Lunes, 14 de noviembre de 2011 – Surge el Plan de Ponce

Un día como hoy, hace 125 años, surgió el Plan de Ponce, documento que el gran prócer cubano, José Martí, llegó a reconocer y admirar.

Según lo recuenta Ramón Marín:

'El grupo de liberales del sur se reunió en el teatro La Perla el 14 de noviembre de 1886. De allí surgió el Plan de Ponce para la reorganización del Partido Liberal de la Provincia (Puerto Rico), publicado por vez primera en la La Juventud Liberal. El Plan de Ponce fue llamado por los contrarios El Flan de Ponce...' mientras que José Martí lo describió como 'carta magnífica de libertad'.

Dicho documento surgió meses antes de la fundación del Partido Autonomista Puertorriqueño durante la Asamblea de Ponce, celebrada durante el 7, 8 y 9 de marzo de 1887. Para ese entonces, se hizo causa común por una autonomía que era entendida de maneras distintas por dos sectores cuyo liderazgo emanaba principalmente de Ponce y de San Juan. La facción cuya fuerza se concentraba en Ponce era dirigida por Baldorioty (oriundo de Guaynabo). La misma favorecía una autonomía que de facto se asemejaba a la independencia puesto que abogaba un curso de desarrollo político semejante al que tomó Canadá, dentro del 'Commonwealth' del Reino Unido. La otra vertiente, cuya base de apoyo emanaba principalmente desde la ciudad capital de San Juan, era dirigida por personas tales como Rafael María de Labra y Franciso Cepeda Taborcías. Ésta última favorecía la autonomía 'menos radical' basada en obtener poderes administrativos, aunque no aspiraba a la soberanía nacional de Puerto Rico.

Independientemente de sus diferencias, líderes de ambas facciones sufrieron encarcelamiento, persecusión y tortura de parte del régimen español liderado por el Gobiernador de entonces, General Romualdo Palacios. El 6 de noviembre de 1887, el General Palacios ordenó el traslado de 16 de los autonomistas presos al castillo de El Morro, en la ciudad capital de El Viejo San Juan. Allí, el 8 de noviembre, fueron puestos en tres celdas distintas. En uno de estos calabozos concurrieron Román Baldorioty de Castro y Francisco Cepeda Taborcías. Paradojas de la vida, a pesar de haber dormido literalmente juntos y sobrellevado las torturas de los infames compontes del 'Año Terrible de 1887', Baldorioty de Castro y Cepeda Taborcías lideraron facciones que eventualmente llevaron a cabo una guerra interna dentro del Partido Autonomista, desde los respectivos periódicos de cada segmento opositor dentro de este instrumento político. Eventualmente, este proceso condujo al fraccionamiento y debilitamiento de dicho partido.

No obstante, a lo largo del proceso, la discusión fue ardua y el choque de ideas permitió que los divergentes proyectos de país se pudieran conocer y debatir, de suerte que la ciudadanía pudiera entender de manera más profunda y accesible las diferencias que iban aflorando. Por más agrias e insuperables que ocasionalmente resultaron ser dichas diferencias, las mismas se ventilaron públicamente y eso representó un proceso de crecimiento y desarrollo nacional.

En años recientes todos los partidos y movimientos políticos se caracterizan por haber huido de la discusión pública y madura de las diferencias que inevitablemente afloran. En ocasiones, esto ha conducido a rupturas permanentes que llevan a que un bando prácticamente ignore o dé por descartado a su adversario, mas ello no suele discutirse abiertamente. Con eso en mente, conviene evocar las palabras del ex Gobernador Luis Muñoz Marín y una canción de uno de los compositores más destacados en la historia de la música nacional puertorriqueña:

'El pueblo de Puerto Rico tiene que ser amigo de sí mismo a través de los hombres que, representándolo, chocan libremente en sus ideas.'

-Luis Muñoz Marín

Ódiame, si es que a odiarme te atreves

pero no intentes olvidarte de mí.

Nunca lo intentes, no, nunca lo intentes,

estos cariños no se olvidan así.

Tu tendrás que decir cuando me veas

ay, aquel que ahí viene

puso su corazón junto del mío

y en mis manos su frente.

Él ha cogido de mi pecho flores

y de mis labios mieles.

Nuestras alas de inquietas mariposas

quemó en su llama ardiente.

Los dos hemos probado un mismo filtro,

unos mismos placeres

Los dos hemos soñado en otro mundo

durmiéndonos en éste.

Y ese cariño, ay bendito,ese cariño

que pretendes olvidar.

Vas buscando un imposible

que jamás podrás lograr...

-Pedro Flores

Para más información histórica, sigue a Hans Perl Matanzo y a Ana Gabriela González Oliva en Rico Puerto Rico.