La licenciada Carmen Feliciano Márquez habló con NotiCel sobre su visión de la oficina que dirigirá en la Capital Federal.

Habló con ilusión, con esa energía contagiosa que salpica los proyectos nuevos. Hasta recientemente, la nueva directora ejecutiva de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (Prafaa, por sus siglas en inglés), Carmen Feliciano Márquez, prefería realizar su trabajo tras bastidores, lejos de los focos de las cámaras.

Lo había logrado.

Lleva más de dos décadas instalada en Washington, D.C., donde dirigió la oficina del entonces comisionado residente Pedro Pierluisi Urrutia durante sus dos términos en el Congreso federal y en los pasados cuatro años la Oficina del Senado en esa ciudad. Laboró en las oficinas congresionales de Luis Fortuño Burset y de Carlos Romero Barceló. Previo a estas experiencias ocupó un puesto de asesora legal en Prafaa y durante una pausa de su labor en el 'Hill' dirigió la Asociación Nacional de Abogados Hispanos.

Pero desde la semana pasada, esta abogada puertorriqueña regenta la oficina del Gobierno de Puerto Rico en la capital federal, que en la antesala de la toma de posesión del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, se encuentra bajo el control de la Guardia Nacional en anticipo a atentados o manifestaciones violentas de los seguidores de Donald Trump.

De la periferia, ahora la mujer que nació y se crió en Guaynabo concede entrevistas para conversar sobre su agenda de trabajo y sus proyectos para adelantar los intereses de la Isla al otro lado de la orilla.

Siempre supo que quería trabajar en asuntos gubernamentales.

“El año en que me gradué de ‘high school’ fui a una actividad de campaña de don Carlos (Romero Barceló). Recuerdo que le di la mano y le dije ‘me voy a estudiar a Estados Unidos para regresar a trabajar por Puerto Rico’”, narró a NotiCel.

Becada partió a la Universidad de Syracuse en Nueva York donde se graduó con honores del programa de Relaciones Internacionales. La estadía de cuatro años se extendió a siete cuando decidió estudiar derecho. Tiene un Juris Doctor de la Escuela de Derecho de la Universidad Syracuse. Habla español, inglés y francés.

“Me fui a Syracuse sin haber visitado la universidad y sin conocer lo que era frío”, indicó sobre ese arrojo que la caracteriza a la hora de emprender nuevos retos.

Regresó brevemente a la Isla, donde laboró en un “bufete pequeño” en el Viejo San Juan con Francisco Troncoso y Gerardo Carlo, quien luego de convirtió en el juez Presidente del Tribunal federal de Quiebras para el Distrito de Puerto Rico.

De hablar fácil, Feliciano Márquez contó que entrevistó para el puesto de ‘Chief of Staff’ de Pierluisi Urrutia y para el cargo de directora de legislación Fortuño Burset. “No conocía a ninguno de ellos”.

En entrevista con NotiCel, Feliciano Márquez indicó que dedicará los primeros meses de su gestión a centralizar los esfuerzos de cabildeo del Gobierno, que durante el pasado cuatrienio consistió de una operación suelta y fragmentada.

“Segundo en mi lista están los fondos de reconstrucción. Hemos estado trabajando en estos pasados cuatro años no solo en lograr las asignaciones sino para que se desembolsen esos fondos. Espero que bajo la administración demócrata del presidente Biden eso se facilite”, afirmó.

Desde su oficina, promoverá iniciativas que ayuden a impulsar la economía isleña, que atraviesa por una quiebra gubernamental en medio de una recesión de más de una década. Mencionó, por ejemplo, arreciar los esfuerzos para lograr legislación federal que finalmente garantice que los puertorriqueños reciban la misma partida de fondos Medicaid que reciben los estados y que extienda a Puerto Rico el crédito contributivo federal por hijos.

Una veterana en esa idiosincrasia de Washington, Feliciano Márquez trabajará estrechamente con la oficina de la comisionada residente, Jennifer González Colón, para complementar la lucha por los intereses de la Isla, una dinámica poco vista por años en que aun respondiendo a la misma administración, surgen luchas de protagonismo.

