Con apoyo idea de imponer restricciones a personas que no se han vacunado contra el covid-19
La Coalición Científica ha indagado sobre implicaciones legales de obligar a la ciudadanía a inocularse para evitar la propagación del virus.
No lo ha evaluado como una recomendación formal, pero la Coalición Científica ha indago sobre las implicaciones legales de obligar a la ciudadanía a vacunarse contra el covid-19.
Ante la complejidad de dicha propuesta, algunos miembros del grupo de médicos y científicos -que asesora al Gobernador durante la pandemia- se inclinan hacia la imposición de mayores restricciones a las personas que todavía no se han vacunado, en una movida parecida a la anunciada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la semana pasada.
Ayer, en medio del repunte de contagios que se achaca a la llegada de la variante delta y a la resistencia de algunos grupos a no vacunarse, el gobernador interino Omar Marrero Díaz, reconoció que el Gobierno evalúa todas las alternativas para imprimirle empuje al esfuerzo de vacunación masivo, que desde hace semanas perdió impulso particularmente entre la población de 20 a 29 años. Actualmente, el 55.4% de la población completó el ciclo de vacunación, pero todavía queda camino por recorrer para superar la frontera del 70% y alcanzar la ansiada inmunidad colectiva.
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“La estrategia sigue siendo la vacunación. Por eso, recabamos a todas las personas que todavía no se han vacunado que se vacunen. Estaremos esperando el reporte, mirando las recomendaciones del Departamento de Salud y todo está bajo consideración, incluyendo esa posibilidad sujeta a lo controversial que -como tú señalas- pudiese tener (sic)”, afirmó en rueda de prensa desde el teatro de La Fortaleza.
La tasa de positividad ayer alcanzó el umbral del 4.6% por encima de la meta del 3% establecida por la Coalición Científica como punto de alerta. Poco a poco, las hospitalizaciones también han aumentado en los pasados días. El Departamento de Salud no reportó muertes por covid-19, pero informó que 60 adultos permanecían hospitalizados, 14 se encontraban en cuidado intensivo y 11 usaban un ventilador para respirar. También había 26 menores hospitalizados y 1 en cuidado intensivo.
Según la Organización Mundial de la Salud, un país debe mantener un nivel positividad por debajo del umbral del 5% -por al menos 15 días- antes de adoptar medidas para reapertura de la economía y el regreso a las actividades cotidianas. El repunte, que podría provocar que la Isla cruce ese índice de peligrosidad, se debe a la presencia de la variante delta, que ya se encuentra a nivel de transmisión comunitaria, y a la desaceleración de la vacunación en medio del regreso a las actividades cotidianas.
“Al final del día, lo que todos queremos es poder triunfar en esta batalla contra el covid y para eso tenemos que recabar la cooperación de todos. Si conocen a alguien que no se ha vacunado y tiene esta única teoría que todos sabemos que no se sostiene bajo la luz del sol, vamos a recabar la cooperación de todos particularmente por aquellos menores que todavía no se pueden vacunar… Los mayores, que se vacunen. Incluyendo esos mayores de 20 a 29 años, que siguen siendo el reto que tenemos para incrementar esa vacunación”, insistió Marrero Díaz.
Ante la situación, la Coalición Científica se reunirá hoy para discutir la situación y evaluar si debe realizar recomendaciones nuevas. Precisamente, el repunte de casos de covid llegó al secretario de Salud, Carlos Mellado López, a recomendarle a las personas vacunadas que retomaran el uso de la mascarilla, particularmente en lugares cerrados.
“En cuanto a la Coalición, no lo hemos discutido (la propuesta de la vacunación obligatoria) más allá de haber indagado”, confirmó a NotiCel el investigador y bioquímico Marcos López Casillas del Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico.
“Sin duda, en lo personal sería una excelente idea máxime cuando en este punto, que se ha demostrado que las vacunas que tenemos autorizadas son completamente seguras y nos protegen”, agregó.
En la Isla, se utilizan las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, que desde diciembre pasado provee el gobierno federal de forma gratuita para toda la población.
