al momento, es difícil descifrar si la muerte de este tinglar fue incidental, si fue producto de un depredador o si hubo mano criminal. La ausencia de las extremidades en los tinglares es usualmente la señal de que una persona la capturó y la mató. Sin embargo, las marcas de mordidas y de golpes con las piedras levantan algunas dudas. El Cuerpo de Vigilantes y los voluntarios del grupo Vida Marina están trabajando en la investigación y descartando hipótesis', manifestó la secretaria del DRNA, Carmen R. Guerrero Pérez.
La muerte de este ejemplar coincide con la temporada de anidación en la que se encuentran los tinglares durante estos meses, no obstante, la playa La Pocita de Teodoro no es considerada propicia para el anidamiento de tinglares por ser rocosa. Tampoco se encontró evidencia de que el tinglar, que fue encontrado varado, haya salido a anidar en ese lugar.
Como parte de la prueba recopilada, se tomaron fotos que serán analizadas por personal de la agencia e invitados durante el taller 'Cómo levantar evidencia', que ofrecerá un experto en el campo de las ciencias forenses en animales en peligro de extinción. La actividad forma parte de la convención internacional de la organización Widecast en coordinación con el DRNA y Amigos de las Tortugas Marinas (ATMAR), que se celebrará del 7 al 12 de marzo en el hotel Mauna Caribe, en Maunabo.
Los tinglares viajan largas distancias para llegar a nuestras costas a anidar. La edad de reproducción comienza entre los nueve y 11 años de vida. Esta especie puede vivir por más de 30 años. La especie está protegida por la Ley federal de Especies en Peligro de Extinción y la Ley estatal de Vida Silvestre. Los infractores se exponen a ser multados y/o recibir años de cárcel.
Guerrero Pérez exhortó a quienes vean o conozcan a personas que capturan y matan tinglares, careyes, o peje blanco, a que llamen al Cuerpo de Vigilantes al 787-724-5700 o al 787-230-5550.