Piden como solución "a corto plazo" que sean llevados a hoteles como se hizo con otros que les han precedido.

Inmigrantes latinos, políticos y activistas dejaron oír este jueves su voz en Nueva York en defensa de los miles de inmigrantes que están llegando a esta ciudad, para reclamar que sean colocados en viviendas seguras y no en carpas gigantes como anunció la Alcaldía.

"Tener un techo es un derecho" y "Sí se puede" gritaban en español los inmigrantes en las escalinatas de la Alcaldía, desde donde la coalición criticó al alcalde Eric Adams por su manejo de la crisis migratoria.

El grupo, entre los que había legisladores demócratas dijo a Adams que la decisión de albergar a inmigrantes en carpas "es inaceptable" e "inhumana" y exigieron como solución "a corto plazo" que sean llevados a hoteles como se hizo con otros que les han precedido.

Recordaron que la crisis de vivienda "no es nueva" y que la ciudad y el estado llevan años sin resolver el problema. "No ha sido creada por los nuevos inmigrantes", afirmaron.

Estos centros de emergencia, anunciados el 23 de septiembre, están compuestos por carpas donde los inmigrantes serán recibidos el mismo día que lleguen y se les proveerán diversos servicios y ayuda para llegar a su destino final, si optan por no quedarse en Nueva York.

Nilda Báez, con más de 25 años viviendo en Estados Unidos, criticó que "después de pasar por todo ese drama, es completamente inhumano que se piense en hospedar a los recién llegados en tiendas de campaña. Lo que merecen es lo que todo ser humano merece: un hogar digno y seguro donde descansar sin temor", señaló.

Los congregados argumentaron que las carpas no son aptas para enfrentar el frío del invierno que se avecina ni las tormentas.

Los inmigrantes que siguen llegando a diario ha llevado a que la población en los albergues haya aumentado a unas 62,000 personas, y ocurre en momentos en que muchos neoyorquinos han sido desalojadas de sus hogares y muchos otros enfrentan el desalojo tras la pandemia.

Silvana López, colombiana que llegó hace un mes con su esposo e hijo de tres años huyendo de la violencia, como otros que han emigrado de Latinoamérica, señaló que todo lo que piden "es un lugar decente para comenzar nuestra vida" donde no haya temor por la seguridad y su hijo tenga que comer.

"Esto es un fracaso de la política, un fracaso de la imaginación y un fracaso del liderazgo" del alcalde Adams, dijo por su parte el senador estatal Jabarl Brisport.