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El mayor escollo para impulsar la vacunación de forma obligatoria estriba en la autorización de emergencia que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dieron a las tres vacunas, que todavía no cuentan con el aval de la Administración federal de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés).
“Los abogados del Departamento de Salud señalan que no se puede porque la autorización que tiene la vacuna es de emergencia. Eso es lo que siempre nos han dicho. No es que estemos contentos con eso, ciertamente si tú eres alguien de área de la salud y de la ciencia no entiendes cómo alguien no se quiere vacunar y estarías a favor del concepto de que la gente se tenga que vacunar”, apuntó Víctor Ramos Otero, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos.
Frente a esa limitación, ambos expertos favorecieron seguir una ruta parecida a la propuesta por Macron. El presidente galo estableció la semana pasada que la vacunación será obligatoria para todo el personal que trabaje en el sector sanitario. Estas personas tienen hasta el 15 de septiembre para presentar su evidencia de vacunación, de lo contrario se exponen a sanciones.
Para convencer al resto de la población que todavía tiene reparos a la vacunación, ahora es requisito tener el pasaporte sanitario o evidencia de vacunación para acceder a todo evento, que reúna a más de 50 personas. Desde el 1 de agosto, solo las personas vacunadas podrán entrar a los centros comerciales, bares, cafés y restaurantes, así como a las residencias de ancianos, clínicas y hospitales. Ese pasaporte también será requerido para subirse a los trenes, guaguas y aviones.
No acaba ahí. Como parte de la presión para vacunarse, las pruebas de diagnósticas o PCR dejarán de ser gratuitos a partir de octubre.
“En vez de penalizar a todo el mundo, hay que premiar a quienes hacen las cosas bien. Los beneficios debe ser para las personas que se vacunan”, apuntó Ramos Otero.
López Casillas reconoció que cerca de un 15% de la población no se vacunará por razones médicas o religiosas. Por eso, la importancia de promover que el resto de la población se vacune.
“Van a haber excepciones por razones religiosas o médicas, pero lo que estamos viendo es que la gran mayoría de los contagios que estamos teniendo han sido en personas de 20 a 29 años, que sabemos de que es el grupo de edad que menos se ha vacunado", apuntó.
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"Una cosa es cuando tienes una objeción a vacunarte por razones religiosas y otra cosa es cuando las personas no necesariamente tienen una excusa de peso médica o religiosa para no vacunarse. Así que yo creo que hay una responsabilidad social que todos debemos tener”, agregó el investigador.
Rechazó, sin embargo, una medida para cobrar por las pruebas para detectar el covid-19.
“No creo que tengamos que llegar a este extremo. Todavía tenemos oportunidades que agotar. La situación que está viviendo Francia es un poco diferente porque su nivel de vacunación apenas está llegado al 40%. Nosotros tenemos casi un 60%. Mientras menos personas vacunadas más se afecta el sistema de salud y eso es lo que se está viendo ahora en Francia”, apuntó López Casillas.
Aunque no adelantó pormenores de las posibles recomendaciones y ajustes que presentarán, señaló que el grupo se reunirá hoy para evaluar los datos y recibir presentaciones del Departamento de Salud.
“Sin duda sabemos que esto tiene que ver con las personas no vacunadas y vamos a estar discutiendo eso y vamos a estar emitiendo recomendaciones al respecto. Si vamos a establecer restricciones para las personas vacunadas no te lo puedo decir. No te lo puedo afirmar porque de verdad nosotros tenemos que sentarnos a discutir todos los elementos que están sobre la mesa”, indicó.
Ramos Otero también señaló que en la reunión se discutirán asuntos técnicos sobre las estadísticas que se recopilan de la pandemia para determinar el peso que se le debe dar a las variables. Por ejemplo, ponder como se aquilata la positividad versus el número de contagios, muertes y hospitalizaciones.
Al anunciar, las nuevas medidas de convivencia social el pasado 1 de julio, el gobernador Pedro Pierluisi Urritia eliminó la obligación de usar la mascarillas para las personas vacunas, salvo algunas excepciones con al visitar instalaciones médicas o lugares cerrados donde se aglomera la gente.