Entre declaración de enemigos y objetivos inmediatos, el decimotercer gobernador constitucional de Puerto Rico asume el poder con grandes retos.

Fue una toma de posesión sobria, pero salpicada de un simbolismo que parece anticipar que los estilos estridentes y divisivos, al menos estratégicamente, quedaron atrás.

No hubo estribillos pegajosos, ni una abultada lista de promesas o una juramentación oficial apresurada a la medianoche en el Tribunal Supremo. Tampoco hubo corbatas azules, ni amonestaciones enérgicas a los predecesores, como ocurrió durante el mensaje de aceptación del cargo de Ricardo Rosselló Nevares hace exactamente cuatro años.

Con los ecos de esa fallida administración todavía vivos en la memoria colectiva, ayer el gobernador Pedro Rafael Pierluisi Urrutia evocó ligeramente ese engorroso legado político, mientras convocó a los puertorriqueños y puertorriqueñas a reconocer sus diferencias y a colaborar desde los espacios de convergencia por el futuro de la “patria” en su discurso inaugural.

Lea también: Pierluisi asume el poder

Bajo un candente sol desde las mismas escalinatas del Capitolio donde otros gobernantes han iniciado su mandato de forma simbólica, el decimotercer gobernador constitucional de Puerto Rico elegido por fin mediante voto directo prometió encarrilar la recuperación de la Isla, devastada tras el huracán María y los sismos recientes, y encaminar la economía para superar la quiebra gubernamental.

“Todos aspiramos a dejar atrás las crisis, a pasar la página de la turbulencia política, a encaminarnos en el rumbo de la reconstrucción y del progreso, a crear el Puerto Rico que todos soñamos”, afirmó al inicio de su alocución sin mencionar directamente la crisis política que provocó la renuncia de Rosselló Nevares el 2 de agosto de 2019.

“En eso estamos unidos. Ese sueño de superación es de todos”, agregó.

Vestido con un traje azul y una corbata de tonos rosáceos, aseguró que escuchó el mensaje que el pueblo envió con su voto en las elecciones generales del pasado 3 de noviembre y que desembocó, por primera vez en la historia política, en una Legislatura de voces diversas, donde ningún partido tiene mayoría absoluta. No hizo alusión a gobierno dividido. Insistió en llamarle "diverso".

“Yo les escuché. Les entendí. Soy consciente de su sentir. Conozco sus frustraciones y acojo sus reclamos. El nuevo gobierno y la nueva legislatura serán testimonio de nuestra diversidad de pensamientos. Los cinco diferentes partidos y los legisladores independientes reflejarán nuestra nueva realidad política y social”, afirmó el nuevo Gobernador, quien estuvo sentado en primera fila juntos a dos de sus hijos, Anthony Pierluisi, y su esposa, y el exsecretario del Departamento de Asuntos del Consumidor, Michael Pierluisi. No se observó la presencia de su hija Jacqueline y de su hijo Rafael, padre de dos de sus otros nietos.

“El destino me puso a mí aquí, en medio de estos tiempos turbulentos e históricos, ante gran polarización y con altas expectativas. Confío en que Dios me dará la sabiduría que necesito para guiar a Puerto Rico a puerto seguro”, abundó.

A tono con esa admisión, abogó por la unidad de propósito y recabó la ayuda de todos los sectores para adelantar una agenda de proyectos comunes. Para enfatizar en esa necesidad del trabajo en equipo y de la concertación de voluntades, repitió la palabra “necesito” siete veces al inicio de cada oración en que invitaba a su equipo de trabajo, a la Judicatura, a la Legislatura, a la comisionada residente, Jenniffer González Colón, a los alcaldes y alcaldesas a unirse por el bien colectivo.

“Y te necesito a ti, hermana puertorriqueña y hermano puertorriqueño. Porque Puerto Rico es tuyo. Porque juntos vamos a lograr que Puerto Rico refleje nuestro orgullo boricua. Porque juntos vamos a darle a nuestra patria el sitial que se merece”, apuntaló, mientras a la distancia un grupo de cinco manifestantes censuraba la celebración de la ceremonia en tiempos de Covid-19 y las políticas económicas y sociales del nuevo Gobernador.

Ante un grupo de 400 invitados e invitadas, mencionó que el “pueblo está escéptico ante las promesas”, pero se expresó confiado en la capacidad del pueblo para superar la desconfianza y juntarse para atender los retos del país.

