Entra en vigor una ley que amplía la protección a las trabajadoras lactantes
Se busca garantizar que las empleadas tengan derecho a tiempo y a un sitio reservado para amamantar sus bebés.
WASHINGTON - Una ley que amplía las protecciones en el lugar de trabajo a las madres lactantes en Estados Unidos, entró en vigor este viernes para garantizar que las empleadas tengan derecho a tiempo y a un sitio reservado para amamantar sus bebés.
Gracias a la norma "Suministro de Protecciones Maternales Urgentes para Madres Lactantes", conocida en inglés como ley PUMP, las trabajadoras podrán denunciar a sus empleadores si no cumplen con la ley, que requiere a las compañías disponer de un espacio privado, que no sea un baño, y de darles el tiempo necesario para alimentar a sus bebés.
La regulación fue aprobada por el Congreso en diciembre pasado, con el apoyo de ambos partidos, y fue firmada por el presidente, Joe Biden, a finales de 2022.
Esta ley amplía las protecciones que otorgaba una norma de 2010, que formaba parte de la ley de Cuidado Asequible (ACA, en inglés), conocida popularmente como Obamacare, en referencia al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama (2009-2017).
Con la legislación PUMP se extienden las garantías otorgadas en 2010 a casi 9 millones de madres trabajadoras lactantes que no pueden acogerse al Obamacare.
Asimismo, debido a un tecnicismo legal no intencionado, antes quedaban fuera de la protección determinadas trabajadoras por sus salarios y categorías profesionales, como profesoras, enfermeras, transportistas, fotógrafas y periodistas, que a partir de ahora tendrá derecho a disponer de un lugar privado en sus sitios de trabajo para amamantar a sus bebés y a un descanso para hacerlo.
La falta de protecciones a las madres trabajadores lactantes tiene efectos negativos sobre sus condiciones económicas debido a la discriminación que sufren.
Según datos del Center for WorkLife Law, que recopiló pleitos relacionados por discriminación a empleadas lactantes, el 74 % de los casos estaban relacionados con acusaciones de perjuicio económico, mientras que el 63 % acarreó la pérdida del empleo, bien por despedido o dimisión de la mujer.
Además, la ausencia de garantías para las mujeres lactantes puede ocasionar acoso sexual en el trabajo, recuerda el laboratorio de ideas Center for American Progress, que citó el caso de una trabajadora lactante del estado de Rhode Island quien tuvo que oír comentarios sobre sus pechos de sus compañeros.