Cirujanos operan a la luz de un celular en medio del apagón
A la altura de las 2:30 de una tarde de miercoles, una avería en un interruptor de la Central Aguirre provoca un incendio que desemboca en un apagón nacional. A esa misma hora, en una de las sala de operaciones del Centro Medico de Río Piedras, un paciente está en la camilla a corazón abierto. A su alrededor, el grupo de cirujanos con sus mascarillas, sus gorros, sus batas y sus guantes ven las luces apagarse.
La reacción es inmediata. Armándose con la luz de un celular, los médicos, el personal técnico-quirúrgico y los enfermeros prosiguen sus labores.Por espacio de 15 minutos, alumbrados solamente con esa luz digital, operan a corazón abierto a ese hombre tumbado en la camilla.
Ese momento ocurrió durante el apagón ocurrido el pasado 21 de septiembre. La estampa fue inmortalizadapor un empleado de la Administración de Servicios Médicos (ASEM) de Centro Médico, Héctor Borrero, la cual ha sido difundida ampliamente en las redes sociales en parte como botón de muestra del compromiso de los profesionales de la salud. En el calce de la foto, escribió:
Una muestra de mis compañeros de trabajo de Centro Medico durante el apagón general en Puerto Rico. Operando con las linternas de los celulares para salvar una vida. De eso la gente no habla.
Para el doctor Víctor Ramos Otero, actual presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos, la foto le presentó unflashback.Recordó en septiembre de 1998 cuando el huracán Georges arrasó con la Isla. Cuando el país se quedó sin servicio eléctrico, Ramos también se encontraba en una sala de operaciones: un niño prematuro había nacido y necesitaban entubarlo de inmediato.
En aquel momento, no existían celulares guardados en cada bolsillo con sus pantallas y sus linternas modo app. Mientras un miembro del personal buscaba una linterna para alumbrar la boca y la tráquea del recién nacido, los médicos cirujanos se mantuvieron dándole CPR, o respiración boca a boca al bebé hasta que una linterna permitió que prosiguieran sus labores. Casi diez minutos transcurrieron sin que volviera la luz a la sala.
'El hospital tiene su planta, que usualmente responde de cinco a 10 segundos después del apagón. Pero cuando ocurren situaciones catastróficas no usuales, como un huracán o un apagón general, se demoran porque están entrando un montón de plantas a la vez. Es bien poco lo que puedes hacer porque no es lo usual', sostuvo Ramos Otero.
Por esa línea, el director ejecutivo de la ASEM, Irving Jiménez Narváez, explicó que la ausencia de luz por ese tiempo más prolongado de lo previsto, se debió a una falla técnica que puede ocurrirle a un equipo mecánico ante un evento magno.
'Tenemos plantas eléctricas y todas funcionaron muy bien, excepto una de ellas. Cuando se fue la luz, fundió untransferswitch, así que los muchachos de ingeniería tuvieron que venir a ponerlo manual. Eltransferswitchlo que hace es que cuando se va la luz tiene undelayde 10 o 15 segundos con el objetivo de que las cargas no dañen los equipos. En lugar de entrar en automático tuvieron queentrarlomanual. Tardó 15 minutos', explicóJiménezNarváez.
Pese a que recibe mantenimientoperiódico por una compañía privada en conjunto con el ingeniero eléctrico del hospital, el equipo mecánico puede fallar ante un evento de transcendencia como el apagón general, prosiguió JiménezNarváez. Los 15 minutos se acumularon en lo que los mecánicos acudieron al hospital, bajaron al área del sótano y activaron manualmente el generador.
'Pero aún así con la dificultad mecánica, yo creo que lo más primordial es que el servicio se continuó dando, aún cuando nuestros propios médicos, enfermeras y personal médico quirúrgico tuvieron que utilizar sus celulares para proveer luz. En esa y otras circunstancias, estos compañeros se comportan así, utilizando todos los recursos disponibles para poder continuar brindando el servicio al paciente. Y estos son los que se ven, porque hay electricistas y otro personal administrativo', dijo.
El director ejecutivo hizo hincapié en el trabajo tras bastidores del personal administrativo y técnico - electricistas y miembros de seguridad -, quienes trabajaron durante unas 24 horas el día del apagón, como parte del Centro de Manejo deEmergencia.
'Ahí es donde se comprueba la calidad del servidorpúblicoy la fibra humana que tienen estos compañeros. No solo los médicos, los de electricidad que trabajaron conalto voltajearriesgando su vida, aunque tienen unas medidas de seguridad. Generalmente vemos los médicos y las enfermeras pero a este otro personal también hay que agradecerte', terminó Jiménez Narváez.
'Yo creo que con el apagón se dio algo importante por parte de toda la gente que se sacrifica día a día no solo los profesionales de salud, los policías, los bomberos que evitaron que la situación fuera como Capeco -porque allí había cilindros gigantes con petróleo y diesel y no llegaron a explotar todos -, los empleados de la UTIER, yo creo que todo el mundo sacó lo mejor del país', concluyó por su parte Ramos Otero.