Gobernador reconoce narcotráfico está “asediando” a Puerto Rico
Al aumento del flujo de cocaína en la Isla -en el año fiscal 2021 la DEA reportó 70,000 kilos de cocaína, con valor en $1.4 mil millones, y en 2010 fue de 35,000-, ahora se suma la violencia tras el agente federal muerto la semana pasada.
El gobernador Pedro Pierluisi Urrutia admitió ayer que el narcotráfico está "asediando" a Puerto Rico y dijo que la situación que experimenta la Isla en torno a esta problemática viene de "hace décadas".
Las estadísticas no hacen más que confirmar que el narcotráfico ha ido ganando terreno con el transcurso de los años: según la Agencia Federal Antidrogas (DEA, siglas en inglés) en el año fiscal 2021 el flujo de cocaína en la Isla llegó a los 70,000 kilos, valorados en $1.4 mil millones de dólares.
En el presente año fiscal la cifra ronda los 48,000 kilos, una cantidad que dista mucho de la reportada en 2010: 35,000 kilos.
De estos números, parte de ese total de cocaína se queda en Puerto Rico, donde los asesinatos relacionados al narcotráfico son el 60% del total, según la Policía de Puerto Rico, sin contar las muertes por sobredosis.
Para Pierluisi Urrutia, el narcotráfico “nos viene asediando hace décadas y en momentos dados ha habido repuntes”.
Y si se considera que actualmente la Isla vive ese repunte, preocupa al mandatario la violencia que se suma a la ecuación, tras la muerte de un agente de Aduanas la semana pasada durante una intervención en el mar con narcotraficantes.
“Ese incidente fue muy lamentable, pero las fuerzas estatales y federales están haciendo su trabajo. Ese incidente puede generar mayor interés de parte de las autoridades federales en las operaciones en nuestras costas”, afirmó.
Incluso, ante el “asedio”, sostuvo que “no descarto que aumenten los recursos del gobierno federal para combatir el narcotráfico”.
El primer ejecutivo del país quiso hacer una distinción también entre los actores que suelen estar involucrados en el narcotráfico: “En el suelo nuestro hay dos planos, el traficante, que usa la violencia para proteger el negocio ilícito, y el usuario, que necesita apoyo, tratamiento”.
Sobre este último, consignó que, de ser procesados, “si cumplen pueden hasta quedar sin récord penal, porque encarcelar al usuario no es una buena solución. Mientras, respecto al narcotraficante, comentó que “es otra cosa y sobre todo el que usa la violencia. Es ahí que está la Policía enfocada desarticulando puntos de drogas y trabajando con las autoridades federales”.
En octubre pasado, el comisionado de la Policía había advertido que a raíz de las incautaciones este año -17,500 kilos- iba a producirse un impacto en las calles, ya que “el kilo (de cocaína) estaba a 17 mil dólares y ahora mismo se encuentra en alrededor de 25 mil dólares. Eso trae una lucha entre puntos de drogas donde individuos que saben que hay un punto de drogas que está dejando ganancias, pues tratan de apropiarse de ese punto y ahí es que vienen las muertes”.
De acuerdo con estimados oficiales, el 80%de la droga que llega a Puerto Rico se mueve a Estados Unidos (el 20% de la cocaína se queda en la Isla para consumo y distribución local), en operaciones de trasiego de drogas que usan a la Isla como puente para llegar a territorio estadounidense continental.
La droga proviene mayormente de Colombia y Venezuela, y su destino final son los estados de la costa este de los Estados Unidos: Connecticut, Florida, Massachusetts, Nueva York y Pensilvania.
Puerto Rico fue designada como una “Zona de Alta Intensidad en Tráfico de Drogas” (HIDTA) en 1994, lo que no tan solo pone de manifiesto la gravedad del negocio de la droga en la isla, sino también su importancia como centro de transbordo para facilitar su entrada en los mercados de los Estados Unidos continentales.
Los narcotraficantes también transportan cocaína y heroína a Puerto Rico indirectamente desde el oeste a través de isla de La Española o desde el este a través de las islas de las Antillas Menores.
La principal ruta de tráfico de cocaína al oeste de Puerto Rico es de Venezuela a La Española y luego a través de La Española, principalmente la República Dominicana.
La otra vía, hacia el este de Puerto Rico, se extiende desde Venezuela hasta St. Martin, pasando por St. Thomas, Vieques o Culebra.
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