Útiles las redes sociales en proveer información criminal
El simple acto de subir una foto en una red social cibernetica para llamar la atención y celebrar algún momento en particular, pudiera tambien convertirse en una valiosa fuente de información para la investigación de fraudes y la comisión de otros delitos.
Qué tal si la publicación de una alegre foto en Facebook termina proveyendo información sobre los movimientos de una persona que está siendo investigada por las autoridades?
Cómo la inocente acción de situarte cibernéticamente en una localidad real puede auto-incriminarte o dar pistas sobre sujetos sospechosos de crímenes?
Estas y otras preguntas fueron analizadas en el foro 'Fraud in Different Environment', evento auspiciado por el Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Puerto Rico, y que se celebró recientemente en un hotel de San Juan.
Como parte de la discusión, se planteó que ante la astucia y gran capacidad de movilidad de algunos timadores y criminales, el Internet se convierte en un importante instrumento ya que toda actividad – por trivial que parezca – puede arrojar valiosa información en torno a la vida y forma de pensar de alguien sospechoso de cometer delitos.
'Las personas que cometen fraudes tienden a utilizar los correos electrónicos para esconder su conducta. Por eso se deben considerar las cuentas de correo electrónico personal como fuente de evidencia', dijo el fiscal auxiliar federal, Marshal Morgan, quien fue uno de los deponentes invitados en el foro y compartió algunas de las estrategias de monitoreo utilizadas por la Fiscalía de los Estados Unidos.
Al hacer referencia a dos casos en la Isla relacionados a pornografía infantil y amenazas de muerte respectivamente, Morgan mencionó que las actividades de los criminales en el Internet y sus redes sociales fueron claves a la hora de esclarecer las fechorías.
En ese sentido, el fiscal federal realzó la importancia de estudiar los metadatos, que son la información específica sobre los datos que ya han sido recopilados previamente.
'Cuando se estudia la información digital en las investigaciones criminales, ésta se debe leer entrelíneas e incluso comparar con material impreso ('hard copies'). Se deben mirar los metadatos, estudiar cuándo y quién envió un correo electrónico. También hay que utilizar las redes sociales y ver, por ejemplo, a qué hora y en qué lugar se tiró la foto que se subió al Internet', explicó Morgan.
A pesar de la utilidad del Internet y sus metadatos derivados, Morgan, además, reconoció que muchos criminales hoy día son muy diestros en alterar esta información y así esconder su fechoría.
'Cuando alguien tiene la habilidad de alterar los metadatos, necesitarás otras avenidas para corroborar la información. Es en estas instancias que deberías considerar a Google y Facebook como valiosas herramientas en tu arsenal', acotó el funcionario del gobierno estadounidense.
Igualmente, Morgan explicó que la experiencia investigativa de Fiscalía federal demuestra que hay hasta maneras de recuperar la información de aquellos correos electrónicos que han sido previamente borrados con el propósito de ocultar evidencia.
'Los correos electrónicos contienen diferentes metadatos. Tal vez éste fue impreso por alguien previamente. También se debe verificar quién o quiénes fueron los recipientes y si hubo gente copiada en el mensaje. Esas personas quizás conserven una copia de la comunicación', expresó Morgan.
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