Boricua tiende una mano a los necesitados en Nicaragua
En las calles del pueblo donde Julián Ramirez trabaja como voluntario solo transitan bicicletas y caballos. A este joven puertorriqueño de 23 años, la vocación por el servicio comunitario y el interés por la Economía de Desarrollo lo ha llevado hasta el pueblo de Tisma en Nicaragua donde colabora con los Cuerpos de Paz de los Estados Unidos.
Los integrantes de Nica 56, nombre del grupo de 40 jóvenes al que pertenece Julián, deben cumplir un periodo de entrenamiento, además de vivir con una familia por seis meses para irse familiarizando con las necesidades y el funcionamiento de las comunidades. Parte de la aportación del grupo consiste en la capacitación de maestros para un curso de emprendedurismo (entrepeneurship) a nivel de escuela superior. El curso, elaborado en conjunto con el ministerio de Educación, enseña a los estudiantes a crear un resumé, a prepararse para entrevistas de trabajo y a desarrollar sus propios negocios. Los voluntarios también establecen una relación de amistad con sus discípulos, conversan temas de interés, abordan la problemática del VIH y practican deportes.Su labor va en gran parte dirigida a los jóvenes pues como indica Julián 'en Nicaragua alrededor del 70% de la población es considerada joven, o sea menor de 30 años'.
Julián Ramirez. (Suministrada)
Además, con los conocimientos adquiridos tras completar un bachillerato en Economía en la Universidad de Michigan, Julián asiste a los dueños de pequeños negocios de su comunidad a crear y a mantener informes de ingreso, a manejar el flujo de la caja y a que aprendan contabilidad básica. 'También estoy en el proceso de comenzar un banco comunitario, para poco a poco motivar a miembros de la comunidad a ahorrar e invertir parte de su dinero', explicó con entusiasmo.
Recientemente el puertorriqueño fue parte del primer encuentro en 30 años entre los voluntarios de los Cuerpos de Paz de los Estados Unidos y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra. Durante la actividad el Presidente aprovechó la presencia de una delegación de la Juventud Sandinista para aludir a la historia y hablar del pensamiento político de quien fuera el General Augusto C. Sandino. Ortega Saavera también recordó al dictador Anastasio Somoza García y cómo con la complicidad de los gobernantes norteamericanos, asesinó a Sandino.
La experiencia no tuvo mucho impacto en las convicciones polítcas de Julián pues comenta que antes de su viaje leyó un libro titulado 'Blood Brothers' que le dio perspectiva sobre lo que fue la revolución del 79.
'Hablando con la gente, me he dado cuenta que los nicaragüenses han pasado por mucho, es un pueblo muy fuerte y muy orgulloso. Conocer al presidente fue un gran honor, nos recibió con brazos abiertos y esta muy feliz de que vengamos en representación de los Estados Unidos, a ser solidarios, a compartir y a ayudar al pueblo nicaragüense', señaló.
La similitudes de Nicaragua y Puerto Rico han facilitado el proceso de adaptación a Julián. El joven voluntario mencionó que los países se parecen mucho en el clima, la comida y la fiesta. No obstante, aclaró que allá la gente trabaja mucho más, sabe realmente lo que es la necesidad y el valor del dinero.
' Aquí la gente vive mucho mas tranquila y en paz que en Puerto Rico. No se sale mucho, se comparte mucho con los vecinos; todos los días la gente sacan sus sillas al frente de sus hogares y pasan la tarde platicando'.
Sobre sus planes futuros al finalizar los dos años del programa con los Cuerpos de Paz, Julián tiene claro que derramará todo lo aprendido en Puerto Rico. Para él, la posibilidad de arreglar la situación de la isla depende del trabajo en equipo de los jóvenes puertorriqueños.
Quienes interesen leer más sobre la labor que realiza Nica 56 puedes visitar el blog de Julián en este enlace.