Canóvanas albergó al menos 39 refugiados por la tormenta
Según informó el gobierno municipal, el río Canóvanas se salió de su cauce, provocando que vecinos de áreas cercanas quedaran varados
La alcaldesa de Canóvanas, Lornna Soto, movilizó sus brigadas para atender las distintas situaciones provocadas por el paso de la tormenta Ernesto por Puerto Rico, dándole prioridad a aquellas zonas afectadas por el Río Canóvanas, que se salió de su cauce en horas de la madrugada hoy martes.
La lluvia y los vientos fueron tan fuerte que provocaron que 39 personas buscaran refugio en una escuela.
“Estamos organizados. Ya nos encontramos trabajando la conexión de un camino que, por cuarta vez, el puente que da acceso al vecindario colapsa. Por este motivo, las personas de esa comunidad están atrapadas al otro lado. Ya contamos con personal movilizado para trabajar esta situación en particular. También me informaron sobre unas situaciones de derrumbe que hubo en algunas zonas como Palma Sola y Cubuy. Para esto contamos con la ayuda de dos contratistas”, expresó Soto.
Por otro lado, vecinos del sector Campo Rico alertaron a los medios sobre un vehículo que intentó cruzar un puente con el cuerpo de agua ya desbordado. Aunque existe un video circulando las redes en que se ve el automóvil intentando cruzar el cuerpo de agua, los vecinos alegan que no se saben del paradero del vehículo ni del conductor.
Se le cuestionó a la alcaldesa si estaba al tanto de esta situación, a lo que respondió “Ese vehículo transitaba por la carretera 185. Según la información que tenemos, se trata de un carro Toyota Yaris. Hemos estado lanzando los drones y el personal ha estado verificando todos los puentes a través del río, pero hasta el momento, no hemos encontrado nada. Se ve (en el vídeo) que el carro subió una pendiente que tiene la car. 185 por lo que asumimos que el conductor debe haber estado esperando ahí a que el cuerpo de agua bajara para luego continuar su curso”.
Al momento de la entrevista con NotiCel, Canóvanas contaba con un refugio abierto y cobijaba a 39 personas.
La familia Cruz, quienes permanecieron la noche de anoche refugiados, expresaron que “las lluvias se sintieron muy fuertes”. Confesaron sentir miedo quedándose en su residencia dado que viven en una zona inundable. Por este motivo, optaron por llegar a pasar la noche en el refugio. “Estamos aquí esperando a ver cuándo podemos ir la casita de mi mamá a verificar si todo está bien”, expresó María de los Ángeles; hija mayor de la familia.
Por otra parte, Teófilo Cabrera, refugiado de 90 años comentó que su residencia en Villa San Isidro se inundó y que “se cayeron todos los arboles alrededor”. Expresó, además, que "no es la primera vez que esto ocurre en su hogar," y que ya se ha comunicado con las autoridades municipales "en repetidas ocasiones". Aún continúa a la espera de que el municipio lo ayude a relocalizarse porque exclama que “así no se puede vivir”.
Omayra Betancourt Colón, directora de la región de Carolina del Departamento de la Vivienda, indicó que todos los refugiados llegaron a la escuela por iniciativa propia.
“Todos aquí están por voluntad propia; algunos con la ayuda del municipio en los casos que necesitaron ser trasladados” dijo.
Del mismo modo, informó que hasta el momento se encontraban trabajando con las familias que pernoctaron en el refugio para cotejar las condiciones de sus respectivas residencias y determinar si será necesario relocalizarlas.