Gobernador evalúa una política pública para reforzar la vacunación contra el covid-19
La Coalición Científica recomendó pedir evidencia del pinchazo a los empleados públicos y del sector de la salud, y para entrar a lugares cerrados, como barras y restaurantes.
A su llegada de las vacaciones estivales, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia evalúa las recomendaciones de la Coalición Científica para frenar el avance del covid-19 en la Isla, que tomó impulso en el último mes.
Ayer, el país amaneció con una tasa de positividad que casi alcanza el 7%, una marca que recoge el alarmante patrón de crecimiento de las personas infectadas en el País, particularmente entre la población de 20 a 29 años. El Departamento de Salud no reportó muertes y las hospitalizaciones de adultos y de menores se mantenían por debajo del umbral de las 100, otros dos índices importantes para medir el estado de la pandemia.
Pierluisi Urrutia, a través de su portavoz de prensa Sheila Angleró Mojica, indicó que analiza las propuestas sometidas por su grupo asesor el pasado viernes e instó nuevamente a las personas a vacunarse contra el peligroso virus, que desde hace un año mantiene en vilo al planeta y a utilizar la mascarilla en espacio cerrados donde se mezclan personas vacunadas y no vacunadas.
“Seguimos en la lucha contra la pandemia del COVID-19. En las pasadas semanas hemos visto un alza significativa en los niveles de contagio, particularmente entre los no vacunados. Por eso, recabo el llamado a la vacunación, pues la vacunación es la solución. Todos tenemos que entender que es nuestra responsabilidad ciudadana individual responder a ese llamado y vacunarse. En vista de lo que está ocurriendo con los contagios, espero que los que no se hayan vacunado, lo acaben de hacer ya", afirmó Pierluisi Urrutia en declaraciones escritas a las 5:01 p.m.
"Aquí nadie quiere regresar a los días de restricciones y de un toque de queda. Confío en la cooperación de nuestro pueblo para lograr la inmunidad que nos ayudará a vencer esta pandemia”, agregó.
Lea también: Mas de 2,500 personas vacunadas se han contagiado de covid-19 en Puerto Rico
Ante el repunte que experimenta la Isla impulsado por la variante delta, el grupo de científicos e investigadores propuso retomar el uso obligatorio de la mascarilla en espacios cerrados; así como requerir evidencia de vacunación para acceder a estos lugares cerrados. Recomendó el pinchazo para los empleados y las personas que visiten barras y restaurantes, los empleados públicos y del sector de la salud.
También aplaudió la decisión del secretario de Salud, Carlos Mellado López, de imponer un mandato de vacunación para los estudiantes de 12 años en adelante que regresan a las aulas de las escuelas y universidades públicas y privadas el próximo mes. Las guías para las escuelas también requieren el uso obligatorio de la mascarilla, una medida avalada por la Academia Americana de Pediatría.
Aunque en la Isla la adopción de una política pública que obligue a las personas a inocularse ha encontrado resistencia bajo el argumento de que atenta contra las libertades individuales y que las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson solo cuentan con una autorización de emergencia, comienza a surgir un consenso mundial -dentro del ámbito público y privado- sobre la importancia y necesidad de vacunarse para mitigar la crisis salubrista.
La semana pasada, un juez federal determinó recientemente que la Universidad de Indiana podrá exigir a sus estudiantes y empleados que se vacunen para retornar a la institución durante el nuevo semestre académico y el hospital y RWJBarnabas Health, uno de los sistemas hospitalarios más grandes de Nueva Jersey, despidió a seis supervisores que no se vacunaron contra covid-19. El equipo de los Vikings despidió a su coach Rick Dennison porque no se vacunó. La National Football League estableció medidas para evitar la propagación del covid-19, que quitan privilegios a los jugadores y entrenadores que no se inoculan contra el virus. Un equipo también podría quedar eliminado si enfrenta un brote por la falta de vacunación de sus jugadores.
Ya 602 colegios y universidades tienen alguna directriz que requiere que sus empleados y estudiantes se vacunen para plantar pie en el campus, según el Chronicle of Higher Education.
Ayer, el alcalde la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, amplió el mandato de vacunación obligatoria a los empleados públicos de la Gran Manzana. También urgió a los dueños y dueñas de negocios en la ciudad a requerir la vacunación a sus empleados y empleadas. La semana ya había establecido ese requerimiento para los empleados del sector de la salud.
Pocas horas después, el Departamento de Asuntos de Veteranos decretó un mandato de vacunas para todo el personal médico que labora en la agencia.
