El designado secretario de Estado encara dificultades en la Cámara de Representantes y el Senado.

Como el Titanic, el nombramiento del designado secretario de Estado, Omar Marrero Díaz, parece que chocará con un iceberg en la Legislatura.

Nombrado por el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia el pasado lunes, la experiencia de Marrero Díaz, acumulada en su paso por cuatro administraciones de gobernadores del Partido Nuevo Progresista (PNP), se asemeja a aquel témpano de hielo que precipitó el hundimiento del barco “prácticamente insumergible”, en apenas dos horas y 40 minutos.

El nombramiento del funcionario que sería el primero en la línea de sucesión de la gobernación requiere del consejo y consentimiento de la Cámara de Representantes y el Senado. La designación de su predecesor, el exsenador Larry Seilhamer Rodríguez, navegó sin problemas en la Cámara Alta. Pero zozobró en la Cámara Baja.

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En este cuerpo, la delegación del Partido Popular Democrático (PPD), encabezada por el presidente Rafael “Tatito” Hernández Montañez, intentó utilizar el nombramiento como ficha de canje para lograr que el Primer Ejecutivo estampara su firma sobre una reforma electoral, que nunca se concretó, y una medida que restituía poderes a la Legislatura para intervenir en asuntos presupuestarios, que Pierluisi Urrutia vetó. Finalmente, la Cámara colgó el nombramiento de Seilhamer Rodríguez por su defensa del contrato de LUMA Energy, el consorcio privado que asumió la administración del sistema de distribución y transmisión eléctrico desde el 1 de junio mediante un contrato a 15 años, que la Legislatura procura enmendar por sus disposiciones onerosas.

Ayer, el presidente de la Comisión de Gobierno de la Cámara, Jesús Manuel Ortiz González, aseguró durante el “El Push de la Mañana” de NotiCel que el cuerpo que preside evaluará el nombramiento de Marrero Díaz en el contexto de las posiciones que ha ocupado en el gobierno en los pasados años.

“Yo no voy a adelantar ningún juicio sobre el nominado. Yo te voy a decir lo siguiente. Vamos a darle un proceso justo, un proceso abierto para que se discutan sus credenciales y esas credenciales para ocupar el puesto tienen varias vertientes. El tema de la preparación es una de ella. Pero además de eso, en el caso del licenciado Marrero, él ocupa un puesto público y por los pasados cuatro o cinco años ha ocupado varios puestos importantes y no son cualquier tipo de puesto”, apuntó.

El actual director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf) estudió administración de empresas en la Universidad de Dayton, Ohio y completó un juris doctor en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, donde dictó clases durante siete años. Tiene una maestría en derecho corporativo de la Universidad de Nueva York.

Hasta que culmine la negociación de la deuda pública, Marrero Díaz también se mantendrá en la jefatura de Aafaf. Anteriormente ocupó el cargo de secretario de Asuntos del Consumidor, director ejecutivo de la Autoridad de los Puertos, de la Autoridad del Distrito de Convenciones y de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas. Capitaneó el establecimiento de la Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia y representó a la exgobernadora Wanda Vázquez Garced ante la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).

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“Todas esas posiciones inciden sobre los temas más importantes que Puerto Rico vive en este momento: el tema fiscal, las conversaciones con la Junta, las alianzas público privadas que tanto se han discutido con LUMA y las lanchas de Vieques y Culebra, entre otras tantas cosas que tienen que ser parte de esa evaluación”, insistió Ortiz González.

“Cuando venga aquí ante la Cámara, él tiene que saber que tiene que contestar preguntas sobre su desempeño en todas esas posiciones. Yo entiendo que él debe estar listo para eso y lo he adelantado cada vez que me han preguntando porque su nombramiento por ser la persona que es y haber ocupado las posiciones que ocupa y ha ocupado va a requerir una conversación sobre esos temas sin duda alguna”, agregó.

Diferente a Seilhamer Rodríguez, cuya designación generó elogios entre los legisladores y la ciudadanía, el nombramiento de Marrero Díaz generó malestar entre los sectores, que se oponen a la privatización de los servicios públicos y rechazan la presencia de la JSF en el País.

En la Cámara, la representante del Movimiento Victoria Ciudadana, Mariana Nogales, Molinelli aseguró que “no será confirmado” por sus vínculos a las iniciativas de privatización de servicios públicos. Otros cuestionaron sus logros, como el representante y portavoz del PPD, Ángel Matos García, quien apuntó que “en cada posición que por 5 años el señor Marrero ha ocupado no hay logros ni resultados”. El representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez Lebrón, también indicó que votará en contra del nombramiento.

Esas críticas encontraron eco en el Senado.

Las senadoras del PIP, María de Lourdes Santiago Negrón, y Ana Irma Rivera Lassén del Movimiento Victoria Ciudadana expresaron su repudio al nombramiento, que cuenta con los votos de los senadores y los representantes del PNP. El senador independiente José Vargas Vidot también se opuso a la designación de Marrero Díaz por su participación en el proceso, que cedió las operaciones de la Autoridad de Energía Eléctrica a LUMA Energy.

Aunque el portavoz del PPD en el Senado, Javier Aponte Dalmau, señaló que no quería asumir una posición, sus expresiones dejaron entrever su incomodidad con el nombramiento.

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“El nominado es el arquitecto de los modelos de privatización más recientes, mediante los cuales se han desmantelado agencias y quitado garantías a nuestros trabajadores. Una cosa es ser director de Aafaf y otra es que el principal privatizador del país se convierta en algún momento en el gobernador de Puerto Rico”, indicó en expresiones escritas.

El presidente del Senado y de la Comisión de Nombramientos, José Luis Dalmau Santiago, reiteró ayer que el nombramiento de Marrero Díaz será evaluado siguiendo el mismo trámite que han seguido otros nominados y nominadas y que su desempeño en su tránsito por el gobierno formará parte de ese análisis.

“Hasta el momento no (no tengo reparos)”, afirmó en entrevista con Radio Isla.

Ante la ristra de críticas que recibió el nombramiento y que presagian la misma lucha entre rojos y azules que aderezó la primera Sesión Ordinaria del cuatrienio, los dos medios de circulación principal reclamaron a la Legislatura seriedad a la hora de evaluar a los nominados del Gobernador para lograr estabilidad en la gobernanza del País.

Mientras tanto, Marrero Díaz se ha paseado por los medios de comunicación defendiendo su gestión. Al reaccionar a señalamientos de las posiciones que ocupó en el pasado, aseguró que solo implementaba la política pública del momento e insistió en que el polémico contrato de LUMA Energy cuenta con las garras para fiscalizar al consorcio privado, pese a que los apagones y las fallas eléctricas se han convertido en parte de la rutina diaria.