Arropados por el miedo y el ojo del huracán María, empleados y pacientes del Hospital Metropolitano Dr. Susoni escribieron sus nombres en sus brazos y esperaron lo peor.

El miercoles en la noche, los vientos del fenómeno atmosferico causaron la explosión de los cristales de las ventanas en la sala de espera y el triage. Mientras, la presión del agua provocó el derrumbe de los plafones.

Ante la emergencia, personal medico recopiló los materiales de primeros auxilios y trasladó a los pacientes un lugar seguro en el hospital. Luego, relató una empleada, al entender que las posibilidades de sobrevivir disminuían con el paso del tiempo, escribieron sus nombres, fechas de nacimiento y un número de telefono de un familiar en sus brazos, para facilitar la identificación de sus cadáveres.

Sin embargo, los más de 70 pacientes y 80 empleados superaron la noche.

Al día despues, el vestíbulo del hospital aún tenía agua por todos lados, mientras del techo caían cables del servicio electrico y más agua. Los empleados, algunos descalzos y otros con sus pies cubiertos con bolsas plásticas, intentaban deshacerse del agua en el piso con una escoba o recogían escombros con una carreta.

Personal del Departamento de Salud evaluó las condiciones del hospital y tramitó la movilización de pacientes al Hospital Pavía, que tambien recibió daños en su infraestructura por el huracán.

El viernes en la tarde, el remanente del sistema electrico del hospital Dr. Susoni colapsó y se continuó la transferencia de pacientes.

La red de hospitales en Arecibo se encuentra en situación precaria debido a la falta de energía electrica y, por consiguiente, agua potable, por lo que solo atienden casos de vida o muerte.