2020: Choque de visiones y acciones por un futuro energético nuestro
Todo parece una gran traición. Por un lado, el gobierno afirma que vamos hacia la adopción de energía renovable, con un discurso verde que busca el favor público mientras, en cuartos oscuros, su propia AEE hace todo a su alcance para sostener el modelo obsoleto de generación eléctrica centralizada. Proponen gasificar el País, privatizar y castigarlo si usted decide producir su propia energía.
No tenemos carbón ni petróleo y mucho menos gas natural. Nos cuesta al bolsillo y a la economía miles de millones de dólares anualmente cuando tenemos combustibles literalmente gratuitos al alcance.
Para la AEE sostener su costoso monopolio, insiste en medidas usureras que tomen por rehenes a los abonados imponiendo un cargo de transición que lo castiga más si usted genera su propia energía limpia con el sol u otros recursos. Más que un cargo, este impuesto disfrazado representa un acto vulgar de pillaje, es una estafa.
La meta de 100% renovables para el 2050 será imposible de alcanzar mientras el daño a la maltrecha economía tomaría nuevos matices hacia lo catastrófico con aumentos calendarizados de 20% a 40% en el costo de la energía eléctrica según nos advierten muchos, incluyendo el Centro para una Nueva Economía. El precio kilovatio hora en el 2024 podría alcanzar 31 centavos, costo similar a sistemas fotovoltaicos con baterías décadas atrás. Mientras la factura de la AEE irá en alzada sostenida, el costo kilovatio hora solar con baterías está hoy en 16 centavos o menos y 10 centavos con sistemas sin almacenaje de energía.
Desafortunadamente, la AEE se ha negado a cambiar su modelo de negocios de uno de llevarle energía a su casa a uno que debería ayudarlo a producir parte, toda o más energía de la que usted necesita impulsando la inversión para el beneficio local. Pueden pactar con una empresa que quema carbón y genera cenizas tóxicas pero se niegan a que usted sea parte de la generación eléctrica de la Isla. No tienen recursos para invertir en energía renovable y tampoco quieren que usted invierta en las metas de futuro.
Como ocurre ante toda revolución, cuando la insurrección energética que se vive en el País avanza desde abajo con iniciativas individuales, familiares, privadas y comunitarias construyendo lo que el gobierno no hace, entonces hacen lo imposible por descarrilarlo. El 2020 será año de definición. No se deje dormir por los políticos que dicen lo que harán si ganan con promesas que luego incumplen. Se trata de dar la batalla e impulsar el cambio ahora, no tras la elección.
Nosotros despediremos el año con la ilusión de un 2020 que reafirmará a Adjuntas como la vanguardia de lo que es posible y está al alcance. Decenas de hogares, infraestructura crítica, estrategias de activación económica para el pequeño comerciante, financiación, atención de la pobreza y salud pública serán temas de despunte en el próximo año siguiendo con el modelo de autogestión comunitaria.
¿Ante el cuadro de pobreza generalizada, impondrán impuestos directos o escondidos al sol para arrebatarle el ahorro económico que el barbero de Adjuntas tiene mes tras mes por generar su propia energía en el techo de su comercio? A las decenas de familias pobres en los barrios que ahora gozan de seguridad energética, esa que la AEE no puede ofrecer: ¿les robarán sus ahorros energéticos, que representa poder adquisitivo para pagar el agua, las medicinas, renta o sus alimentos?
El año próximo será nuestro 40ta aniversario de autogestión comunitaria por los bosques, las aguas y nuestra gente. Casa Pueblo viene con agenda agrandada de hacer con innovación y sistemas híbridos de energía integrando sol y biomasa. Venimos a incentivar el cafetal, no regalando abonos sino abordando el tema de energía, energizaremos infraestructura crítica amenazada de cierre, seguiremos construyendo seguridad energética en hogares donde la energía fotovoltaica es fundamental para atender condiciones críticas de salud y haremos del casco urbano uno solar con la Honnold Foundation, en un modelo de activación económica y reinversión social.
Nuestra agenda no responde al bipartidismo ni a las llamadas opciones, es agenda de pueblo. Tampoco respondemos al concepto temporal de cuatrienios ni a las promesas que crean falsas esperanzas. Si algo está evidenciando es que la autogestión comunitaria ha sido motor de cambio aún en la colonia que paraliza al poder político.
En el 2020 elija la autogestión comunitaria asumiendo responsabilidades para seguir cambiando nuestra infame realidad de dependencia y ‘democracia' colonial.
*El autor es Director Ejecutivo de Casa Pueblo, en Adjuntas.