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La bola de Times Square, lista para marcar la entrada de 2023

Hoy se instalaron 192 cristales nuevos en la esfera, que mide 3.6 metros de diámetro y cuyo mensaje de este año será "el regalo del amor".

Trabajadores y medios de comunicación fueron registrados este martes, 27 de diciembre durante la instalación de la gran bola de cristal que cada año marca el inicio del nuevo año, en la emblemática plaza de Times Square, en la ciudad de Nueva York.
Foto: EFE

NUEVA YORK - Un grupo de operarios revisaron este martes el mecanismo y los 2,668 triángulos de cristal que cubren la emblemática bola de Times Square de Nueva York, que la medianoche del 31 de diciembre descenderá durante 60 segundos para marcar el fin de 2022 y la entrada del nuevo año.

Hoy se instalaron 192 cristales nuevos en la esfera, que mide 3.6 metros de diámetro y cuyo mensaje de este año será "el regalo del amor", representado por los diseños de las nuevas piezas que están compuestas por un círculo de corazones entrelazados.

El globo de cristal pesa más de 5,300 kilogramos y está iluminado por 32,256 luces led, capaces de crear una paleta de 16 millones de colores y miles de millones de dibujos que aportan un aspecto caleidoscópico a la esfera, cuando se ilumina.

Con sus nuevos cristales, la esfera se elevará el 31 de diciembre entre las 6:00 pm a las 6:03 pm, para dejarse caer casi 6 horas después por el mástil de 24 metros que la sustenta.

La celebración de Nochevieja en Times Square se remonta a 1904, cuando el entonces editor del periódico The New York Times, Adolph Ochs, quiso organizar por la Nochevieja de ese año un espectáculo de fuegos artificiales en la azotea de la flamante sede del diario para marcar el traslado del medio a sus nuevas oficinas en la plaza.

Sin embargo, no fue hasta tres años después cuando se empleó una bola, que pesaba 317 kilogramos, con un diámetro de metro y medio y contaba con un centenar de bombillas blancas adosadas, para acompañar la celebración de la llegada del nuevo año.

La idea se inspiraba en las bolas empleadas en muchos puertos de mar, como la construida sobre el tejado del Observatorio Real de Londres, que descendía por el mástil todos los días a la una del mediodía para ayudar a los capitanes de los barcos a poner en hora sus cronómetros antes de partir.