Domingo, 13 de mayo de 2012 ? Conmemoramos el 25 aniversario del fallecimiento del inmortal Ismael Rivera y nace ?El Mejor entre los hijos de la Nación Puertorriqueña, 'El Primero' que se sacrificaba?: Segundo Ruiz Belvis

Un día como hoy, hace 183 años nació en Hormigueros, Puerto Rico, uno de los más reconocidos líderes de la reivindicación de la libertad, independencia y dignidad nacional puertorriqueña: Segundo Ruiz Belvis.

Ruiz Belvis cursó sus estudios primarios en Aguadilla y los superiores en Caracas, Venezuela, para luego trasladarse a España en donde se graduó como abogado. Mientras se encontraba en Madrid, conoció a Alejandro Tapia y Rivera con quien comparte y afianza sus ideales de libertad para los esclavos e independencia nacional para Puerto Rico.

De regreso a Puerto Rico, nuestro prócer ingresa a la Sociedad Abolicionista Secreta, que había fundado el Dr. Ramón Emeterio Betances en Mayagüez, con el fin de liberar a los esclavos a través de su compra con el fin de liberarlos o ayudándolos a escapar a otros países en donde la esclavitud ya se había abolido y prohibido en el ordenamiento jurídico. Además de este trabajo clandestino, Segundo Ruiz Belvis practicó activamente la abogacía, práctica por la que se le reconoció ampliamente, con lo cual a pocos años de haber llegado de España, éste fue nombrado Juez de Paz y Síndico del Ayuntamiento de Mayagüez.

Conforme se iba conociendo las ideas abolicionistas de Segundo Ruiz Belvis, éste confrontó mayores obstáculos ante las fuerzas represivas del gobierno de España y sostuvo diferencias frente a los propietarios de los esclavos, quienes conspiraron para destituirlo de su puesto en el ayuntamiento al acusarlo de conspirador.

En 1866, junto a José Julián Acosta y Francisco Mariano Quiñones, Segundo Ruiz Belvis fue electo para presentar en Las Cortes (Parlamento) de España en Madrid el 'Proyecto de abolición de la Esclavitud en Puerto Rico'. Para sorpresa de estos tres liberales puertorriqueños, Las Cortes de España no tuvieron otra alternativa que abolir el comercio de seres humanos secuestrados para usarlos como esclavos, aunque aún Las Cortes se quedaron cortas ya que no decretaron como ilegal la posesión de personas que ya habían sido traídos a las colonias como esclavos.

De regreso nuevamente a su patria borincana, Ruis Belvis hereda de su padre la hacienda de la familia, por lo que éste decide liberar a todos sus esclavos. Este acto, junto al logro parcial obtenido en España y otras circunstancias más, condujeron a que las autoridades imperiales ordenaran el destierro de nuestro prócer junto a varios revolucionarios y abolicionistas boricuas, entre los que se encontraban el Dr. Ramón Emeterio Betances, Pedro Gerónimo Goyco, José Celis Aguilera, Julián Blanco Sosa, Carlos Elio Lacroix y Vicente María Quiñones, entre otros.

Emterio Betances y Ruiz Belvis se dirigieron a los Estados Unidos, convencidos que la revolución era la única manera de lograr los objetivos del movimiento de liberación nacional de Puerto Rico, no sólo de la esclavitud, sino también del coloniaje que vivía la Nación Puertorriqueña ante la usurpación de nuestra soberanía nacional por parte del Gobierno de España. Esa revolución, según planificaron, iniciaría con lo que hoy conocemos como el Grito de Lares.

No obstante, a menos de once meses de consumarse el inicio de la rebelión independentista en Puerto Rico, un 3 de noviembre de 1867, Segundo Ruis Belvis murió en Valparaíso, Chile, mientras realizaba un viaje en búsqueda de apoyo para la causa revolucionaria y libertaria de la Nación Puertorriqueña.

Según expuso otro de nuestros grandes próceres del Siglo XIX, Eugenio María de Hostos:

'[Segundo Ruiz Belvis] vino a Chile en busca de recursos para intentar la revolución en Puerto Rico. Era necesario que la Isla conociera y llorara el sacrificio del mejor de sus hijos, porque era el primero que se sacrificaba. ... Escribí una biografía de Ruiz Belvis. Lo presenté como había sido, y para hacer comprender la significación del hombre, resumí su retrato en estas palabras simbólicas: 'Fue un obrero que murió en la obra y por la obra'. España no entendió: pero Puerto Rico consagró la fórmula. Desde entonces, la independencia de la patria es nuestra obra, y todos somos obreros de la patria.'

Hoy, en el 183 aniversario del natalicio de Segundo Ruiz Belvis, también marcamos el 25 aniversario del fallecimiento de otro gran obrero de la Nación Puertorriqueña: Ismael 'Maelo' Rivera, a quien Benny Moré bautizó como 'El Sonero Mayor'.

Debemos trabajar por un futuro en que figuras como el 'El incomprendido', Maelo Rivera, como el aún por conocer Segundo Ruiz Belvis y todas las demás grandes figuras de nuestra historia como lo fue también la compositora y madre luchadora, doña Margó Rivera, sean mejor conocidas y comprendidas por nuestra juventud. Conocer nuestra historia y nuestras grandes figuras para darlas a conocer a nuestra juventud es una tarea importante e impostergable a la hora de fraguar un mejor futuro para nuestro país.

Así pues, hoy, en el Día de las Madres, evocamos y rendimos tributo a la madre de Ismael Rivera, la Sra. Margarita Rivera García, doña Margó. Además, honramos a todas las obreras y madres boricuas, latinoamericanas y progenitoras de todos los rincones del globo, tanto a las que ya pasaron a mejor vida, como a las que se encuentran en cuerpo presente entregando vida, alma y corazón por forjar el porvenir de la Nación Puertorriqueña, de nuestra América y del mundo entero.

Vaya nuestro reconocimiento, agradecimiento y aprecio a todas las obreras de la Nación Puertorriqueña y del mundo entero: nuestras madres.

Feliz Día de las Madres!

'Yo no cambio la tierra que es mi Patria por ninguna otra tierra; como no hubiera cambiado la mujer que fue mi madre por ninguna otra mujer.'

-Tomás Carrión Maduro

'Nada hay más digno de una madre que un hijo amante de su patria.'

-Eugenio María de Hostos

'Pobre o rica la Patria es Patria; como la madre es madre.'

-Luis Lloréns Torres

Para más información histórica, sigue a Hans Perl Matanzo y a Ana Gabriela González Oliva en Rico Puerto Rico.