Ni los corales se salvaron de María
Un grupo de científicos se dio a la tarea este pasado viernes de restaurar el arrecife Carlos Rosario, localizado en Culebra. Este es solo uno de los muchos arrecifes alrededor de la isla que aguantaron el embate de dos huracanes.
Estas tormentas partieron cientos de miles de corales de arrecifes a lo largo de isla. Equipos de evaluación encontraron daños estructurales a corales individuales y a los arrecifes, al igual que grandes acumulaciones de sedimento, lo que puede evitar que los corales reciban suficiente luz del sol.
Apoyados por diversas organizaciones sin fines de lucro, y por agencias federales y estatales, el grupo llegó al arrecife para cavar los fragmentos de coral vivo, y limpiar las piezas dañadas. Estos ejemplares fueron guardados en un contenedor en un área libre de arena y piedras.
Luego de esto, el equipo de restauración los miembros del equipo de restauración prepararon cemento con resina de epoxi. Los buzos luego bajaban la mezcla de cemento en pailas al fondo marino, donde sacaban los corales del contenedor y los reconectaban al arrecife.
Los arrecifes ofrecen refugio y un ambiente saludable para los peces y producen miles de corales jóvenes, listos para crecer y proteger las costas de Puerto Rico.
'El valor ecológico y económico de los arrecifes de coral (tambien) es incalculable para la industria de la pesca', dijo el Dr. Keenan Adams, un coordinador de campo de recuperación que trabaja con el sector de Recursos Naturales y Culturales de FEMA.
Los arrecifes de coral en Puerto Rico tambien tienen un valor económico de $1,100 millones al año y apoyan la industria vibrante de turismo, mientras aminoran las marejadas que llegan de las tormentas