Salud rechaza eliminar vacunación compulsoria a niños y estudiantes
La medida fue objeto ayer de vistas públicas convocadas por la Comisión de Salud de la Cámara.
El Departamento de Salud se opone al Proyecto de la Cámara de Representantes que propone eliminar la inmunización compulsoria de los niños preescolares y a los estudiantes del país, y establece exenciones, para “proteger” los derechos parentales y la libertad religiosa.
El P de la C 1948 crearía una nueva “Ley de Vacunación de Estudiantes”, que deroga la Ley 25 de 1983 para “prevenir enfermedades a través de la vacunación a la población estudiantil del sistema educativo público y privado de cinco a dieciocho años de edad; establecer las exenciones a la vacunación; proteger los derechos constitucionales y libertades fundamentales de los ciudadanos, entre ellas los derechos parentales y la libertad religiosa”.
La medida es de los populares Sol Higgins, Lydia Méndez y Jorge Rivera Segarra, el penepé Carlos Méndez Núñez y Lisie Burgos, de Proyecto Dignidad.
La medida fue objeto este miércoles de vistas públicas, convocadas por la Comisión de Salud de la Cámara, a las que compareció el secretario de Salud, el doctor Carlos Mellado López.
Este fue enfático en que se justifican las vacunaciones obligatorias, e hizo énfasis en el interés apremiante que tiene el Estado para salvaguardar la integridad de los niños y los ciudadanos.
Historia relacionada: Compulsoria la dosis de refuerzo antes del 31 de enero para personal de primera respuesta
“Si la mayoría de los niños de la comunidad en la que viven están inmunizados, los niños no vacunados también se benefician de la inmunidad colectiva. Debemos señalar que, si un número suficiente de padres actúa en su propio interés optando por no vacunar a sus hijos, entonces se pone en riesgo al público en general, violando un principio ético básico de no imponer daños a los demás”, expresó.
Declaró además que el Departamento de Salud reconoce la práctica de vacunación como un componente fundamental de la medicina preventiva. “Las recomendaciones de vacunación se revisan cada año, siendo consistentes con las recomendaciones del Comité Asesor en Prácticas de Vacunación o Inmunización (ACIP, en inglés), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) y con la Academia Americana de Pediatría.”
Advirtió en contra de derogar la Ley 25, puesto que eso convertiría a Puerto Rico en la única jurisdicción americana sin requerimientos de vacunación para los niños menores de cinco años, quienes componen la población más vulnerable a padecer complicaciones por enfermedades tales como sarampión, tosferina y pulmonía.
“Tratar de dejar fuera del requerimiento de vacunas a los niños más pequeños, sin analizar objetivamente los efectos de esas decisiones, podría tener graves consecuencias en la salud de la población puertorriqueña. La ciencia nos dice que las vacunas son absolutamente necesarias desde edad temprana si queremos mantener a nuestras comunidades libres de estas enfermedades”, sostuvo.
Por su parte el Departamento de Justicia, representado por la licenciada Nivia Candelaria Martes, ofreció sus recomendaciones sobre el proyecto de ley, y recordó la responsabilidad del Estado de salvaguardar el bienestar público.
“Puntualizamos que es un deber constitucional de esta Asamblea Legislativa proteger la salud de sus ciudadanos, por encima de aquellos derechos particulares”, sostuvo.
La agencia hizo constar su deferencia a los Departamentos de Educación y Salud, ya que “el asunto que aborda la pieza legislativa es uno especializado y centrado en la salud pública y la educación”.
A favor de la medida compareció la Dra. María. Carrascal Muñoz a quién le pareció “muy asertivo y sabio tener el espacio para dialogar y reevaluar los calendarios de inmunizaciones, sus justificaciones, sus datos de seguridad y eficacia de terceras entidades, y sus daños inmunitarios o efectos adversos en la población pediátrica”.
Dijo que nuestro sistema inmunológico se va debilitando conforme aumenta la exposición a antígenos de las inmunizaciones. “Tenemos una población enferma y muy vulnerable a mutaciones genéticas que los hacen propensos a ser pobres detoxificadores, y por ende, tienen mayor probabilidad de tener efectos adversos a fármacos y a vacunas”, declaró.
Historia relacionada: Proyecto Dignidad cuestiona vacunación obligatoria en niños de 5 a 11 años