Puerto Rico espera hoy con consternación que la cifra de asesinatos cometidos en el país durante 2011 alcance los 1,000, pero después de que se reportara ayer la muerte a consecuencia de un tiro de un joven de 27 años en Luquillo, parece que las calles se resisten a batir el sangriento récord, aunque estas horas de calma no sean mas que un espejismo de falsa tranquilidad.

La Oficina de Prensa del Cuartel General de la Policía confirmó a NotiCel que desde ayer jueves a las 5:30 pm -cuando Giovanni Santiago Díaz, de 27 años de edad y vecino del residencial Alturas de Country Club, en Carolina, fue asesinado en el estacionamiento del residencial Diego Zalduondo de Luquillo haciendo el número 999 de los asesinatos del año-; no se han reportado más muertes violentas y ni siquiera heridos de bala.

'La mañana está tranquila hasta el momento', dijo a NotiCel una oficial de Prensa de la Policía. 'Sólo se ha reportado una muerte por accidente de tránsito en un choque contra un objeto fijo en Carolina', añadió.

Aunque en las últimas horas parece que la sangre ha dejado de correr, según el ex superintendente de la Policía, Pedro Toledo, antes de que acabe el año se llegará a los 1,100 asesinatos.

Toledo lamentó en una entrevista radial (WKAQ) los 'problemas grandes sociales, la droga', que han llevado a la actual situación de criminalidad rampante.

'Hay que tomar medidas drásticas, se están tomando algunas, son importantes los esfuerzos con los federales… El esclarecimiento de los casos es bien necesario… Establecer un sistema para poder identificar algunos patrones que hay con ciertos crímenes que están dando en Puerto Rico', recomendó el ex Superintendente.

'Los ciudadanos se están armando', dijo Toledo, quien aseguró que se ha producido un aumento de solicitudes de portación armas de fuego y lamentó que haya 'cientos de familia que no les importa los crímenes' mientras la mayoría de 'los ciudadanos están indignados y buscan soluciones'.

Pero la situación 'no va a cambiar' en un mes ni en dos. 'El panorama es negativo, no soy optimista, es difícil, tenemos que trabajar todos… hay sectores con problemas sicológicos, familias descompuestas, no hay respeto a la vida… sicarios cada vez más jóvenes…. El consuelo es que antes de que me maten, voy a matar a 5 o 6'.

Según Toledo, los patrones de la criminalidad han cambiado con respecto a la década de los 90; ahora los sicarios son más jóvenes y hay menos respeto a la vida.