Qué pasó hoy? (vídeo)
Domingo, 27 de noviembre de 2011 – Falleció el inmortal héroe de Puerto Rico y de Nuestra América: Daniel Santos
'En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.'
-Oscar Wilde
Un día como hoy, hace 19 años, falleció el gran 'Inquieto Anacobero', Daniel Santos, rey del bolero a lo largo de toda nuestra América.
Muchos recuerdan que el gran descubrimiento de este talento de la canción iberoamericana fue descubierto cuando se encontraba haciendo alarde de su voz en la soledad de su bañera. Es decir, desde el proverbial canto de la ducha, mientras entonaba 'Te quiero, dijiste', uno de los miembros del Trío Lírico iba pasando por su residencia y, al oir esa voz inconfundible, tocó a la puerta y le pidió que se uniera a su trío. El resto, como decimos popularmente, es historia.
Esta historia fue una que trascendió la melodía para convertirse en una vida de profundo compromiso social, que con la mayor ternura le cantó a los pobres, a los presos, a los marginados, a la libertad de Puerto Rico, entre otros temas mediante los cuales el inmortal Daniel Santos tuvo ocasión de mostrar su valentía e interés en reivinidicar la dignidad de su nación, de su Patria grande y de la humanidad entera.
Según Hernando Calvo Ospina:
'La oligarquía hubiera deseado quemarlo, atizando la candela con sus discos. Los pequeños burgueses de izquierda lo trataron como otro 'opio del pueblo'. Es que era un cantor de la marginalidad, o sea, de las mayorías. Era rey para obreros, negros, desempleados, matones, amas de casa y putas. Sus boleros, guarachas, mambos y sones estuvieron en cumpleaños, bodas, fiestas de pueblo y bares de 'mala muerte'. Se le veneraba, por poco se le construyen altares. ...
Éste era Daniel Santos, uno de los más excepcionales exponentes de los ritmos populares bailables del Caribe latino.
Un carpintero y una costurera lo trajeron a este mundo, un 5 de febrero de 1916, en Santurce, Puerto Rico. La miseria hogareña obligó a que dejara la escuela, y marchara a las calles a lustrar zapatos. Tenía nueve años cuando llegó con la familia a Nueva York. Como la pobreza no los dejaba, cinco años después se marchó del hogar para trabajar en lo que pudo, desde vender hielo y carbón, hasta limpiar calles y destapar cloacas. Como lo dijo en una canción, también llegó a ejercer de 'músico, poeta y loco.'
Y es que, por más que sacrificó Daniel Santos por su profundo compromiso con aquéllos que como él confrontaron el profundo dolor de la miseria, para éste no había otra manera de vivir como ciudadano y héroe del Puerto Rico y de la América 'todavía irredenta, pero indómita':
'Ennoblecer el tiempo con aquello que sale de nuestro espíritu es nuestro deber, nuestra obligación heroica.'
-Félix Franco Oppenheimer
'Para el patriota el deber no es sacrificio. El deber es la vida.'
-Pedro Albizu Campos
Para más información histórica, sigue a Hans Perl Matanzo y a Ana Gabriela González Oliva en Rico Puerto Rico.