La AEE es dinga y mandinga
Cuando no es dinga es mandinga o, como dirían del perro del hortelano, ni come ni deja comer. Estos refranes describen a la Autoridad de Energía Electrica (AEE). Cuando no son las líneas de distribución vulnerables a huracanes, son las centrales generatrices que se desconectan ante los terremotos. Peor aquellas que operan con gas como EcoElectrica y AEE-Costa Sur entre Peñuelas y Guayanilla pues manejan un combustible riesgoso por su explosividad ante cualquier escape, por menor que sea.
Ante la secuencia sísmica que vivimos y donde el propio Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en ingles) nos advierte que podría continuar temblando por 5 a 10 años más, tener un sistema electrico robusto, seguro y resiliente es fundamental para todos. Sin embargo, lograr estas metas con la AEE parecen misión imposible.
Lo que sí reconoce la AEE son sus muchas turbinas inservibles que ya provocan 'relevos de carga', o sea, apagones selectivos por no poder satisfacer la demanda energetica. Advierten que este problema será peor aún en el verano. ¿Que proponen? En lugar de pagarle a usted por generar energía como hacen con AES y EcoElectrica, la AEE quiere penalizarlo a razón de 2.8 a 4.5 centavos por kilovatio hora si genera energía propia usando su techo con sistemas fotovoltaicos. Pero es que no comen ni dejan comer.
La apropiación de su riqueza energetica representa un acto de ratería, y peor aún, es contraria a la aspiración de mover a este país a fuentes de energía limpias y renovables. Es simplemente inaceptable ver a la AEE amedrentar al pueblo con la imposición de nuevas tarifas desincentivando la inversión social necesaria para lograr ese futuro energetico nuestro.
Hablar de relevos de carga aceptando que no tienen ni dan lo que este país necesita es desaprovechar el momento para educar e incentivar una cultura permanente de uso eficaz de la energía, reducir despilfarro en nuestros hogares y fomentar el uso de calentadores solares y equipos eficientes; aminorar las perdidas de sus redes electricas sustituyendo líneas de menor voltaje a unas de mayor voltaje y cambiar las luminarias públicas a luces ahorradoras con tecnología LED; y sí, lograr que, en los próximos meses, se integre más capacidad de generación distribuida con fuentes renovables para liberar a la AEE de la demanda total y así puedan cumplir con el País.
En lugar del gobierno y la Junta de Control Fiscal favorecer las malsanas APP's premiando el mismo modelo problemático de empresas foráneas de combustibles fósiles, deberían cambiarlas por APC's, o sea, la alianza público-comunitaria, con la gente, en un modelo de activación económica y democracia energetica. En Adjuntas, sin gobiernos, hemos impulsado sobre 150 proyectos de energía renovable tras el huracán María. Este mes insertaremos generación energetica con biomasa de cafe en un proyecto de innovación con profesores de la Universidad de Michigan para una configuración híbrida que diversifica las fuentes de energía, todas endógenas, y combustibles limpios, accesibles y gratuitos. Además, energizaremos la escuela elemental rural, que está amenazada de cierre, precisamente por la inestabilidad del servicio tradicional en esa zona. Haremos dos casas más donde viven personas encamadas y merecen más que la miseria recurrente de un sistema electrico fallido. Estos hogares con seguridad energetica se sumarán a otras 60 casas previamente energizadas y que llamamos 'cucubanos'. Y para cerrar el mes de febrero y marchar hacia marzo y abril, empezaremos a instalar Adjuntas Pueblo Solar, donde, con energía solar, generaremos en el punto del consumo la demanda electrica del casco urbano. Si el País se energiza a sí mismo agresivamente en el futuro inmediato, no habría razón para que el 'relevo de carga' sea una amenaza y chantaje a la calidad de vida.
Hagan lo suyo pero 'dejen al pueblo quieto, que está trabajando'.
*El autor es Director Ejecutivo de Casa Pueblo, en Adjuntas.