En una encrucijada bonistas en Puerto Rico tras María
Las secuelas dejadas por el huracán María en Puerto Rico, además de afectar principalmente a los residentes de Puerto Rico, quienes aún carecen de servicios esenciales, parecen tener gran resonancia entre los bonistas, quienes se enfrentan a dos opciones: aceptar el panorama sombrío o ver en la crisis oportunidades de crecimiento.
Ajustes hipoteticos a la Ley Promesa, por otra parte, estarían encaminados a beneficiar únicamente a Puerto Rico y no a sus acreedores.
Al menos, así lo vislumbra en su reporte semanal el Municipal Market Analytics (MMA), firma independiente de investigación enfocada en el análisis de credito y mercado, basado en las condiciones del sector municipal de los Estados Unidos.
'Ajustes más radicales y cuesta abajo para los planes fiscales ya aprobados bajo Promesa son altamente probables y esto no le sentará bien a los bonistas', asegura el texto.
La firma esboza que la Junta de Control Fiscal (JCF), ente habilitado por la Ley Promesa, permitió la desviación de $1 billón de dólares en fondos originalmente destinados para los bonistas. Esto, con el fin de ser utilizados para la recuperación de la Isla.
'No obstante, la vasta necesidad del Estado Libre Asociado en dinero para reconstruirse y sus derivados tambien sugiere que los acreedores existentes --en particular los fondos buitre y los inversionistas privados que han analizado la Isla en repetidas ocasiones en el pasado en busca de oportunidades-- ahora verán un crecimiento en las alternativas de prestamos', reza el documento.
La MMA plantea que Puerto Rico podría recurrir a colaboraciones público privadas, por ejemplo, para ponerle punto final a las conversaciones sobre el Título III de la Ley Promesa, el cual habilita un tipo de quiebra.
'Mínimamente, los bonistas deberían estar más unilateralmente dispuestos a aceptar impagos o retrasos a cambio de una porción más grande del crecimiento futuro (con seguro). Resta conocer si esto sea o no sea una buena estrategia', señala el análisis.
De acuerdo a la firma con base en Boston, el huracán María tambien sienta las bases para la posible privatización de la Autoridad de Energía Electrica (AEE), un incremento en la migración masiva y una recuperación que tomará años.
Al momento, más de 30 mil puertorriqueños se han marchado hacia diversos estados, entre ellos Florida e Illinois, a raíz del colapso en servicios esenciales en Puerto Rico y la perdida de empleos que el huracán tambien generó.
La baja poblacional, según detalla MMA, implica que por los próximos años el Departamento de Hacienda (DH) recibirá menos ingresos, lo que perjudica el crecimiento económico a largo plazo.
Mientras, para el Center for Economic Policy and Research (CEPR), el gobierno federal debe promulgar una serie de medidas urgentes para asistir a Puerto Rico, entre las que se incluyen: un alivio de la deuda, un paquete de alivio ante la emergencia y un estímulo a la economía ya devastada por la austeridad.
Por un lado, la Cámara federal aprobó el jueves en la tarde la asignación de $6 billones para las operaciones inmediatas del Gobierno de Puerto Rico. No obstante, la subvención es en forma de prestamo, por lo que se añadiría al cúmulo de la deuda de la Isla que, previo al azote del huracán María, sobrepasaba los $70 billones.
En esa línea, representantes federales han establecido que la deuda del País no será perdonada.
Del mismo modo, el codirector de CEPR Mark Weisbrot, aboga por paridad en los fondos Medicaid entre Puerto Rico y los Estados Unidos, y la eliminación de la Ley Jones, o las leyes de cabotaje que imposibilitan el anclaje de embarcaciones foráneas de ayuda en los puertos locales.
La Ley Jones fue puesta en pausa por los Estados Unidos por un plazo de diez días, Sin embargo, el director de la Autoridad de Puertos, Omar Marrero, aceptó que ninguna embarcación entró a la Isla durante ese tiempo. El lapso, una vez vencido, no fue extendido por la nación norteamericana.
A 27 días de la salida del huracán María de la Isla, aunque entidades gubernamentales insisten en que 'Puerto Rico se levanta', el progreso ha demostrado ser uno lento, pues la infraestructura ya se encontraba devastada por el paso del tambien huracán Irma y largas decadas de decaimiento.
La generación de electricidad, por ejemplo, alcanzó un 17% pero recayó y se encuentra en 14 % actualmente.