Del éxito en el regreso de los estudiantes a los planteles escolares dependerán las opciones de Elba Aponte de ser confirmada

Luego de más de un año de recibir educación a distancia, los estudiantes del sistema público del país regresan hoy de forma parcial a las aulas en aquellas escuelas que hayan sido certificadas como aptas para retomar las clases presenciales en el país.

Sin embargo, a partir de hoy no solo estará en juego la estabilidad del sistema educativo del país, sino también el futuro de la designada secretaria Elba Aponte al frente del Departamento de Educación (DE).

La organización y eficacia en el plan para el regreso gradual de alumnos a las escuelas es la prueba de fuego de la designada funcionaria, quien ha estado bajo duras críticas desde su ponencia en la vista de interpelación a la que asistió, convocada por la Comisión de Educación de la Cámara de Representantes.

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Aponte aún no ha sido confirmada por el Senado. Su vista deberá verse este mes.

Y, aunque fue duramente criticada por la manera en que se desempeñó en la vista de interpelación, si el regreso a clases fluye con relativo éxito, podría asegurar su silla.

Se abren los portones de los planteles

Aunque algunos colegios privados ya comenzaron las clases presenciales, se espera que hoy reabran, al menos, 91 escuelas públicas, según el más reciente informe de escuelas certificadas por el Departamento de Salud.

Vea aquí la lista de escuelas certificadas:

El DE había anunciado que 118 escuelas estaban aptas para recibir estudiantes, pero ellas dependían de la certificación que otorga el Departamento de Salud, que finalmente fue publicada anoche pasadas las 10:00 p.m.

Según el listado, 95 escuelas del sistema público recibieron una certificación preliminar que les permite reabrir sus planteles. De ellas, solo seis contaban con una certificación final, de acuerdo a Departamento de Salud. De acuerdo a la agencia, 79 escuelas privadas tienen certificaciones preliminares, y nueve tienen finales.

Según Aponte, al momento tendrán acceso a clases presenciales estudiantes de kínder a tercer grado, cuarto año y educación especial con clases presenciales dos días a la semana en horario de 8:00 a.m. a 12:00 del mediodía.

Cada escuela contará con dos grupos, unos que tomarán clases presenciales lunes y miércoles y otro martes y jueves.

Sin embargo, la decisión de qué estudiantes finalmente tomen clases presenciales será de los padres. Aquellos que no lo deseen, continuarán tomando clases a distancia.

“Hay varias maneras (de dar las clases). De acuerdo con los recursos que tenga la escuela, los que están presencial pueden estar con un educador y los que están virtual pueden estar con otro recurso. O puede el maestro presencial dejar el trabajo de forma sincrónica para la continuidad de los servicios o con lo que estamos viendo con las iniciativas que están tomando los directores escolares y facultades de darlo simultáneamente en las escuelas que estamos fortaleciendo con el internet”, indicó Aponte en entrevista televisiva (De frente con Jay, en Telemundo).

“Nosotros hemos establecido unos parámetros y de acuerdo con los recursos, cada director con su facultad va tomando decisiones”, agregó.

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El DE precisó que, según la matrícula activa, el estimado que se espera recibir es de 30,000 estudiantes en dos días alternos, es decir, 15,000 lunes y miércoles y 15,000 martes y jueves.

De igual forma, se estima un total de 3,400 maestros sin contar el resto del personal de apoyo que estará en las escuelas.

“Vamos a esperar cuánto se van reportando mañana. Creo que el número puede ir aumentando por las próximas semanas. Si recordamos, cuando ocurrieron los sismos, las primeras tres semanas hubo poca asistencia, luego fue aumentando, destacó Aponte en otra entrevista televisiva (Noticentro).

La secretaria de Educación dijo que no planea extender el calendario escolar pero sí contemplan celebrar campamentos de verano. Del mismo modo, evalúan propuestas para celebrar horarios extendidos y clases sabatinas y, aunque se le dará prioridad a los maestros activos que quieran participar de ellos sujeto a compensación extra, también se presenta una oportunidad para maestros jubilados que quieran ayudar y ganar un dinero extra.

Aponte indicó que lo más importante de este regreso gradual a las escuelas es preparar una transición efectiva de cara al mes de agosto, cuando está pautado el regreso a clases a tiempo completo.

“Es una muestra significativa e ir moviendo lo que son los protocolos del Covid-19 porque agosto ya está ahí. Estamos trabajando para agosto, para ese inicio escolar y teníamos que tener esa base, ir haciendo esa transición a los grupos más vulnerables, los niños de kínder que nunca pisaron los salones, los niños de cuarto año porque queremos que continúen estudiante y los que hemos trazado como de primera necesidad”, destacó.

Salud tiene la última palabra

Sin embargo, cualquier planificación del Departamento de Educación podría dar al traste con la evaluación que haga el Departamento de Educación, custodio de que se lleven a cabo todos los protocolos de seguridad.

El primer requisito es la certificación preliminar o parcial del Salud para poder recibir estudiantes.

Según el protocolo, los directores escolares sometieron la información de sus planteles al portal de Salud y pidieron una certificación preliminar para abrir sus puertas. Luego de recibir la aprobación, un epidemiólogo debe visitar las instalaciones para consignar que la escuela cumple con los requisitos impuestos en el protocolo, en términos de materiales y medidas contra el COVID-19.

Una certificación preliminar le permite a la escuela abrir y recibir estudiantes mientras esperan que los epidemiólogos visiten el plantel y certifiquen que cumplen con todos los requisitos. Si la certificación final no es favorable, la escuela debe cerrar hasta que se cumpla con los requisitos y sea evaluada nuevamente por el Departamento de Salud.

Además, cada escuela deberá cumplir con un estricto protocolo de seguridad que incluye limpieza de manos constantemente, el uso de mascarilla en todo momento, un riguroso plan de limpieza de baños y áreas comunes y la presencia de una enfermera en cada plantel, entre otros.

“Si hay un caso, el salón se cierra y si hay un brote, se cierra la escuela completa”, reiteró Aponte.

Por otro lado, cada miércoles el Departamento de Salud actualizará el mapa que muestra los niveles de riesgo de contagio en cada municipio. Aquellos que estén en el nivel rojo, de alto riesgo, no podrán abrir escuelas.

La secretaria tiene previsto visitar hoy dos escuelas, la Jesús T. Piñero de Caguas, y la Eugenio María de Hostos en Cayey.

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