Lea también: Pedro Pierluisi: ¿a la tercera será la vencida?

En su mensaje de inauguración, característico de uno de tiempos de pandemia que duró poco menos de 20 minutos, Pierluisi Urrutia también disertó sobre un fragmento de su juramento al cargo que le impone la obligación de enfrentar a “todo enemigo interior o exterior”. Utilizando el término “enemigo” como pie forzado identificó los “enemigos” contra los cuales hay que luchar para echar el país hacia adelante.

Mencionó la pandemia del Covid-19, que hasta ayer había causado 1,526 muertes y creado un disloque en la economía isleña, la pobreza, la falta de acceso a educación de excelencia, el crimen, la violencia y la falta de seguridad como esos enemigos a derrotar.

“Yo voy a luchar contra nuestros enemigos, y para eso te necesito a mi lado”, insistió desde la tarima ubicada frente a la Plaza de la Democracia, al lado norte del Capitolio.

Parado detrás de un podio menos imponente que el usado en la última juramentación, abordó el asunto del estatus y en un momento realizó un paréntesis para resumir su mensaje en inglés para los ciudadanos de la lengua de Shakespeare que siguen la situación del país.

“Contra la colonia, estamos unidos. Y aunque podemos diferir en cuanto a la manera de acabar con ella, nuestro pueblo hizo un reclamo claro y estamos obligados a hacer valer su voluntad”, sostuvo Pierluisi Urrutia, en referencia al referéndum celebrado el día de las elecciones.

El juramento

Previo al mensaje, la jueza presidenta del Tribunal Supremo Maite Oronoz Rodríguez tomó -por segunda ocasión en un día- juramento a Pierluisi Urrutia, quien colocó su mano sobre una biblia que su padre el exsecretario de Vivienda, Jorge Pierluisi Díaz, sujetó con manos temblorosas tras dejar a un lado su bastón, mientras sus familiares hacían ver caer lágrimas tras mascarillas. Contrario a Rosselló Nevares que evitó decir la palabra Estado Libre Asociado (ELA), y en cambio pronunció "Gobierno de Puerto Rico", el nuevo Gobernador juró defender la Constitución del ELA sin ningún remilgo.

Usualmente serio, Pierluisi Urrutia sonrió en varios ocasiones y hasta se emocionó cuando su padre tomó la biblia en sus manos. También había algo de nostalgia. La madre del Gobernador, doña Doris Pierluisi, no ha participado en este periplo de su hijo por razones de salud.

Oronoz Rodríguez tomó el juramento oficial a Pierluisi Urrutia y al designado secretario de Estado, Larry Seilhamer Rodríguez, en la sede del Supremo en Puerta de Tierra en horas de la mañana contrario a Rosselló Nevares que arribó al Supremo para su jura en los primeros minutos del 2 de enero del 2017.

De esa ceremonia a puerta cerrada, Pierluisi Urrutia y Seilhamer Rodríguez partieron hacia el Capitolio, donde el Secretario de Estado tomó juramento a los legisladores y senadores antes de la ceremonia al aire libre de toma de posesión.

El evento, que duró alrededor de una hora y media, arrancó en estricto protocolo con el secretario de Estado saliente, Raúl Márquez Hernández, pasando el batón a su sucesor y con un llamado a la unión.

“Hoy como un pueblo ordenado y democrático nos reunimos para realizar la transferencia ordenada y pacífica del poder gubernamental de Puerto Rico”, afirmó Márquez Hernández, mientras en Estados Unidos algunos senadores republicanos buscan la manera de impugnar el resultado de las elecciones generales que concedió una rotunda victoria al presidente electo Joe Biden.

“Quiero hacer un llamado a este pueblo noble a la unidad porque ante los retos que enfrentará este nuevo gobierno, hoy más que nunca Puerto Rico necesita de todos, que seamos protagonistas de un nuevo comienzo. Tomemos esta oportunidad para darle continuidad a lo que aporta y para corregir aquello que se puede hacer mejor”, agregó Márquez Hernández, antes de dar paso a su sucesor, el exsenador Seilhamer Rodríguez.

