Melinda Romero Donnelly, hija del exgobernador Carlos Romero Barceló, reconoce que hoy se despide a su padre entre las mismas pasiones que generó en vida

Eran las 9:30 de la noche del domingo cuando don Carlos Romero Barceló, rodeado de su esposa, Kate Donnelly, su hija Melinda y su nieto, pidió permiso para retirarse, luego de 87 años de vida.

Hoy inician los actos protocalarios de su funeral de Estado, que se llevará a cabo tal cual sus instrucciones en vida.

A eso de las 9:00 am saldrá el coche fúnebre desde Puerto Rico Memorial hacia el Capitolio de Puerto Rico, donde Romero Barceló fue senador y representante. Mañana recibirá tributo en la Alcaldía de San Juan, desde donde también sirvió previo a convertirse en Gobernador en 1976.

Posteriormente, será cremado.

“Estamos tranquilos. Cuando me di cuenta de que iba debilitándose consistentemente, nos agarramos de su mano. Fue respirando menos y menos hasta su último suspiro. Pero en ese proceso no se le vio intranquilidad, ni ansiedad. Fueron muchos meses. Le dimos permiso para retirarse. Ya tenía que descansar”, dijo Romero Donnelly muy tranquila en entrevista con NotiCel.

Su tranquiidad proviene de los meses en los que estuvo enfermo, entrando y saliendo del hospital hasta que se fue a pasar los últimos días en su residencia,

Desde el domingo, se ha juntado la familia a recordar anécdotas y a recordar “los chistes malos de papi”, dijo. “Ha sido terapéutico”, expresó.

El lunes sonó el teléfono y de otro lado de la línea le dijeron: “Please hold for President Clinton”. “Me dijo que sentía mucho la muerte de mi padre. Cuando papi estaba en Washington, el Presidente fue una vez a su apartamento y en medio de una fiesta mexicana, sacó el saxofón. Habló luego un rato largo con mami”, relató.

La primera llamada que recibió tras conocerse su muerte fue la del exgobernador Alejandro García Padilla.

“Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Ha sido un caballero con mi papá”, expresó.

Nelsa López, la viuda del exgobernador Rafael Hernández Colón, le envió el siguiente mensaje de texto: “Quiero pensar que Cuchín vio la lucha de don Carlos y decidió extenderle la mano para que se pudiera ir en paz y bien acompañado.”

NotiCel le preguntó sobre la coincidencia de que ambos fallecieran un dos de mayo, con dos años de distancia.

“No tengo palabras. Hay un mensaje ahí- las luchas son por ideales. Ellos al final de sus vidas demostraron eso. Esa rivalidad fue de toda la vida, pero luego pudieron abrir los brazos de la reconociliación”, expresó.

Romero Donnelly es consciente de las pasiones que generó su padre aún en la muerte.

“Mi mensaje es el mismo. No podemos buscar la paz entre todos los puertorriqueños si no tenemos verdadera paz en el corazón y si le deseamos la muerte a una persona. Cargar con tanto odio y con tanto rencor es una carga emocional brutal. Me da pena por ellos”, dijo.

Ese odio como ella le llama viene de los eventos del Cerro Maravilla, donde dos jóvenes fueron ejecutados mientras su padre llamaba héroes a los policías que lo hicieron. Muchos años más tarde, Romero Barceló admitió que haberlo dicho fue un error, mas muchos aún piensan que había un plan para ejecutarle.

“Rafael Hernández Colón, hace años, habló conmigo y me dijo q se arrepentía de haber acusado a mi papá de todo lo que le acusó y también se me acercaron senadores de la época de las vistas para pedirme perdón. Yo no puedo vivir con rencor”, dijo.

Las últimas palabras de Romero Barceló fueron dirigidas, mediante Facetime, a la hija de Melinda. “Muchos besos, muchos besos”, mientras besaba la pantalla del celular.