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SAN JUAN WEATHER
Huracanes

La transformación después de María

Blog de nuestra reportera Damaris Suárez

Vivir un huracán como el monstruo de María tiene muchas ramificaciones internas y colectivas. Hoy les puedo asegurar, que al igual que muchos, simplemente no soy la misma.

Independientemente de mis experiencias personales y profesionales durante otros eventos atmosfericos (de menor grado que María) este será imborrable.

Y no hablo de peripecias profesionales, de cubrir el dolor ajeno y mucho menos de mis perdidas materiales porque apenas el ciclón ha pasado.

Durante las largas e interminables horas del furor de María las pase con mi familia, como cualquier otra persona. Viendo la devastación a nuestro alrededor y rogando que cada madera, proyectil y plancha de zinc no pusiera en riesgo la seguridad de los míos ni la de nadie.

Las ventanas, las puertas, todo vibraba y yo solo rogaba por que acabara. Que se fuera, que nos dejara en paz. Poco a poco me vi transformada, con la certeza que cuando terminara María, ya mi persona no sería igual. Vi su paso, el centro y el cambio de los vientos. Y entonces, luego de largas horas terminó.

Salí unos minutos para reportarme luego de encontrar señal y planificar la cobertura... Acabo de ver mi Patria devastada.

Árboles caídos, carreteras intransitables y una desolación en los rostros con los que intercambie miradas. Detuve mi carro, no pude llamar a mis padres, no podía llamar a nadie; así que me eche a llorar.

Con ese llanto desgarrador de saber que no puedo hacer nada. A mi hogar no le pasó nada; pero miles ya no tienen nada. Me regrese a mi hogar luego de gritar y sacarme el dolor colectivo por lo que en esos minutos vi a mi alrededor.

Desde el silencio y la oscuridad de mi hogar, quiero confesar que tuve mucho miedo, es decir, tuve mucho horror y pánico.

Apenas ha pasado el fenómeno atmosferico y apenas en horas mi trabajo empieza. Enfrentarme a ese dolor ajeno, a la perdida de otros... Aunque tengo la tranquilidad de no haber perdido nada material me duele mucho saber que hay miles que lo han perdido todo.

Solo quiero que sepan que jamás sere la misma.