Para la ocasión se establecieron tres tarimas con sillas colocadas en hileras distantes para mantener el distanciamiento físico, que exigen los protocolos para evitar la propagación del Covid-19. Pese a las críticas y los llamados a cancelar el evento, todos los jueces y juezas del Tribunal Supremo acudieron a la ceremonia. Precisamente corresponde a Pierluisi Urrutia llenar la vacante en la curia que dejó la jueza asociada Anabelle Rodríguez Rodríguez al acogerse al retiro obligatorio el pasado 24 de diciembre.

Aunque que el Partido Nuevo Progresista tenía mayoría en la Legislatura para aprobar ese nombramiento, una agria disputa entre la gobernadora Wanda Vázquez Garced y el expresidente del Senado Thomas Rivera Schatz, causó que este nombramiento quedara pendiente.

Ambos adversarios políticos estuvieron en la ceremonia, pero se sentaron en filas contiguas en la tarima principal. Vázquez Garced ataviada en un impecable vestido crema, y recibida con un sonoro aplauso de la concurrencia, estuvo acompañada de su esposo, el juez superior Jorge Díaz Reverón.

Sentados en la tarima lateral estaban los exgobernadores Aníbal Acevedo Vilá, Luis Fortuño Burset y Alejandro García Padilla, además del juez presidente del Tribunal Federal, Gustavo Gelpí, junto a otros jueces federales.

La Comisionada Residente participó de la ceremonia desde una silla en la tarima principal, donde también estaba el expresidente de la Cámara de Representantes Carlos Méndez Núñez, entre otros políticos.

El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader Corona, ocupó una silla cerca de la Jueza Presidenta del Supremo y su esposa, la jueza Gina Méndez Miró, quien en el pasado fue compañera de trabajo del nuevo Gobernador en un bufete de la capital.

La Orquesta Filarmónica Arturo Somohano, dirigida por Ángel “Cucco” Peña, amenizó la ceremonia, que tuvo un costo de $227,992, una cifra menor a los $354,000 presupuestados para la actividad.

Con la plena "Quién no se siente patriota", acabó la toma de posesión al filo del mediodía, mientras los invitados se saludaban y el Gobernador abrazaba al presidente del Senado José Luis Dalmau Santiago y Rafael "Tatito" Hernández Montañez, el nuevo presidente de la Cámara Baja, del opositor Partido Popular Democrático.

Llegada a La Fortaleza y las órdenes ejecutivas

Al concluir la ceremonia, Pierluisi Urrutia partió hacia La Fortaleza, pero en esta ocasión no tuvo que enfrentar a periodistas cuestionando su juramentación. El 2 de agosto de 2019, el entonces designado Secretario de Estado juró al cargo de gobernador luego de que Rosselló Nevares dimitió al cargo en medio de protestas masivas provocadas por la divulgación de mensajes ofensivos en un chat privado que usaba para comunicarse con sus asesores cercanos.

Cinco días más tarde, el Tribunal Supremo declaró nulo su juramento al cargo porque asumió la posición por virtud de un nombramiento de Secretario de Estado en receso y sin la confirmación del Senado. La entonces secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, se convirtió en gobernadora por sucesión constitucional.

Ayer, el recibimiento fue distinto.

Pierluisi Urrutia arribó a una Mansión Ejecutiva poblada por su familia y donde hasta su perrita Amaia lo esperaba con alegría. Después del reencuentro con sus hijos y nietos y del tradicional saludo desde el balcón, recibió la bendición de sus nuevas vecinas, las religiosas de las Siervas de María.

En su primera jornada de trabajo oficial, el Gobernador firmó seis órdenes ejecutivas. Una de las directrices ordena al Departamento de Salud, Carlos Mellado López, que diseñe una campaña masiva de pruebas para garantizar su acceso a toda la ciudadanía.

Otra directriz requiere al Departamento de Justicia y al Departamento de Seguridad Pública establecer un acuerdo de entendimiento con la Fiscalía Federal para atacar el problema de la corrupción y los delitos de cuello blanco.

Pierluisi Urrutia también prohibió el gasto en fotos oficiales del Gobernador y de los jefes de agencias en las instalaciones del gobierno. También mantuvo en vigor las medidas de control vigentes.

Las últimas dos órdenes ejecutivas establecen la estructura de la Oficina del Gobernador y designan a Carmen Salgado como su administradora.

Pero todavía quedan más órdenes ejecutivas. Ayer, Pierluisi Urrutia anticipó que firmará otras directrices en los próximos días.