Llega Biden el mismo día que Trump hace cinco años
El presidente Donald Trump llegó a la Isla dos semanas después del azote de María- un 3 de octubre- y lo mismo hará el presidente Joseph Biden hoy, tras el impacto de Fiona.
¿Quién no recuerda la falta de tacto del entonces presidente Donald Trump cuando en su visita a Puerto Rico llegó hasta una iglesia de Guaynabo y lanzó al aire a vecinos varios rollos de papel toalla? La acción, que quedó en el imaginario popular, cumple hoy cinco años e, ironías de la vida, coincide con la visita al país del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Ambos, tanto Trump como Biden, tardaron dos semanas en llegar a la Isla para inspeccionar los estragos causados por los huracanes que afectaron a la isla bajo sus administraciones: María (categoría 5 y el más destructivo de la historia del país), el 20 de septiembre de 2017, y Fiona (categoría 1), el 18 del pasado mes.
Antes de llegar a Puerto Rico, el expresidente Trump a los dos días ya estaba en Texas después del huracán Harvey y a los tres en Florida luego del ciclón Irma.
Ya acordado el viaje a la Isla, cerca del mediodía del 3 de octubre de 2017 el avión presidencial tocó la loza de la pista de la base aérea Muñiz, en Carolina, y ahí comenzó una visita que estaría marcada por la polémica.
Acompañado por el gobernador de turno Ricardo Rosselló Nevares, Trump ofreció declaraciones y de entrada exhibió su falta de tino.
"Odio decirles esto, pero hemos gastado mucho dinero en Puerto Rico", comentó a los periodistas en referencia a los millones de dólares que comenzaba ya a desembolsar la FEMA debido a la catástrofe dejada por María.
No fue lo único. También recomendó a un país destrozado, empobrecido y sin recursos que "el cemento aguanta; la madera, no".
Acto seguido, vinieron sus expresiones sobre los fallecidos tras el ciclón: "¿Cuál es el número de muertos?", consultó a Rosselló Nevares, quien respondió la cifra "oficial" hasta ese momento: 16. Trump no tardó en reaccionar y le comentó "debes estar orgulloso" (al final la cifra subiría a más de 3,000).
La guinda de la torta para la seguidilla de desaguisados fue en una visita a la iglesia Calvary Chapel de Guaynabo, donde lo esperaban decenas de personas y a quienes en medio de la tragedia tiró rollos de papel toalla imitando un lanzamiento del baloncesto.
Eran los días en los que se hablaba de que se debía ejecutar un Plan Marshall para Puerto Rico (en referencia al que se desarrolló en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial) y de los daños que había dejado el huracán (al final sumaron cerca del $90,000 millones).
Incluso, en esa época, Trump tuvo la idea de vender a Puerto Rico (la isla ese año mantenía una deuda de $73,000 millones y se había declarado en quiebra), revelación hecha hace dos años por al exsecretaria interina de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés), Elaine Duke, quien estaba en el cargo en 2017.
Cinco años después, y en un escenario distinto (a principios de octubre de 2017 poco más del 5% de la población tenía luz, el país estaba incomunicado y había cerca de diez mil refugiados), Biden llegará hoy a Puerto Rico acompañado de la primera dama Jill (Trump lo hizo con Ivana).
El objetivo de Biden es inspeccionar los daños causados por Fiona, un huracán categoría 1 tras el cual ya el sistema eléctrico está casi recuperado (ayer alcanzó el 92%, pero la isla llegó a estar totalmente sin energía) y que por ahora dejó una veintena de fallecidos y muchas zonas inundadas.
La Casa Blanca no ha dado detalles sobre los lugares que visitará el mandatario o con quién tiene previsto reunirse.
Sin embargo, se cree que el presidente estadounidense visitará la región sur, específicamente Ponce,y pueblos aledaños.
Acerca del viaje, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia declaró que "si el presidente nos visita va a estar más que bienvenido, porque si él viene a vernos es para hacer un compromiso de que esa ayuda de FEMA nos va a llegar. Va a llegarle a todos los que la necesitan en Puerto Rico”.
Adelantó que llevará a Biden “sobre el terreno”, por lo que quizás el gobernante visite zonas afectadas del sur (como el mismo Ponce, Salinas, Guánica o Peñuelas).
Será el primer viaje de un residente de Estados Unidos tras la visita de Trump (y el undécimo en la historia) y ya antes de tomar el Air Force One se han apreciado las diferencias, con un Biden en un tono más empático y conciliador.
“Le debemos a Puerto Rico muchísimo más de lo que ya han recibido. Haremos lo que sea necesario para ayudar en la recuperación y la reconstrucción”, dijo el gobernante a la prensa de Estados Unidos el sábado en una cena de premiación del Caucus Negro del Congreso.
Días antes, el pasado jueves, el primer ejecutivo estadounidense había expresado tras una reunión informativa con la FEMA que “para el pueblo de Puerto Rico, no nos hemos ido; estoy comprometido con ustedes y con la recuperación de la isla. Estaremos a su lado durante el tiempo que sea necesario para hacerlo".