Objeto brillante en suelo marciano despierta curiosidad del robot
Un pequeño objeto brillante, visible en una de las fotografías enviadas a la Tierra desde Marte por el robot Curiosity, ha despertado la curiosidad de los científicos, informó hoy la agencia espacial estadounidense NASA.
En el día marciano 61 de su misión, Curiosity, que se posó sobre Marte el 6 de agosto, levantó una porción de arena y polvo en su bandeja de 4.5 centímetros de ancho por 7 centímetros de largo y la expuso ante sus cámaras.
En algunas de las imágenes, cerca del borde inferior de las fotografías transmitidas desde Marte, los científicos distinguieron un pequeño objeto brillante que podría ser un trozo del mismo robot.
En el día marciano 62, que concluyó el martes, los técnicos del Laboratorio de Propulsión en Pasadena (California) que dirigen la misión de dos años suspendieron el uso del brazo del robot y se dedicaron a obtener más imágenes del objeto.
La NASA mostró en su sitio de internet un vídeo compuesto por 256 tomas desde la cámara en el mástil de Curiosity, a razón de ocho tomas por segundo más tomas interpoladas para que transcurran a la velocidad real en esta versión de 32 tomas por segundo.
En el vídeo puede verse cómo la bandeja vibra para desechar el exceso de polvo y arena recogidos. La vibración, explicó la NASA, sirve además para mostrar las características físicas de la muestra recogida como, por ejemplo, la ausencia de pedruscos.
El cráter Gale donde el Curiosity descendió en Marte estuvo cubierto por corrientes de agua de aproximadamente un metro de altura que pudieron haber albergado vida, según ha indicado la NASA.
Las cámaras del Curiosity proporcionaron la primera prueba de que en el planeta rojo hubo agua, al menos en una parte, pero 'durante mucho tiempo'.
El científico John Grotzinger, del Laboratorio de Ciencia de Marte de la NASA, concluyó que las fotografías enviadas desde el explorador Curiosity revelan que el planeta fue 'habitable', descubriendo así uno de los principales objetivos de la misión.
Grotzinger precisó que el área donde se tomaron las fotografías necesita ser estudiada con más detenimiento, pero aseguró que ese 'flujo de agua pudo ser un entorno habitable'.
Las fotos de las rocas que tomó el robot explorador muestran la redondez de las piedras y la dispersión de grava y guijarros que pudieron ser arrastrados por el agua a lo largo de unos 40 kilómetros.