En una semana, la isla de Vieques pasó de nivel bajo a nivel de transmisión moderada.

El Departamento de Salud estrenó ayer el nuevo sistema de multas para los viajeros que llegan al País sin una prueba negativa de covid-19, mientras que el índice de transmisión del peligroso virus, que ya se encontraba en un nivel alto, escaló otro peldaño.

La semana pasada, el “Análisis de Transmisión Comunitaria” que prepara el Sistema de Vigilancia de Covid-19 del Departamento de Salud reportó que 73 de los 78 municipios se encontraban en un nivel de alta transmisión o color rojo. Cuatro municipios (Aguada, Cidra, Peñuelas y Villalba) se mantenían en un nivel sustancial o color naranja y solo Vieques reportaba un nivel bajo. La llamada Isla Nena era el único punto azul en el mapa del archipiélago boricua teñido casi en su totalidad de carmín.

Pero ayer, Vieques, con la mayoría de su población vacunada contra el virus, se vistió de amarillo y subió a un nivel de transmisión moderada. Cuatro municipios (Adjuntas, Ponce, Salinas y Utuado) estaban en un nivel sustancial y los otros 73 se mantuvieron en un nivel de riesgo crítico.

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Los niveles de transmisión del virus se elevaron un poco a pesar de que la semana pasada el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia anticipó que el repunte del virus se estabilizaría esta semana como resultado de los ajustes que realizó hace varias semanas a la Orden Ejecutiva, que extendió el toque de queda una hora y redujo el horario de operación de los negocios como medidas para frenar el alza sostenida en contagios y hospitalizaciones, que mantiene a los expertos en salud en estado de alarma.

Debido esta situación, las escuelas públicas y privadas del País seguirán impartiendo sus cursos de manera virtual.

Ante ese aumento repunte, que por primera vez desde el inicio de la pandemia provocó la hospitalización en cuidado intensivo de varios menores de edad, el Mandatario endureció las reglas para los viajeros que visitan la Isla y cuyo fluyo ha aumentado desde la Semana Santa como parte de las medidas que buscan contener el virus de manera rápida en medio de un proceso de vacunación masiva contra el covid-19.

El inicio de la nueva política de multas arrancó ayer con varios tropiezos.

Algunas personas que arribaron al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín en Isla Verde elogiaron la medida y otros expresaron reservas sobre su efectividad puesto que abandonaron el lugar sin que los funcionarios de Salud o de la Guardia Nacional corroboran que en efecto cumplían con el requisito del resultado negativo.

Ángel Merced contó a NotiCel que viajó a Nueva York con el resultado negativo de una prueba molecular (PCR) para una una estadía corta de cinco días. En la mañana de ayer, el residente de Bayamón retornó a su hogar y pasó por los diversos puntos de cotejo del aeropuerto sin que nadie notara que su resultado negativo era viejo.

“Nadie me habló de la multa. Sabía porque mi papá me había alertado”, comentó el hombre mientras tomaba unos sorbos de su cigarrillo.

En cambio, Alejandro Vázquez arribó para visitar a su familia. El residente de Orlado mostró su resultado negativo en el punto de cotejo. “Fue más rápido porque la otra vez cuando yo vine me tardé más. La otra vez me tardé aproximadamente como 45 minutos y ahora fueron como 15 minutos”.

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Para Vázquez la nueva política de multas constituye un paso esencial para evitar la propagación del virus y evitar muertes. “A mí me fallecieron dos familiares de covid-19”, comentó.

Al finalizar un recorrido por el lugar, el designado secretario de Salud, Carlos Mellado López, reconoció los retos de la nueva política, que más que imponer multas intenta aumentar el nivel de cumplimiento entre los viajeros.

“Es un disuasivo para que más personas lleguen con la prueba a Puerto Rico”, indicó el galeno.

El 76% de los viajeros residentes de la Isla no trae consigo el resultado negativo de una prueba de covid-19 cuando regresa al País. Solo un 24% cumple con ese requisito que se estableció en verano pasado, según datos del Departamento de Salud.

