FEMA discriminó con boricuas tras María, asegura informe
Mientras, la administradora de la agencia federal, Deanne Criswell, de visita en el país, opinó que cuando hay un huracán como el de 2017, "extremadamente catastrófico, hay recuperaciones extremadamente complicadas".
La Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos publicó un informe que estableció que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) discriminó con los discapacitados, pobres y quienes no manejaban el inglés en Puerto Rico tras el paso del huracán María en septiembre de 2017.
La información surge como parte de un documento que se difunde a tres días del azote del ciclón Fiona por la Isla y cuando se espera ayuda de esa agencia federal, cuya administradora Deanne Criswell está de visita en el país.
El informe, que dio a conocer en San Juan el comisionado Michael Yaki, revela también que contratistas que obtuvieron fondos federales de la FEMA no completaron su trabajo en la Isla, hubo falta de preparación de funcionarios de la agencia federal, problemas de personal y fallas en el seguimiento de datos, así como ausencia de transparencia en el proceso de solicitud de ayuda e inconvenientes con la titularidad de propiedades afectadas.
El documento “Respuesta federal para los derechos civiles y protecciones durante los huracanes Harvey y María” se publica en momentos en que la Isla afronta otra emergencia por un ciclón, que según el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia ha dejado graves daños que han motivado la petición al gobierno de Estados Unidos para que declare “desastre mayor” en la Isla, que ya fue concedida por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo que implica más ayudas federales.
Precisamente, la administradora de la agencia federal se encuentra de visita en la Isla y ayer, miércoles, en una apresurada conferencia de prensa en el NMEAD (tenía que trasladarse con el gobernador en helicóptero para apreciar la devastación luego de Fiona), no atendió todas las preguntas de la prensa, entre ellas el informe de la Comisión, aunque sí esbozó algunos conceptos relacionados.
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Criswell comentó que “cuando hay un huracán como María, extremadamente catastrófico, hay recuperaciones extremadamente complicadas”, en referencia a la destrucción que dejó el huracán María (categoría 5, casi 3,000 muertos, destrucción casi total del sistema eléctrico y daños generales en infraestructura).
Las expresiones pueden dar una luz en torno al revelador informe que indica que la FEMA discriminó en el trato a pobres, personas con discapacidades y los residentes negros en áreas con mayores daños y electricidad e Internet.
A su vez, no brindó ayuda oportuna y no tenía suficiente personal que hablara español para afrontar la emergencia provocada por María, un período en el que Donald Trump estaba en la presidencia de Estados Unidos y se enfrascaba en disputas con políticos locales.
También, el informe destaca que contratistas reclutados con fondos federales a menudo no completaron su trabajo y hubo falta de preparación, problemas de personal, fallas en el seguimiento de datos, falta de transparencia del proceso de solicitud de ayuda, e inconvenientes con la titularidad de propiedades (el 55% de los dueños de vivienda en la isla no poseían títulos de sus casas).
El documento consigna que luego de María, la FEMA recibió más de 1.1 millones de solicitudes de asistencia de vivienda en Puerto Rico, pero rechazó el 60% por inconvenientes con la documentación del título, pero la Comisión aseguró que no hay leyes en Puerto Rico que exijan que los propietarios registren sus propiedades (a partir del año pasado, la FEMA ha flexibilizado los requisitos para que los dueños demuestren la titularidad).
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“Los sobrevivientes tuvieron que lidiar con demoras por pautas poco claras sobre cómo acceder a la ayuda del gobierno”, sostiene la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos, que por primera vez en sus 65 años de historia examina las implicaciones para los derechos civiles ante la respuesta federal a desastres.
La entidad recomienda la necesidad de pautas más claras para solicitar ayuda, que incluyan “un portal más simplificado para la recepción de toda la asistencia federal por desastre”.
Asimismo, considera que “el desarrollo de proceso de recuperación y mitigación debe centrarse en los sobrevivientes con las mayores necesidades, en particular las personas de color, las personas de bajos ingresos, las personas con discapacidades, los inmigrantes, las comunidades LGBTQ y otras personas marginadas, y proporcionar una cantidad suficiente de personal con fluidez en los diversos idiomas encontrados en las áreas afectadas”.
Incluso, el informe incluye expresiones de algunos comisionados del organismo que coinciden en que la Isla puede haber sido considerada como de “segunda clase” debido a su estatus político.
La administradora de la FEMA dijo ayer que la agencia federal trabaja ya con la emergencia de Fiona en un “esfuerzo concertado” y con “una sola visión”.
“En la medida en que empecemos a trabajar en la recuperación de Fiona estaremos apoyando al gobernador en sus metas agresivas, para encaminarnos en la recuperación. Pero hay que hacerlo de una forma de que se establezca un Puerto Rico más resiliente”, la palabra de moda cuando ocurren emergencias en la Isla.
También recalcó que la declaración de desastre mayor solicitada por el gobernador incluye asistencia individual: “Vamos a trabajar con las familias que sufrieron daños por ambas tormentas para asegurarnos de que reciban los recursos que hagan falta y dedicarnos a la recuperación. Vamos a tomar la situación de cada familia en particular. Y si la familia ha sufrido daños adicionales (a los del huracán María), recibirán asistencia adicional”.
Sobre el ciclón que destruyó Puerto Rico el 20 de septiembre de 2017, la funcionaria federal declaró que “la respuesta inicial fue estabilizar la situación y llevar a las comunidades a un nivel que pudieran funcionar y eso incluyó medidas temporeras. Al hacer la transición hacia la reconstrucción, uno quiere asegurarse de no hacer las cosas a la prisa, sino de forma más resiliente”.
Criswell informó que, tras Fiona, en la FEMA “hemos hecho evaluaciones iniciales para poder apoyar la declaración de desastre mayor, pero no tendremos aún una idea clara y completa del alcance de las reparaciones hasta visitar las comunidades directamente, con peritos para que hagan evaluaciones más a fondo”.
Para ver el informe, acceder a este enlace: