Ayuda federal al NCF podría perjudicar casos futuros
Aunque al inicio fueron solicitados para despachar el exceso de cadáveres atascados en el Negociado de Ciencias Forenses (NCF), la intervención de los patólogos traídos por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingles) podría representar un problema a largo plazo en Puerto Rico.
La preocupación, levantada por una empleada del Departamento de Salud y miembros de la Cámara de Representantes, yace en que, al ser extranjeros, estos patólogos pueden resultar indispuestos o imposibilitados de comparecer ante un tribunal local cuando se necesite su testimonio como peritos en casos de homicidio.
El procedimiento jurídico vigente estipula que los patólogos forenses que laboran en los casos de asesinatos pueden ser citados para interrogatorios del lado del Estado para comprobar sus señalamientos o, de la parte acusada, en busca de una exculpación.
'Hay tres vertientes. Está la vía de Justicia de llevar a cabo su responsabilidad y tratar de probar los casos, en la vía de que hay familiares de víctimas que si no se prueban los casos se verían afectados y en la vía del debido proceso de ley a la misma vez', planteó el representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez Lebrón.
A su argumento se hicieron eco sus correligionarios, Jesús Ortiz González, del Partido Popular Democrático (PPD), y Juan Morales Rodríguez, del Partido Nuevo Progresista (PNP), quienes cuestionaron al personal del NCF durante una vista pública de la Comisión de Salud en la Cámara de Representantes.
'A nosotros lo que se nos había informado es que los patólogos no iban a trabajar en aquellos casos que podían llegar al tribunal porque la disponibilidad se desconocía', alegó Morales Rodríguez.
Los legisladores buscaron infructuosamente garantías de que los patólogos regresarían a la Isla cuando les fuera requerido ante un posible llamado del Departamento de Justicia.
La llegada de personal fue anunciada por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares y el secretario del Departamento de Seguridad Pública, Hector Pesquera, mediante un comunicado de prensa. En el escrito, señalaron que los profesionales lidiarían con los cuerpos no identificados, conocidos como 'Jane y John Doe'.
El pedido se hizo al Departamento de Salud federal y se canalizó a traves de FEMA y el Ejercito. La solicitud surgió a raíz de la presencia de escasamente diez patólogos en el NCF, cuando el nivel óptimo de operación debe ser de 12 a 15 patólogos.
En una visita de inspección al NCF, la secretaria auxiliar de Salud Ambiental, Laboratorio Salud Pública y Oficina de Bioseguridad, Mayra Toro Tirado, advirtió sobre la inviabilidad de los patólogos de Estados Unidos por el mismo problema. La experta reveló sus hallazgos en una vista pública previa ante la Cámara de Representantes.
Ante las preguntas, el gerente de Operaciones, Daniel López Rivera, del NCF indicó que en la misiva cursada para pedir los servicios a los patólogos de FEMA incluía esas estipulaciones, pero desconocía si en efecto había alguna seguridad de cumplir con ello.
'La carta que se había hecho solicitando el personal indicaba que el patólogo que viniera de Estados Unidos tendría que ser forense y es probable que fuera llamado a un tribunal para fungir como perito del proceso. Ahí yo no intervengo en eso', respondió López Rivera.
De acuerdo a López Rivera, los patólogos forenses se vieron obligados en un inicio a trabajar los casos que resultaban ser homicidios porque, como eran desconocidos, no se sabía cómo clasificarlos.
'Actualmente se tomó la decisión de no trabajar los homicidios, sino trabajar los otros casos. Lo que ocurre es que ahora mismo yo tengo una serie de casos que el fiscal no me escribió prácticamente nada, pues hay que trabajarlo como si fuera un homicidio porque hasta que no se haga la autopsia no se sabe si la persona fue golpeada, estrangulada, etcetera. Hay que trabajar esos casos. Yo quiero vaciar esos vagones, no los quiero volver a llenar y la única manera es trabajándolo', subrayó el Gerente de Operaciones.
En su comunicación, Rosselló Nevares y Pesquera anunciaron a tres patólogos forenses, un tecnico en patología forense y dos profesionales de apoyo en el trabajo de los especialistas. Sin embargo, ante los Legisladores se develó que los peritos arriban 'por filtración'.
'Nos están llegando por filtraciones. Nos llega primero uno, luego dos, dos de ellos tuvieron que irse, nos llega otro ahora, pero en la misma semana nos llega otro adicional', mencionó, por su parte, Iris Ortiz Vázquez, empleada del NCF destacada en el área de Garantía de Calidad y Estadística.
'O sea, no es que en la misma semana nos vamos a quedar descubiertos de esos patólogos o la ayuda, simplemente es que muchos de ellos tienen sus trabajos fuera y solamente nos pueden brindar ayuda dentro de un corto tiempo. Tenemos [solo] uno que realmente se encuentra hasta octubre', añadió.
Además de patólogos forenses, miembros de la unidad de asuntos mortuorios de la Reserva del Ejercito de Estados Unidos tambien prestan sus servicios en tareas relacionadas al proceso de recibo y entrega de cadáveres, y en los procesos administrativos y operacionales del área de patología.