Refutó determinaciones del ente fiscal.

La llegada del gobernador Pedro Pierluisi Urrutia a las reuniones de la Junta de Control Fiscal (JCF) añadió otro sazón a estos cónclaves. No tiene voto, pero ayer en su primera participación en una reunión pública del ente fiscal, el Mandatario cuestionó sus estilos y sus decisiones.

Todo comenzó con una decisión de la Junta de rechazar una petición para utilizar una partida del pote para sufragar los pareos de los proyectos de reconstrucción que se realizan con fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para reconstruir la pista del Aeropuerto de Aguadilla y dragar la Bahía de San Juan durante la sesión de aprobación de solicitudes de redistribución de fondos del Gobierno de Puerto Rico.

En total, la Junta aprobó el uso de $60 millones para ofrecer terapias y servicios a los estudiantes de educación especial, construir una sala de operaciones cardiovasculares híbrida, construir un nuevo Centro de Rehabilitación dentro del Hospital de Trauma en Río Piedras, financiar el Festival Casals, la Orquesta Sinfónica y el Instituto de Cultura Puertorriqueña.

También aprobó $654,000 para que la Oficina de la Procuradora de las Mujeres desarrolle una campaña de prevención y educación para evitar la violencia contra las mujeres como parte de la declaración de estado de emergencia por violencia de género.

Rechazó, sin embargo, una petición de fondos del Departamento de Asuntos del Consumidor para comprar artículos de prevención contra el Covid-19 porque la agencia podía solicitar fondos del Cares Act para esa compra y la petición para la pista y el dragado.

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Pierluisi Urrutia objetó con vehemencia que la Junta no asignara los fondos para el Aeropuerto de Aguadilla y el dragado de la Bahía de San Juan porque se trataban de proyectos importantes y que apoyaban el desarrollo económico de la Isla. Mencionó que la reconstrucción de la pista se realizaría con unos $135 millones de fondos mayores federales.

“Es un proyecto estratégico que está en mi plan de gobierno”, apuntó.

“Necesitamos pareo en este momento. No puede esperar al próximo año fiscal”, agregó.

Como parte de su argumentación, cuestionó que la Junta entrara en la aprobación de redistribuciones presupuestarias pequeñas y planteó que en vez de rechazar una petición de un proyecto de envergadura el equipo técnico de la Junta debía ayudar en la búsqueda de financiamiento para esos proyectos.

La directora ejecutiva de la Junta, Natalie Jaresko, explicó que la Junta no podía delegar esa facultad de aprobación asignada por disposición de Ley. Pero el debate no quedó ahí.

Justin Peterson, que inició la jornada cuestionando las proyecciones de ingresos que realizaba la Junta y haciendo planteamientos de transparencia, se sumó a la controversia. Argumentó que rechazar la petición del aeropuerto contradecía la función de la Junta de promover el desarrollo económico de la Isla y presentó sin éxito una moción para aprobar esa medida.

“No estamos votando en contra de mejorar al aeropuerto”, ripostó Jaresko.

Explicó también que el cuerpo daría paso a la petición si la Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, por sus siglas en inglés) certificaba que ese dinero no se necesitaba para los proyectos programados a construirse con fondos de FEMA.

“Es un proyecto importante, pero se tiene que identificar una fuente de financiamiento. No es solo gastar dinero por gastar. Es gastarlo de forma eficiente”, soltó Andrew Biggs.

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Ante los constantes señalamientos de Peterson, Biggs lo increpó por querer buscar un titular negativo que dijera que la Junta no quería ayudar en la construcción del aeropuerto.

“No es justo. No nos estamos haciendo los difíciles. Solo pedimos que se identifiquen los fondos y lo hacemos”, señaló Biggs.

En medio del debate, el Gobernador reiteró su posición de querer mejorar la relación con la Junta. “En vez de chocar, esto debe ser una conversación... Todo lo que pido es sencillamente un cambio de rumbo", dijo.

Al final de la primera reunión pública del año, que se extendió tres horas, Pierluisi Urrutia volvió a reclamar un cambio de tono. Tras consultar con su equipo, señaló que la petición de fondos del Aeropuerto de Aguadilla se había realizado en diciembre 23 y que le había tomado cinco semanas a la Junta rechazarla. Abogó por mayor rapidez en el proceso. “Podemos hacerlo mejor colectivamente”, apuntaló.

El presidente de la Junta, David Skeel, agradeció su participación en el cónclave.

“Este es uno de los beneficios de tenerlo presente. Podemos hablar en tiempo real y desde nuestras convicciones”, afirmó antes de presentar una moción para el cierre del encuentro.