Pierluisi asume el poder
El abogado y ex comisionado residente juramenta al cargo hoy.
No es igual.
Hoy, Pedro Rafael Pierluisi Urrutia, arriba al mismo edificio de mármol con aroma a salitre y vista al mar, que tantas veces visitó como Secretario de Justicia, Comisionado Residente y, hace dos años, como designado Secretario de Estado.
Pero, en esta ocasión no llega a una tensa vista de confirmación en medio de protestas ciudadanas que reclaman la salida de un gobernador. Tampoco llega como invitado o espectador.
Al contrario.
Esta mañana, el hijo de Jorge Pierluisi y Doris Urrutia pisa el Capitolio como el decimosegundo gobernador de Puerto Rico elegido por el voto directo del pueblo. Planta pie por derecho propio y no por accidente histórico o sucesión constitucional, a veinticuatro horas de recibir la certificación oficial de la Comisión Estatal de Elecciones, que lo declaró ganador con el 33.24% del apoyo popular y el porcentaje de votos más bajo en la historia política electoral. Llega a iniciar un mandato con su partido en minoría, pero con nombramientos de envergadura que realizar, y que requerirán del consejo y consentimiento de una nueva Legislatura compuesta de voces plurales y sin clara mayoría partidista.
“Es la culminación de mi carrera profesional y de mi desempeño como funcionario público”, reflexionó a un día de asumir el poder.
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A sus 61 años, Pierluisi Urrutia alcanza la jefatura del país con un cúmulo de casi tres décadas de experiencia en la administración pública, que sus detractores impugnan por sus vínculos cercanos con la Junta de Control Fiscal (JCF) y a gobiernos azules salpicados por alegaciones de corrupción.
Soltó su primer grito de vida en San Juan, el domingo 26 de abril de 1959, dos meses antes de que César Andreu Iglesias y Juan Mari Bras fundaran el semanario Claridad. Es tauro. Estudió Historia Contemporánea en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y Derecho en la Universidad George Washington, en Washington DC. Tiene cuatro hijos y cinco nietos. Su papá fue secretario de Vivienda durante el gobierno de Carlos Romero Barceló. No está casado.
Comenzó su carrera profesional en la capital federal como asistente del entonces comisionado residente Baltasar Corrada del Río. También ejerció por seis años como abogado litigante antes de regresar a la Isla en 1990. A sus 33 años, el gobernador Pedro Rosselló González lo nombró Secretario de Justicia, cargo que ocupó de 1993 a 1996. Regresó a Estados Unidos, donde volvió a ejercer la profesión de la abogacía.
No es nuevo en la política. En el 2008, fue compañero de papeleta del candidato a la gobernación del Partido Nuevo Progresista (PNP) Luis Fortuño Burset. Cuatro años después, Fortuño Burset falló en su intento por revalidar como gobernador, pero Pierluisi Urrutia se impuso en las elecciones generales derrotando al candidato del Partido Popular Democrático (PPD) para comisionado residente Rafael Cox Alomar. Durante ese cuatrienio, formó parte del gobierno compartido del popular Alejandro García Padilla.
En el verano del 2016, el entonces comisionado residente perdió la candidatura a la gobernación ante Ricardo Rosselló Nevares, el novato que eventualmente ganó las elecciones generales. Tres años después, también en otro verano, Pierluisi Urrutia se convirtió en secretario de Estado y eventualmente en gobernador por sucesión constitucional luego de que Rosselló Nevares dimitió al cargo el 2 de agosto de 2019, en medio de protestas masivas provocadas -en parte- por la divulgación de mensajes ofensivos en un chat privado que usaba para comunicarse con sus asesores cercanos.
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Pierluisi Urrutia no duró mucho en La Fortaleza. Cinco días más tarde, el Tribunal Supremo declaró nulo su juramento al cargo porque asumió la posición por virtud de un nombramiento de Secretario de Estado en receso y sin la confirmación del Senado. Solo había pasado el cedazo de la Cámara de Representantes. Fue el propio presidente de la Cámara Alta, Thomas Rivera Schatz, quien acudió a los tribunales para despojarlo del cargo. La entonces secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, se convirtió en gobernadora por sucesión constitucional.
Pero no se quitó. Un año después venció a Vázquez Garced en primarias y neutralizó al poderoso presidente del Senado, quien había unido fuerzas con la mandataria en otro intento por sacarlo de la carrera hacia la gobernación.
Pese a la lucha interna dentro del PNP, el quiebre del bipartidismo, las alegaciones de última hora de acoso sexual en su contra de una exentrenadora y los gritos de desaprobación de algunos opositores por no hacer fila a la hora de votar, Pierluisi Urrutia ganó las elecciones generales el pasado 2 de noviembre.
Contrario a su fugaz periodo como Gobernador en el 2019, hoy Pierluisi Urrutia asume las riendas del país en una ceremonia pública y al aire libre en las escalinatas del Capitolio frente a esos mismos políticos que una vez trataron de torpedear su ascenso al cargo.
La jueza presidenta del Tribunal Supremo, Maite Oronoz Rodríguez, le tomará el juramento, mientras posa su mano sobre la biblia de su familia, un escenario muy distinto al juramento privado que tomó durante aquel convulso verano del 2019.
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Tampoco será una ceremonia típica. Los invitados llevarán mascarillas y mantendrán el distanciamiento físico, que exige vivir en tiempos del Covid-19. No habrá público. Ni caminata hasta La Fortaleza. La ciudadanía podrá ver la ceremonia a través de diversas plataformas digitales y los medios de comunicación.
Pero el nuevo Gobernador asumirá el cargo en medio de críticas y censura por celebrar una toma de posesión con 400 invitados en tiempos de pandemia. Ayer, los datos oficiales del Departamento de Salud reportaron 18 muertes. Hasta el momento, el peligroso virus, que llevó al gobierno a imponer un toque de queda que todavía está en vigor, ha provocado 1,521 muertes.
Luego de jurar que desempeñará “bien y fielmente los deberes del cargo”, Pierluisi Urrutia partirá a La Fortaleza para iniciar formalmente su mandato y escribir su capítulo en la historia del país.