Pero los visitantes cumplen con ese requisito en mayor proporción. El 70% de los turistas planta pie en la Isla con un resultado negativo, mientras que un 30% llega sin la prueba.

“Así que, en términos generales, quien incumple con no traer la prueba son los puertorriqueños. Asumimos que como llegan a su casa, como están en su país, pues se sienten en la libertad de no realizarse la prueba”, indicó la epidemióloga Miriam Ramos Colón, quien dirige el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del aeropuerto.

Desde ayer, una persona que arribe sin el resultado de la prueba recibirá una multa automática de $300 salvo que se realice el test en el mismo aeropuerto. De lo contrario, tiene un periodo de 48 horas para subir ese resultado negativo a su declaración de viajero digital y eliminar el cargo.

Ramos Colón explicó que los viajeros que no se realicen la prueba en el aeropuerto recibirán un referido libre de costo para que acudan a un laboratorio a realizarse la prueba. La agencia también proveerá un listado de los laboratorios para facilitar el proceso. De optar por no hacerse la prueba, la persona deberá pagar la multa y guardar una cuarentena indefinida hasta que cumpla con el requisito.

Mellado López y el Gobernador han enfatizado en que la medida intenta obligar a los viajeros a realizarse la prueba 72 horas antes de viajar al País. Pero han reconocido que la propuesta “no es perfecta” y que existe la posibilidad de que una persona salte el trámite y se exponga a penalidades mayores si incumple con el aislamiento obligatorio y las autoridades identifican esa violación a la Orden Ejecutiva.

“El ‘travel declaration form’ nos da la posibilidad de tener la identificación de ese pasajero. Tener la dirección específica de dónde va a estar para poder entonces monitorear ese pasajero a través de nuestros sistema y la oficina de investigaciones y ver que se cumpla”, apuntó Mellado López.

Al completar la declaración de viajero, la persona automáticamente queda inscrita en el BioPortal de Salud y el sistema Sara Alert, que permite a los funcionarios gubernamentales enviar mensajes de texto a los viajeros e indagar sobre la prueba y sus síntomas.

“Es importante enfatizar que suplir información en un documento público del Departamento de Salud en este caso es una violación grave estamos hablando de tres años fijos de prisión”, afirmó Jesús Hernández, director de la Oficina de Investigaciones del Departamento de Salud.

“Así que es bien importante que todo viajero cumpla con estos requisitos”, abundó.

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La Oficina de Investigaciones cuenta con un equipo de 30 personas para vigilar el cumplimiento de la política salubrista para combatir el covid-19. Según Hernández, recibe diariamente entre 15 a 20 referidos de personas que fallan en reportarse al SARA Alert o sistema de vigilancia. Ese tipo de infracción provoca que los agentes investigadores de su oficina visiten a la persona para tomar alguna medida correctiva.

Mellado López recalcó que la Isla no cuenta con la autoridad para cerrar sus fronteras y a preguntas de NotiCel trató de diferenciar las medidas adoptadas en la Isla con las medidas implementadas en las Islas Vírgenes. Esta jurisdicción de Estados Unidos exige a todo viajero que someta un resultado negativo de una prueba molecular o de antígeno para recibir un permiso de entrada. La persona que no cumpla con este criterio no puede viajar al País.

“La diferencia entre las Islas Vírgenes y Puerto Rico es la gran cantidad de pasajeros que llegan aquí. Llegan más de 7,000, 8,000, 10,000, 12,000 pasajeros diariamente. El restringir la entrada a Puerto Rico de una gran cantidad de pasajeros es complicado. Más aún si tiene una prueba positiva. Lo que requiere el CDC es que se bloquee ese vuelo. La persona que tiene una PCR positiva no puede montarse en un avión. Tiene que pasar los próximos 10 días en cuarentena”, respondió.

¿Esto significa que Puerto Rico podría evitar la entrada de los turistas, pero opta por no hacerlo?, insistió este medio digital.

“No soy abogado. Esa parte no pudiera establecértela. No tengo una contestación real ahora mismo. La lógica me dice que la gran cantidad de pasajeros que pudiera tener sin traer la prueba, ¿Dónde los vamos a ubicar? Ese es el detalle”, añadió.