Rosselló asegura no quiere callar a nadie, solo quiere cooperar
El gobernador Ricardo Rosselló Nevares rechazó el jueves que el despido de Raúl Maldonado Gautier pueda interpretarse como un castigo a un funcionario que denunció irregularidades en el Gobierno y rechazó que las expresiones que hicieron ayer el secretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira, y el subsecretario de la Gobernación, Erik Rolón, sobre la 'lealtad' que se requiere a los funcionarios de la administración tuvieran el propósito de callar a los posibles cooperadores con las investigaciones federales.
'Lo que yo le he pedido a mis jefes de agencia es que si hay algo que está pasando, que se informe y se someta la querella a las autoridades pertinentes. El asunto de Maldonado fue un asunto de confianza, inclusive, al solicitarle la renuncia le invité a que hiciera lo que no había hecho de que someta toda la evidencia a las entidades para que se pueda operar sobre ello. Si él tiene información que la someta, son dos cosas distintas y se cae un tanto en la demagogia cuando se trata de vincular esto conque es para callar a la gente, al contrario', dijo el Gobernador en conferencia de prensa.
'Le reitero que nuestro gobierno quiere erradicar la corrupción y siempre está dispuesto a colaborar', expresó sobre la entrevista que ofreció esta mañana el jefe del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) en Puerto Rico, Douglas Leff, en la que explica que están investigando sobornos y venta de influencias en la otorgación de contratos de todo tipo, incluyendo relacionados con la ayuda federal para el huracán María.
El Gobernador dijo que le 'frustra' que las imputaciones de corrupción puedan crear incertidumbre en el país y 'ver que se hagan unas imputaciones falsas y que se trabaje sobre esto'.
'Pueden ver mi récord, no es a los enemigos, es a todas las personas que se le han hecho imputaciones que después demostraron ser falsas, inclusive como el exsecretario de la Gobernación, William Villafañe, que se le separó de su posición, porque era en el mejor interés del pueblo de Puerto Rico', añadió.
El primer ejecutivo pidió que 'ponderemos por un segundo si estas implicaciones, insinuaciones y seguir con ese discurso le hace bien o le hace daño a Puerto Rico. Obviamente que ese discurso por sí solo le hace daño a Puerto Rico, sin duda alguna', pero rechazó que haya una parálisis que afecte la economía del país.