Biden aprieta el paso en la recaudación de fondos de campaña
La campaña de Biden ha comenzado el año con 117 millones en efectivo, la cifra más alta acumulada por cualquier candidato demócrata en este punto del ciclo electoral.
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está usando la contundente victoria del republicano Donald Trump en Iowa para recaudar fondos y movilizar a la base del Partido Demócrata, que percibe al exmandatario republicano como la mayor amenaza para la democracia estadounidense.
Nada más conocerse el resultado de los caucus de Iowa el lunes por la noche, Biden publicó en la red social X (anteriormente Twitter) un mensaje en el que instaba a sus simpatizantes a contribuir a su campaña.
"Parece que Donald Trump acaba de ganar en Iowa. Por ahora, parece ser el favorito", escribió.
A continuación resaltó la amenaza que en su opinión suponen para la democracia tanto Trump como el resto de los "republicanos MAGA", en referencia al lema de Trump en las campañas de 2016 y 2020: "Make America Great Again" (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).
En concreto, Biden retrató las elecciones del próximo noviembre como una lucha entre él y los "republicanos extremistas MAGA", instando a sus seguidores a contribuir a su campaña para la reelección.
Una recaudación de 235 millones de dólares
Desde que anunció que se presentaba la reelección en abril de 2023, la campaña de Biden ha logrado recaudar 235 millones de dólares y ha comenzado el año con 117 millones en efectivo, la cifra más alta acumulada por cualquier candidato demócrata en este punto del ciclo electoral.
En un reciente comunicado, la directora de la campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, consideró que esas cifras ponen de manifiesto la importancia de los comicios de noviembre.
"Nuestra democracia y nuestros derechos y libertades básicas, por las que tanto se ha luchado, estarán en juego en 2024, y estas cifras demuestran que el pueblo estadounidense entiende lo que está en juego y está tomando medidas para ayudar a derrotar nuevamente la agenda republicana extremista MAGA", afirmó Chávez Rodríguez.
Según medios estadounidenses, la campaña de Biden prefiere que Trump salga victorioso en las primarias republicanas y acabe siendo el candidato de dicho partido para las presidenciales.
De esa forma, la campaña podría centrarse en la amenaza que Trump representa para la democracia estadounidense y evitar temas que, según las encuestas, preocupan a los votantes, como la edad de Biden, de 81 años, la inflación y el apoyo que ha prestado a Israel en la ofensiva contra la Franja de Gaza.
DeSantis y Haley, mejor posicionados frente a Biden
Los sondeos, de hecho, indican que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley podrían obtener mejores resultados en comparación con Trump en un hipotético enfrentamiento con Biden.
Una encuesta publicada esta semana por la cadena CBS coloca a Biden como perdedor en cualquier escenario, pero apunta a que Haley tendría una ventaja más holgada (8 puntos porcentuales), seguida por DeSantis (3 puntos) y Trump (2).
Ante ese tipo de pronósticos, sin embargo, la campaña del actual presidente se ha mostrado confiada: si Biden ganó a Trump en 2020 volverá a hacerlo en noviembre.
Especialmente contundente estuvo la vicepresidenta, Kamala Harris, en una entrevista transmitida anoche por la cadena ABC y en la que afirmó que si Trump se convierte en el candidato republicano ella y Biden lo derrotarán de nuevo.
"Ya le hemos vencido antes y lo volveremos a hacer", afirmó Harris.
El proceso para seleccionar al candidato presidencial del Partido Republicano comenzó el lunes con los caucus de Iowa y seguirá el 23 de enero con las primarias de Nuevo Hampshire.
El Partido Demócrata modificó su calendario de primarias para este proceso electoral y su primera cita será el 3 de febrero en Carolina del Sur.
Aunque la nominación de Biden no está en riesgo, dado que sus contendientes apenas son conocidos, la cita en Carolina del Sur será crucial para evaluar el entusiasmo de los estadounidenses con su candidatura.