Casco urbano ponceño, escenario perfecto para un fuego
La leña acumulada en varias residencias de madera y el deterioro de estructuras en el casco urbano de Ponce, situación que se incrementó luego del paso del Huracán María, podrían convertir a la ciudad en escenario de un fuego, parecido al ocurrido el 25 de enero de 1899 cuando se desató el llamado 'Fuego del Polvorín'.
Este análisis es producto del trabajo realizado por el artista plástico Jesús Ortiz Torres, quien por más de tres decadas se ha dedicado a plasmar en su obra la crítica social mediante la creación de murales en distintos sectores de la Ciudad Señorial.
'No hay que pedir permiso para pintar en unos edificios así que están hechos leña. Todavía estamos a ley de un fuego bien grande aquí en Ponce y para eso no hay que ser ningún tipo de adivino', advirtió el muralista y caricaturista Ortiz Torres.
'Lo que hay que hacer es pasar por ahí para abajo y ver el montón de leña que hay acumulado en las casas de madera. Están las condiciones dadas para acabar de destruir todo esto que tenemos y lo mismo pasa en La Playa de Ponce', agregó, mientras develaba su trabajo artístico más reciente que consiste en un mural caricaturesco el cual tituló 'Hechos'.
El mural está plasmado un edificio abandonado en el callejón Trujillo, estructura que albergó un almacen de alimentos creado durante la primera fase del Proyecto Chardón en la primera mitad del siglo 20.
La obra caricaturesca contiene un caballo blanco parado sobre la isla de Puerto Rico, el cual patea a ciudadanos que a su vez son arrojados a varios tiburones.'Fíjese que nosotros (puertorriqueños), estamos siendo pateados, no de ahora sino desde siempre, como colonia. Porque en un sistema colonial, la bestia patea a las personas y son las bestias que se apoderan del suelo', explicó el artista plástico sobre este mural que a su vez fue inspirado en una de las caricaturas contenidas en su libro 'Cómo piensa el colonizado'.
Junto al mural, Ortiz Torres desarrolló una instalación que presenta a tres niños encarcelados, como crítica directa al sistema punitivo en el cual se criminaliza a menores de edad.
Para explicar la instalación, el economista Luis Rey Quiñones que participó en este proyecto de arte público detalló la relación de hechos que vinculan esta crítica al aspecto económico de Puerto Rico. Esto, partiendo de la creación del Código Penal en 1902 bajo la Ley Foraker hasta los proyectos de ley recientes.
'Nuestros niños no tienen el beneficio de la legislación universal más humana y nos toca lo peorcito de las leyes estadounidenses que son las leyes punitivas en dirección de la búsqueda de ganancia', dijo el economista como parte de su intervención.
Para realizar el mural, este artista contó con la ayuda de la comunidad que consiguió los recursos para la obra que le tomó unos seis días.
'Este mural es importante porque se convierte en un tipo de comunicación con la gente, con los que pasan por aquí', planteó Ortiz Torres, maestro retirado del Sistema de Educación Pública.