La encrucijada de la prensa escrita
Viena.- A la prensa escrita en todo el mundo, que sufre las consecuencias de la imparable revolución digital e intenta responder, le quedan pocas opciones para sobrevivir y una de ellas pasa inexorablemente por ofrecer más calidad en sus contenidos.
Esta es la esencia de varios mensajes transmitidos hoy en la 63 edición del Congreso Mundial de Periódicos, que se celebra en Viena desde el 12 al 15 de octubre con participantes de un centenar de países.
Para Luca de Biase, del grupo italiano Il Sole 24 Ore, la salvación de la prensa escrita pasa por 'volver a lo básico' y escribir noticias interesantes y contrastadas, adaptables a los medios digitales, donde no existe la falta de espacio que tiene la versión de papel.
Citó como ejemplo de éxito en este sector al periódico 'Il Fatto Quotidiano', que ha sabido presentarse como una alternativa a la prensa italiana, informando de los escándalos del Gobierno de Silvio Berlusconi, que otros medios nacionales se niegan a publicar y que cerró el año pasado con 4 millones de euros de beneficios.
También deploró que medios de prestigio como el diario económico Il Sole 24 Ore hayan perdido lectores por haberse apartado del campo al que se han dedicado tradicionalmente, en parte quizás por haber querido copar un espectro demasiado amplio de las noticias.
Han Fook Kwang, director del diario 'The Strait Times', está convencido igualmente de la imperiosa necesidad de ofrecer calidad e invertir en ello, ya que 'el periodismo de calidad cuesta dinero'.
Para Eric Newton, del grupo estadounidense Knight Foundation, 'la mejora de los medios escritos pasa por la mejora de los medios digitales, ya que ambos se complementan, pero siempre haciendo un periodismo de calidad'.
Explicó el caso de una periodista que ofreció al diario New York Times hacer un reportaje sobre la basura flotante en el océano Pacífico, a lo que el medio respondió no tener los medios necesarios para que alguien se pasee con un catamarán para buscar desperdicios.
A continuación, la reportera expuso su ambicioso proyecto en la página HotSpot, donde logró donaciones para financiar el periplo, lo que demuestra la creatividad y los recursos que alberga la red para el periodismo de investigación, según Newton.
'Si la pluma es una espada, imagínense cuanto daño se puede hacer con BlackBerry, con el que se puede escribir, fotografiar y enviar otros productos multimedia', comentó el experto.
En los pasillos del Centro de Congresos de Viena, donde se desarrolla el evento, otros editores también se lamentaron del descenso de las ventas en la prensa escrita a costa de las ediciones digitales, que siguen sin ser rentables.
Por ello se buscan alternativas sobre como hacer de pago ciertas páginas de los periódicos digitales, como hacen el New York Times o Financial Times y el español El Mundo, entre otros muchos.
Lo que ha quedado claro entre muchos editores en el congreso vienés es la necesidad de ofrecer contenidos interesantes y ahí se ha destacado el motor de búsqueda por excelencia, Google, que tiene en sus entrañas unos 50.000 editores, según el gerente de esta empresa, Stefan Tweraser.
Aseguró que éste 'es un mercado enorme que ofrece grandes oportunidades', incluido el incipiente mercado para móviles, que está creciendo muy rápidamente, como lo demuestra el caso de Alemania, donde el porcentaje de terminales inteligentes ha pasado en poco tiempo de casi cero al 22% de los celulares.
Tweraser destacó también la importancia del vídeo y el gran número de descargas que se hacen desde las páginas de YouTube para entretenimiento, pero también para otros campos como el bricolaje o cursos de aprendizaje.
El mercado del vídeo también fue abordado en un foro sobre agencias de noticias.
Según el director de la agencia austríaca APA, Peter Kropsch, este segmento registra actualmente una gran demanda, pese al escaso o nulo rendimiento económico, ya que los clientes se resisten con frecuencia a pagar por estos servicios.
Por el contrario, Christoph Pleitgen, de la agencia Reuters, afirmó que para este grupo los vídeos son rentables, puesto que desde los años sesenta se ha dedicado a vender material a grandes cadenas de televisión, bajo los criterios de profesionalidad y dedicación de recursos.