Miércoles, 28 de diciembre de 2011 – La imperecedera herencia canaria resplandece en la Cultura Nacional Puertorriqueña: El Festival de las Máscaras de Hatillo

Un día como hoy, desde hace ya al menos 188 años, los puertorriqueños hemos celebrado una de las manifestaciones más conocidas de la rica herencia guanche (canaria), según ésta se expresa en la cultura nacional boricua: el Festival de las Máscaras de Hatillo.

El Festival de las Máscaras de 'Hatillo del corazón' se estableció oficialmente en 1970. Sin embargo, el mismo se realiza desde la fundación de Hatillo en 1823 cuando los inmigrantes canarios o guanches se trasladaron a Puerto Rico y mantuvieron vivas las mismas tradiciones que celebraban en su nación de origen, que tanto ha nutrido e influido en la Nación Puertorriqueña.

A tenor con lo anterior, generalmente se atribuye este festival a la conmemoración del día de los Santos Inocentes, que se marca todos los 28 de diciembre. No obstante, vale destacar que el 28 de diciembre de 1493 también es una fecha particularmente importante en la historia de la Nación Canaria o Guanche. Los guanches componían la nación indígena que habitaba el Archipiélago Canario antes de la invasión de Castilla durante el Siglo XV y su cultura, a través de la inmigración a Boriquén, ha supuesto una influencia inmensa en nuestro quehacer nacional. La Nación Guanche no fue vencida sin antes haber librado una larga y ardua batalla en contra de la invasión que llevó a cabo el Reino de Castilla mediante el secuestro y venta de esclavos en las Canarias (1478-1526). Así lo expone el autor Chaurero n Eguerew:

'Según la Historia oficial el depredador y traficante en esclavos revestido por los nefastos reyes católicos con patente de capitán invasor Alonso Fernández de Lugo, desembarca con su huestes de mercenarios y convictos el 1 de mayo de 1493 en la rada de Añazu n Chinech (hoy Santa Cruz de Tenerife), con el ánimo de saquear la isla tal como había hecho con la de Benahuare (La Palma), siguiendo el concierto que a tal fin había suscrito el 28 de diciembre de 1493 (Día de los Santos Inocentes) con la corona castellano-aragonesa, respaldado económicamente por los comerciantes de esclavos...'

Por otro lado, según la tradición castellana-cristiana (impuesta desde la Península Ibérica), las máscaras se utilizan como parte de la representación de la persecución sufrida por los niños inocentes que, según el Nuevo Testamento, murieron asesinados por órdenes del Rey Herodes, monarca de Judea. Se narra que el Rey Herodes ordenó la eliminación de todos los niños menores de dos años con el fin de eliminar a aquel niño que la profecía llamaba el futuro 'Rey de Reyes'.

Cada vez parece cobrar mayor auge el Festival de las Máscaras de Hatillo a pesar de que éste estuvo al borde de extinguirse en la década de los 1960s. Este festival se caracteriza por boricuas hatillanos que utilizan vistosas máscaras mediante las que representan estampas religiosas o festejan en caravanas compuestas de carruajes, vehículos carros y participantes desfilando a pie, mientras que los enmascarados suelen hacer bromas o maldades a los que acuden como espectadores a esta gran fiesta que ya forma parte integral de nuestra cultura nacional.

Según afirma D. Alberto Galván Tudela, en su libro Las Fiestas Populares Canarias:

'El rito del carnaval implica desencadenar los impulsos soterrados a través de la máscara. La máscara es, más que un objeto, un rito de comportamiento. No es algo que se lleva simplemente sobre el rostro. Es el signo de la verdadera máscara que llevamos dentro. Ocultar el rostro es un medio de expresar las tensiones que portamos (en nuestro fuero interno).'

Dicen así los versos de uno de los más grandes poetas en la historia de nuestra América, Mario Benedetti:

...el carnaval delirio ajeno

dura unos días

llega y muere

tu máscara es en cambio

tu atributo invariable

tu universal carencia

tu larga duración

contra quién?

para quién?

en cualquier mes o clima?

tus labios son los de tu máscara

tus ojos son los de tu máscara...

En atención a lo que dice el gran poeta, hoy, en el día en que celebramos el Festival de las Máscaras de Hatillo, resulta atinado evocar aquel himno a la inmortalidad de la metáfora por excelencia de la ventana al alma: la máscara de nuestros ojos. Dicha metáfora llega a nosotros por voz del gran poeta hatillano que precisamente da nombre al Centro Cultural que organiza el Festival de las Máscaras de Hatillo:

'Madrigal'

Si Dios un día

cegara toda fuente de luz,

el universo se alumbraría

con esos ojos que tienes tú.

Pero si -- lleno de agrios enojos

por tal blasfemia -- tus lindos ojos

Dios te arrancase

para que el mundo con la alborada

de tus pupilas no se alumbrase

aunque quisiera, Dios no podría

tender la noche sobre la Nada...

porque aún el mundo se alumbraría

con el recuerdo de tu mirada!

José P.H. Hernández, orgullo de Hatillo y de todo Puerto Rico

Para más información histórica, sigue a Hans Perl Matanzo y a Ana Gabriela González Oliva en Rico Puerto Rico.