Boricua celebra cumpleaños en el espacio
Moscú - El astronauta estadounidense de origen puertorriqueño, Joseph Acabá, celebra su 45 cumpleaños hoy, el mismo día en que llegó a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La nave rusa Soyuz tripulada por Acabá, ingeniero de vuelo, y los rusos Pádalka y Revin se acopló hoy a la EEI tras ser lanzada hace dos días, tras lo que abrieron las escotillas y accedieron a la plataforma orbital.
Acabá, que nació el 17 de mayo de 1967 en Inglewood, California, se convertirá al término de su misión de más de cuatro meses en la estación en el astronauta hispano que ha pasado más tiempo en el espacio exterior.
'Estoy seguro de que dentro de cuatro meses Guennadi (Pádalka) y Serguéi (Revin) serán capaces de hablar en perfecto español', dijo el estadounidense Acabá horas antes de subirse a la Soyuz en el cosmódromo kazajo de Baikonur.
Profesor de ciencias y matemáticas en un instituto de secundaria en Florida, se ganó la admiración de los puertorriqueños cuando viajó por vez primera al espacio en marzo de 2009 a bordo del legendario transbordador estadounidense Discovery que llevó paneles y baterías solares a la EEI.
Una de las principales misiones de Acabá, que será el ingeniero durante los dos días de vuelo de la Soyuz, será recibir la nave estadounidense de carga Dragon, cuyo lanzamiento por la NASA está previsto para el próximo 19 de marzo.
En principio, Acabá no hará caminatas espaciales, que sí realizó cuando formó parte de la misión STS-119 del Discovery que duró dos semanas (15-28 de marzo de 2009).
Acabá, que regresará a la Tierra a mediados de septiembre próximo, aseguró que todo se lo debe a sus padres, Ralph y Elsie, nacidos en Puerto Rico (Hatillo), emigrantes en los años 60 a Estados Unidos y que le enseñaron 'la ética del trabajo'.
Acabá viajó a Puerto Rico en 2008 y 2009, cuando fue objeto de diversos homenajes por las autoridades locales y compartió sus experiencias con los niños.
El acoplamiento se produjo a una altura orbital de 399 kilómetros, la mayor de la historia en la que se ha llevado a cabo esta maniobra.
'Estos indicadores son únicos. El anterior récord de altura de acoplamiento lo tenía la Soyuz TM-32, que en abril de 2001 se acopló a la EEI a una altura de 393 kilómetros', explicó el portavoz del CCVE.
La tripulación de la nave, lanzada este martes desde el cosmódromo kazajo de Baikonur, está integrada por los rusos Guennadi Padalka y Serguéi Revin, y el astronauta de la NASA de origen puertorriqueño Joe Acabá.
Los tres astronautas serán recibidos por otros tres tripulantes de la plataforma internacional: el ruso Oleg Kononenko, el holandés Andre Kuipers y el norteamericano Donald Pettit.
La Soyuz TMA-04M tenía que haber despegado el pasado 30 de marzo, pero Roscosmos, la agencia espacial rusa, se vio obligada a aplazar su lanzamiento debido a que su módulo de descenso sufrió una deformación durante una prueba de hermetismo.
Por ello, tres de los seis inquilinos de la EEI -los rusos Antón Shkáplerov y Anatoli Ivanishin y el estadounidense Daniel Burbank- tuvieron que permanecer en el espacio seis semanas más de lo previsto y, en vez de regresar a la Tierra el 16 de marzo, lo hicieron el 27 de abril.
Además, el aplazamiento obligó a recortar de 160 a 126 días la duración de la misión espacial de Padalka, Revin y Acaba, por lo que tendrán un programa de tareas más apretado.
A los pocos días de arribar a la plataforma los tripulantes de la Soyuz TMA-04M serán testigos,junto con los moradores veteranos de la EEI, de la llegada del nuevo carguero estadounidense Dragon, que será lanzado por la NASA el 19 de mayo.
El comandante de la misión 31 será Padalka, quien a sus 53 años es un veterano cosmonauta que ya ha viajado dos veces a la EEI y una a la legendaria estación soviética y después rusa MIR, y que ha permanecido 585 días en total en el espacio.
El ruso Revin, de 46 años, vuela por primera vez al espacio, aunque forma parte del programa de pilotos de Roscosmos desde 1996.
Además de los tradicionales experimentos y caminatas espaciales, la misión 31 tiene previsto lanzar un satélite que se encargará de pronosticar los plazos y el lugar de caída en nuestro planeta de los restos de aparatos espaciales y satélites de comunicaciones.
El programa científico de la expedición incluye al realización de 40 experimentos en áreas como la ecología, la medicina y la física.