Saltaba a la vista frente a un negocio en una esquina de la Calle San Sebastián. Se distinguía de los demás por su forma de bailar, su tez pálida y su estatura.

Se movía libremente al ritmo de la música de batucada. Era de Tennesse y visitaba por segunda ocasión la 'isla de la fiesta', como llama a Puerto Rico.

El estadounidense, Jeremy Nicolas, contó cómo quedó fascinado la primera vez que vino a la islay estuvo en las fiestas de la Calle San Sebastián, por lo que jamás pudo sacar de su mente la idea devolver y esta vez solo.

Mientras era el centro de atención en un cerco que formaban las personas alrededor de labatucada y así mostraba sus mejores pasos, 'el gringo' como lo aclamaba lamultitud, comentó en su lengua materna, 'esto es muy divertido y muy puertorriqueño'.

Al preguntarle hasta que hora estaría de fiesta, respondió que no tenía idea porque no había fiestas así donde vivía, por lo que tenía que aprovechar al máximo su estadía en el cálido Caribe.

Al ritmo de la música se perdió entre la muchedumbre y era uno más de los tantos que durante 43 años han bailado, cantado y disfrutado de la experiencia que ofrece las SanSe.