Asegura que no se trata de un aumento sino de un "ajuste" que varía por el precio del petróleo.

No se trata de un aumento en la tarifa eléctrica sino del “ajuste” trimestral, que oscila conforme al precio del petróleo, según la secretaria de Gobernación, Noelia García Bardales.

Ayer, al defender este ajuste, García Bardales aseguró que el Negociado de Energía evaluó la petición de revisión de tarifa de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) acorde a la reglamentación vigente y que las serias deficiencias relacionadas al manejo del inventario de combustible detectadas por el ente regulador se atenderán en la auditoría, que inició en noviembre pasado.

El propio alcalde de Bayamón y presidente del Comité de Transición del Gobierno Entrante, Ramón Luis Rivera Cruz, reaccionó el martes en su cuenta de Twitter sorprendido con el “aumento de 5% a los abonados” para el primer trimestre del año porque durante las vistas de transición los directivos de la corporación pública dijeron que no contemplaban un alza en la luz.

“Cuando cuestionamos sobre la deficiencia operacional, me aclararon que ese análisis no se podía hacer de la manera que estábamos implicando. Evidentemente los equivocados eran ellos. Pregunto, ¿estaban jugando con la verdad en ese proceso?”, cuestionó Rivera Cruz.

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El “ajuste” aprobado por el Negociado de Energía se traduce a un incremento de 0.81 centavos por kilovatio hora. Por ejemplo, una persona que en octubre pagó $138 en su factura, ahora pagará $145.29 por el mismo consumo.

“Se define como un alza tarifaria a un aumento a través de un proceso regulado y que conlleva un análisis de la Comisión de Energía, vistas públicas y un proceso particular. Se define como un ajuste a la tarifa cuando cada tres meses se analiza el comportamiento del gasto o del costo del barril de petróleo y cada tres meses se ajusta hacia arriba o se ajusta hacia abajo”, precisó García Bardales en entrevista con NotiCel.

Apuntó que en verano, el Negociado de Energía aprobó un ajuste que trajo una reducción en la factura de luz debido a la baja dramática en el costo del barril de petróleo. Pero en la resolución emitida el 31 de diciembre y que trascendió el martes pasado, dio paso al criticado aumento.

“Estos son cosas que pasan cada tres meses. Posiblemente a final de año nos quedemos en cero, porque (los ajustes) entre ellos mismos se cancelen. Por eso, no se puede identificar como un aumento a la tarifa. Es un ajuste, a veces son positivos y a veces son negativos. Y lo queremos hacer cada tres meses para que sepamos el comportamiento del precio del barril y para que se pueda inmediatamente identificar en la factura, pero no se considera un aumento. No cumple con los requisitos para llamarse aumento”, insistió.

Twitter

Luego del comentario de Rivera Cruz, García Bardales indicó que volvió a ver la grabación del proceso de transición para repasar el testimonio del director ejecutivo de la AEE, Efran Paredes Maisonet.

“El Director Ejecutivo estableció que no se vislumbraba ningún aumento a la tarifa porque en efecto no se vislumbra y es bien importante que sepamos que el cambio de Gobierno no incide sobre ningún aumento en la tarifa, ni el contrato de LUMA que es efectivo en verano tampoco va a incidir en un aumento a la tarifa”, indicó la Secretaria de la Gobernación.

Mediante una alianza público privada, el pasado 22 de junio, el Gobierno cedió al consorcio LUMA Energy la operación y administración del sistema de distribución y transmisión de energía por un costo de $1,500 millones, que la AEE desembolsará a lo largo de 15 años. Luego del proceso de transición, el consorcio debe comenzar a operar el sistema a partir de mayo de 2021.

Ante las críticas y objeciones que ha recibido la contratación de LUMA, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia creó un Comité Timón para fiscalizar ese contrato y garantizar, entre otras cosas, que no redunde en alzas de tarifas.

Pese a que el Negociado de Energía aprobó un ajuste, que afecta el bolsillo de todos los abonados de la corporación pública, no difundió su decisión. Solo colocó la orden y resolución en su página web.

El representante de los consumidores ante la Junta de Directores de la AEE, Tomás Torres Placa avisó sobre la decisión este martes, al tiempo que alertó que la comisión reguladora todavía tiene ante su consideración una petición de ajuste de tarifa para los meses de julio, agosto y septiembre del año pasado, que quedó en suspenso ante incongruencias en los inventarios de combustible de la corporación pública.

Debido a esta situación con los inventarios, el Negociado contrató a la firma de auditores Larking and Associates para que audite la compra, adquisición, transportación y almacenamiento de combustible; así como los procesos de supervisión y análisis de consumo de los últimos tres años.

“El trabajo de la Comisión de Asuntos de Energía es precisamente analizar la documentación y la información que le da Energía Eléctrica para implementar o no un ajuste. Ellos recibieron la información, vieron una incongruencia entre el precio del barril de petróleo que había informado la Autoridad y el que estaba en el mercado y pidieron la información y para no ser ellos, el ente auditor, contrataron a una compañía externa para que lo analizara. Hay procedimientos para eso. Eso es lo correcto”, respondió García Bardales al reaccionar a los señalamientos del representante del consumidor.

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Torres Placa criticó la decisión del Negociado de aprobar un alza sin esperar a los resultados de la auditoría.

“Energía Eléctrica establece que ellos tienen unos almacenajes del producto y que ellos tienen que identificar el precio en el momento en que ellos compraron ese barril, que se está utilizando en ese periodo. Le tocará al auditor identificar si el barril que se identificó con el precio mayor de facto se utilizó en el momento en que Energía Eléctrica dice. Pero hay transparencia porque los mismos procesos están revelando si hay una discrepancia. Si hay una discrepancia, se atiende y se llegará a una determinación justa porque hay un ente que analiza y persigue justicia y para eso es el Negociado”, insistió García Bardales.

“No es de alarmarnos. Nosotros pasamos por un huracán, un terremoto y una pandemia. Que hay una discrepancia con unos números de energía eléctrica cuando los empleados ni siquiera estaban en la oficina, no tenían papeles a la mano. No voy a especular, que lo analicen y lo que sea que sea la verdad se atenderá”, abundó.

¿No debería haber mayor transparencia en el proceso de fijación de precio y de divulgación de las decisiones del Negociado?, preguntó este medio digital.

“La información está. Me parece curioso que tengamos personas que griten que hay crisis porque subió 0.8 la tarifa, pero en verano no hayan gritado de la emoción porque bajó 1.13. La información está disponible. Si hay que ajustarla, la ajustamos, si la recomendación que se aclare o se ponga de una forma más didáctica, pero la información está. Si por alguna razón accedemos a la página del Negociado y necesitamos aclarar, lo que hay que hacer es solicitarlo porque el Negociado está listo, presto y hábil para aclarar cualquier duda. Ese es su trabajo”, concluyó.