“Puerto Rico necesita tener apoyo. Prafaa porque añade recursos. No solo cabilderos. También le brinda apoyo a los jefes de agencia en cuanto a la agenda federal. Las personas que trabajan en Prafaa saben cómo funcionan las agencias federales. Qué está pasando con los fondos. Tienen un dominio de esas áreas, que quizás en Puerto Rico no lo tienes en las agencias”, respondió sobre la relevancia de la agencia.

“Los gobernadores tienen oficinas aquí en Washington D.C. y están monitoreando todo esto de los fondos federales y ellos tienen delegaciones completas de representantes y senadores, y aún así tienen su oficina del gobernador aquí. Tener una oficina del Gobernador en Washington no es una aberración. Es manera de trabajar con el gobierno federal. Creo que es importante que esté”, agregó.

Pese a los nuevos aires que soplan en la capital federal y que la Ley Promesa no ha cumplido su objetivo, Feliciano Márquez se expresó con cautela sobre posibles enmiendas al estatuto que impuso una Junta de Control Fiscal al Gobierno de Puerto Rico.

“Fui parte de la redacción de la legislación. Estaba con el Comisionado Residente. El propósito no se ha cumplido. Tampoco esperábamos que se cumpliera súper rápido. Creo que hay frustración y que el mismo Gobernador lo ha expresado”, apuntó.

“La Junta tiene que asegurarse que haya un presupuesto balanceado, que Puerto Rico no gaste más de lo que entra, pero la política pública la establece el Gobernador de Puerto Rico. La intención de esa legislación no era que la Junta estuviera estableciendo eso y que hubiera este micromanejo de la política pública de Puerto Rico”, agregó.

Indicó que un Congreso en manos demócratas podría abrir la puerta a una enmienda del polémico estatuto. Durante el cuatrienio que recién acabó, la Cámara de Representantes bajo el control de los demócratas realizó vistas y elaboró un borrador con posibles enmiendas.

“Hay que ver si los aliados de Puerto Rico están dispuestos a darle paso a esa enmienda”, comentó Feliciano Márquez.

Prafaa como una oficina que promueve la política pública de la administración también apoyará iniciativas para adelantar la estadidad, pero que eso no impedirá que continúe apoyando la labor de la Legislatura en tiempos de la pluralidad político partidista.

“Espero desde mi oficina poder darle los servicios a los legisladores como lo estuve haciendo desde la Oficina del Senado irrespectivamente del partido”, acentuó.

Explicó que la Oficina del Senado en Washington D.C. cesó operaciones el pasado 30 de noviembre. Ante las críticas que generó el salario que devengaba por dirigir esa oficina, indicó que durante su gestión no realizó esfuerzos para dar a conocer los frutos de ese trabajo.

“No vengo de cuna de oro. Entiendo la reacción del puertorriqueño. Yo trabajo siempre detrás de la escena. No me gusta la luz pública... Todo ese trabajo lo he hecho con mucho esfuerzo y deseo. Llevo 25 años aquí y 20 o 21 años trabajando por Puerto Rico con mucha honra”, afirmó.

Detalló que durante los cuatro años que dirigió la Oficina del Senado trabajó con alcaldes, agencias como el Instituto de Cultura Puertorriqueña, legisladores como Rafael "Tatito" Hernández Montañez y José Luis Dalmau Santiago; así como organizaciones sin fines de lucro como Ser de Puerto Rico y el EcoExploratorio para identificar fondos federales para sus proyectos.

Recordó con mayor entusiasmo fueron las gestiones que realizó junto al presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Jorge Haddock Acevedo, en defensa de la institución.

“La UPR estaba identificando fuentes de ingresos nuevas. Estuve fuertemente en el cabildeo para que se declarara la educación como un servicio esencial y llevando el mensaje de que la UPR era la joya de la corona y por qué no debían recortarle los fondos. Ayudé en la redacción del testimonio que el Presidente de la UPR sometió al comité de recursos naturales”, apuntaló.