Debido al repunte de contagios, el gobierno alemán también se inclina a imponer restricciones para las personas que no están vacunadas, como ocurrió en Francia. El domingo, el jefe de la cancillería federal Helge Braun aclaró que no prevé otro confinamiento, pero anticipó que de continuar el pico de contagios el gobierno alemán tomará medidas para exigir a la población evidencia de vacunación para entrar a lugares como cines, restaurantes y estadios.
Hace poco más de una semana, el presidente francés Emmanuel Macron adoptó una política pública que exige que los empleados sector de la salud se vacunen. De incumplir, estas personas no podrán trabajar y dejarán de recibir su salario. Actualmente -en el país galo- es requisito tener el pasaporte sanitario o la evidencia de vacunación para acceder a todo evento, que reúna a más de 50 personas. Desde el 1 de agosto, se exigirá la evidencia de vacunación para entrar a los centros comerciales, bares, cafés y restaurantes, así como a las residencias de ancianos, clínicas y hospitales. Ese pasaporte también será requerido para subirse a los trenes, guaguas y aviones.
Un día después del anuncio de Macron , 1.3 millones de franceses procuraron una cita para vacunarse, en su mayoría eran personas menores de 35 años. Acá en la Isla, al día siguiente del anuncio de Mellado López, no se había reportado un incremento en las visitas a los centros de vacunación de VOCES, según su presidenta Lilliam Rodríguez Capó, que forma parte de la red de proveedores del Departamento de Salud.
En medio del estado de alerta causado por la rápida propagación de la variante delta entre personas no vacunadas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades revelaron que ponderan ajustar las guías para volver a requerir el uso de las mascarillas entre las personas vacunas para tratar de romper la cadena de transmisión del virus.
Pero mientras el Gobernador culmina su evaluación de las medidas recomendadas por la Coalición Científica, el infectólogo Lemuel Martínez Bonilla, quien preside la Asociación de Infectólogos y forma parte del grupo asesor, reconoció la difícil tarea de convencer a las personas no vacunadas a dejarse pinchar, especialmente en verano, que indicó es el periodo histórico de menor vacunación.
Lea también: De regreso al salón de clases con vacuna contra el covid-19 y mascarilla
Hasta el momento, el 75% de las personas aptas para vacunarse, ha recibido una dosis de la vacuna, y el 65% completó la secuencia, según datos del Departamento de Salud. Pese a que el cálculo de la inmunidad colectiva se estima con el total de la población, la agencia solo divulga los datos de la población apta.
Al ritmo actual de vacunación, la inmunidad colectiva se alcanzaría a finales de octubre, según cálculos de la Coalición Científica y no a finales del verano como anticipó el Primer Ejecutivo.
“El problema es que no hay sentido de urgencia”, afirmó en entrevista durante el “El Push de la Mañana” de NotiCel.
Añadió que otras personas no cuentan con un sistema de “apoyo social”, que las ayude a tomar la decisión de vacunarse.
El galeno planteó que semanalmente se vacunan contra el covid-19 unas 14,000 personas, pero que la red de vacunación -que cuenta con más de 500 centros- tiene capacidad para inocular esa cifra en un solo día.
Desde diciembre pasado, el gobierno federal comenzó a enviar vacunas gratuitas a los estados y territorios. En la Isla, arrancó un programa de vacunación masivo. Durante los primeros meses, las filas eran interminables mientras se vacunaba a la población por etapas. En los primeros días de la euforia de la vacunación, hubo personas que saltaron su turno en la fila. Ahora, no hay fila en los centros de vacunación y en muchos centros ya no hay que hacer cita para vacunarse.
“Si queremos vivir en sociedad y queremos disfrutar de los beneficios de vivir en sociedad, hay ver más allá de cuáles son tus derechos. Hay que ver cuáles son tus responsabilidades”, esgrimió Martínez Bonilla.
“Hay un grupo de personas que no entiende que para vivir en sociedad hay una responsabilidad moral que se espera de ti y este es el momento donde se está tratando de apelar a eso”, agregó.
Lea también: Tiene 13 años y se ganó $50,000 por vacunarse en Puerto Rico
Tres semanas después de que Pierluisi Urrutia eliminara la obligatoriedad de usar cubrebocas para las personas que completaron su ciclo de vacunación, salvo algunas excepciones, Martínez Bonilla reconoció que no existe un proceso para fiscalizar la nueva directriz que permite a las personas vacunas andar sin mascarillas.
Mencionó que solo en una ocasión le pidieron evidencia de vacunación para entrar a un lugar. Fue en una estación de radio.