Qué pasó hoy?
Miércoles, 17 de agosto de 2011 – Institución de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico
Un día como hoy, hace ocho años, se instituyó la Biblioteca Nacional de Puerto Rico, por virtud de la Ley núm. 188 del 17 de agosto de 2003, denominando así lo que hasta entonces se había conocido como la Biblioteca General del país.
La Biblioteca Nacional se ubicó en la Avenida Ponce de León #500, en Puerto de Tierra, el mismo lugar en que se encuentra el Archivo General de Puerto Rico y donde había permanecido la Biblioteca General desde su creación por legislación en 1967, como parte de los esfuerzos de Ricardo Alegría.
Como tal, la eventual evolución que produjo la institución de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico forma parte del enorme legado que gestó don Ricardo.
En momentos en que varios medios han reseñado que el Gobierno de Puerto Rico invierte $8,000.00 por estudiante para educar a jóvenes en las escuelas públicas del país, mientras que invierte $135,000.00 por cada recluso juvenil confinado en las instituciones de corrección, resulta importante plantearnos qué papel juega nuestra Biblioteca Nacional y las bibliotecas del país en potenciar la calidad de nuestra educación pública.
Paradojas de la Historia, vale resaltar que antes de alojar nuestro Archivo General y Biblioteca Nacional de Puerto Rico, dicha estructura fungió como área en la cual operó tanto el Hospital Civil, como la Cárcel Provincial (1885-1905) y que, posteriormente, pasó a manos de la Porto Rican American Tobaco y la Destilería Bacardí.
Ante la indignación generalizada respecto a la manera en que el gobierno asigna una cantidad proporcionalmente mayor a lidiar con los síntomas –en vez de las causas- de la enorme carencia de educación de calidad que causa daños incalculables a gran parte de nuestra juventud, procede plantear cuán abiertos o confinados están los espacios públicos que alojan nuestros tesoros de documentos, libros, textos, mapas, imágenes y películas, en fin, nuestras bibliotecas públicas.
Igualmente, el Gobierno de Puerto Rico ha sido objeto de múltiples señalamientos por no proveer los recursos y el estímulo necesarios para que la Biblioteca Nacional pueda cumplir con los propósitos que se citaron a la hora de su creación. Entre otros efectos que ello ha causado es lo que aparenta ser una institución que sirve más como almacén que confina y cuida de documentos, libros, archivos e imágenes en vez de estar capacitada para difundirlos plenamente y hacerlos realmente disponibles y pertinentes a la mayor parte de la población.
No muy distinto a lo que ocurre con muchos de nuestros pacientes, confinados y niños en instituciones públicas en las que en ocasiones parecen ser más bien entes destinados al almacenamiento, cuido o confinamiento, en vez de personas en proceso de ser potenciadas con el fin de mejorar nuestra calidad de vida, la Biblioteca Nacional corre el riesgo de haber sido instituida y designada para cumplir un papel que luego el propio gobierno no permite cristalizar ni encauzar plenamente.
Es por ello que cobra mayor vigencia aún lo que dijera la escritora Mayra Santos Febres, Lavonda Kay Broadnax e Hilda Ayala en víspera de este importante aniversario que conmemoramos hoy.
Con ocasión de la celebración del 77mo Congreso Mundial de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas e Instituciones (IFLA, por sus siglas en inglés), conviene evocar lo que éstas han expresado:
'En mi casa había muchos libros, pero estaban guardados en armarios, quizás porque como mi madre era maestra, esa era la manera de descansar del trabajo. Me sentía transgresora al abrir los armarios y sacar los libros.'
-Mayra Santos Febres, escritora puertorriqueña, Conferenciante Principal en la Reunión Plenaria de 77mo Congreso Mundial de la IFLA
'Es irónico que mientras en Puerto Rico las bibliotecas, en especial la Biblioteca Nacional, no recibe los fondos, los recursos, la atención y el apoyo gubernamental que merecen, se esté celebrando un Congreso de calibre mundial sobre el rol y la importancia de las bibliotecas en el desarrollo social, cultural, comunitario, político, económico, pero sobretodo, educativo, de la sociedad. Convendría aprovechar esta oportunidad para que el gobierno y la población del país se dé cuenta de la importancia de nuestras bibliotecas en contribuir a la calidad de vida de la ciudadanía puertorriqueña.
Lo que está in alrededor del mundo es la integración biblioteca-comunidad y el interés cada vez mayor en proveer servicios más eficaces y eficientes a la comunidad que brinden mayor acceso a la información a la población.'
-Hilda Teresa Ayala González, estudiante de maestría en bibliotecología (EGCTI) en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
'Las bibliotecas nacionales juegan muchos papeles en la sociedad pero uno de éstos es preservar las culturas y eventos del presente y del pasado para que estén disponibles para la las generaciones del mañana… la riqueza del pasado y del presente para futuras generaciones'
-Lavonda K. Broadnax, hablando en su carácter personal
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