Matanza de tortugas en Vega Baja es solo la 'punta del iceberg' de un gran problema
Tras un atestado 4 de julio, líderes comunitarios aseguran que embarcaciones manejadas de forma negligente han causado serios daños al ecosistema y a la vida marina en la Playa Puerto Nuevo.
El martes 4 de julio, una vista aérea de la Playa Puerto Nuevo de Vega Baja, lugar que varios líderes comunitarios intentan sea declarado como reserva natural, mostraba un balneario forrado de esquina a esquina por carpas y sombrillas, y con un literal rompeolas formado por más de una treintena de embarcaciones amarradas, la mitad de ellas, en la zona de bañistas.
Esta es la playa que el municipio vegabajeño ha hecho que con mucho esfuerzo lleve el distintivo de Bandera Azul, pero que al mismo tiempo, exhibe en fechas especiales, desde hace tiempo un patrón de descontrol, tanto por parte de sus visitantes, como de nautas, algunos de ellos inescrupulosos, al punto de causar serios daños al ecosistema y a la vida marina que allí habita.
Esta semana NotiCel reportó en exclusiva la muerte de cinco tortugas peje blanco, en un asunto de índole criminal que es investigado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Pero las muertes de las tortugas es solo parte de uno de los problemas en la paradisíaca Playa Puerto Nuevo.
Ayer, no solo más de 30 embarcaciones se alinearon en el balneario. También un número similar de motoras acuáticas —las mismas que se han visto encalladas en los arrecifes de coral— fueron vistas y retratadas por residentes de la playa quienes ya están cansados de ver estas estampas.
Recientemente uno de estos llamados 'jetskis' quedó atascado en uno de los arrecifes. Quedó además tan averiado, que no pudo ser sacado por la rampa ubicada en la zona de Cibuco, sino que fue literalmente remolcado por un vehículo de tracción que lo sacó por la arena y finalmente lo llevó hasta su trailer de transporte en una evidente infracción a las leyes del DRNA.
"Hay una preocupación muy grande", expresó una vez más José 'Cheo' Reyes, portavoz de la Comunidad Pro Reserva Natural Playa Puerto Nuevo a NotiCel.
"Hoy (4 de julio) la cantidad de gente es increíble en la playa, y tenemos un problema muy grande con las embarcaciones y los jetski que ya hasta vimos uno atascado recientemente en los corales. Lo que queremos es cuidar este lugar que deseamos se convierta en una reserva natural. Aquí no solamente habitan tortugas, también tenemos manatíes y otras especies. Esto es un santuario de vida marina y ahora vemos exceso de la lanchas dentro de la zona de bañistas", comentó.
La muerte de las cinco tortugas hace unas semanas en la Playa Puerto Nuevo ha levantado una bandera roja y el asunto está siendo investigado por el Cuerpo de Vigilantes del DRNA.
El alcalde de Vega Baja, Marcos Cruz Molina, dijo a otros medios que tenía conocimiento de la muerte de las tortugas y que está al tanto de la investigación en curso.
Habló además de un estructurado plan de servicio para el mes de julio en la playa Puerto Nuevo, donde precisamente, el próximo fin de semana su ayuntamiento tiene en agenda celebrar allí un Festival Playero que promete inundar una vez más el lugar.
Las imágenes provistas ayer por residentes, sumado a una visita física al lugar, también demostró que el número de visitantes era tal, que las torres de salvavidas no tenían el espacio abierto de seguridad requerido frente a ellas para atender emergencias.
"Cuando la playa se llena a esta capacidad, una emergencia es difícil de atender", agregó Reyes.
La Playa Puerto Nuevo se ha convertido en un enorme atractivo turístico que ha obligado a que el municipio adquiera maquinaria especial para mantener sus arenas siempre limpias.
Vea también: DRNA investiga atroz crimen ambiental en Playa de Vega Baja
En la zona, cerca de 200 propiedades son alquiladas a través de servicio de renta Airbnb. Muchas otras han sido adquiridas por extranjeros atraídos por la belleza de lugar.
"Eso es un santuario", indicó el también portavoz de la Comunidad Pro Reserva Natural, Fernando 'Wison' Rojas, quien destacó como otros problemas la invasión de motoras y embarcaciones en las zonas de manatíes, y el atascamiento de algunos de estos vehículos en áreas protegidas de corales.
"Aquí el problema es que todo el mundo tira la bola y nadie hace valer las regulaciones. Desde la lógica, si aquí se detectan manatíes, como lo es el caso, ya se tiene que cambiar la clasificación de la zona. Cuando uno de esos manatíes tiene una herida de hélice es hora de ya controlar lo que sucede en la playa. Sabemos que convertir la playa en un santuario es cuesta arriba, pero el hecho de que exista una familia de manatíes se supone que active algo", indicó.
Rojas señaló también que es muy posible que muchas más tortugas, que las cuatro reportadas, hayan sido cazadas.
Su hipótesis se basa en la ausencia de estos pejes blancos en comparación a lo que había hace un tiempo.
Rojas se dedica también en ocasiones a brindar 'tour' a turistas en la playa, tanto en 'paddleboard' como haciendo 'snorkeling'.
Es durante esas aventuras que ha podido divisar múltiples veces las especies que allí habitan.
"Antes teníamos como 30 tortugas que se dejaban ver. Ahora no se pueden garantizar durante los tours que doy. Ya no. Ahí han matado más de cuatro tortugas. Es una tragedia, que un día como hoy (4 de julio) sea la muestra de "éxito". Eso no es un éxito, es un crimen. Cualquier tortuga que quede, después de hoy, o está sorda o achocada (por el impacto de un bote)", aseguró.
Haydelin Ronda, Comisionada del DRNA, confirmó hace unos días que la investigación para dar con el paradero del cazador o los cazadores furtivos de las tortugas, está bien adelantada, y que estos se enfrentan a posibles convicciones en el ámbito estatal y federal.