Con campamento denuncian supuesta amenaza de despidos en el BGF
Miembros de la Unión Independiente de Empleados del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) levantaron un campamento la mañana del lunes en el Departamento del Trabajo para exhortar al secretario, Vans Thomas a que intervenga y atienda el conflicto obrero-patronal en esa dependencia gubernamental.
'Durante el más reciente intento de la Unión del BGF de llegar a un acuerdo que termine con el conflicto que los ha mantenido durante 21 días en la calle, esta vez a través del proceso de arbitraje del Departamento del Trabajo, la gerencia del Banco Gubernamental de Fomento se niega a negociar con los empleados en huelga y, en su lugar, les entregó una carta amenazándolos de que si no se reportan a trabajar el lunes 7 de julio, serán despedidos. Todo lo anterior, a pesar de que el gobernador Alejandro García Padilla prometió que no habrá despidos en el país', dijo la presidenta de la Unión, María T. Rodríguez en un comunicado de prensa.
Según la líder sindical, los unionados que llevan 21 días en paro indefinido reclaman que el patrono hace más de un año ha demostrado su negativa de negociar y de llegar a acuerdos sobre la renovación del convenio en todas sus partes, incluyendo su artículo de salarios y pasados aumentos salariales de los años 2011, 2012 y 2013. 'Durante este periodo la Unión ha presentado tres propuestas tratando de llegar acuerdos que pudieran dar fin a dicho conflicto. Sin embargo, en ninguno de los casos hubo interés del Banco de negociar de buena fe dichas propuestas', dijo Rodríguez.
Por otro lado, la presidenta de la Unión dijo que el más reciente intento de negociación fue el pasado martes, primero de julio, que citados para iniciar un proceso de arbitraje con el Departamento del Trabajo, los representantes del BGF se limitaron a entregar una carta amenazando que si no se reportaban a trabajar el lunes 7 de julio, serían despedidos.
De acuerdo con la líder sindical, esa acción del BGF demuestra una falta total de disponibilidad al diálogo. 'Ahora trata de traer esta controversia al amparo de la recién aprobada Ley 66 indicando que el referido estatuto prohíbe todo tipo de aumento y pagos extraordinarios', dijo.
Entretanto, dijo que esta controversia data de mucho antes de la aprobación de la Ley 66 y está fuera del alcance de la misma. Aseguró son aumentos salariales de hace cuatro años que nunca se llevaron a cabo y la acción del patrono es un intento de aplicar el nuevo estatuto retroactivamente. Además, la Unión se reafirma en que los aumentos salariales que llevamos más de cuatro años sin recibir son justos y no representan un gasto oneroso para el BGF o dañan su situación presupuestaria.
'Todo lo contrario, los empleados unionados representamos menos del 25 por ciento del gasto total de nómina del BGF, siendo casi el 60 por ciento de los trabajadores del Banco', sostuvo Rodríguez.