Puerto Rico pierde a una filántropa estratégica y vertical
Me sorprendió, como a muchos que la conocimos, la triste noticia del fallecimiento de Guiomar García Guerra-Mondragón. Sabíamos que había luchado con problemas de salud y entendíamos que los había vencido. Su pérdida nos apena a quienes admiramos su verticalidad, empeño, feminismo, frustración ante las injusticias y esfuerzos para lograr lo que se proponía. Si Guiomar aceptaba una encomienda, se sabía que cumpliría con ella a cabalidad y con detalle.
Guiomar contribuyó al fortalecimiento y maduración de los sectores de educación, filantropía y sin fines de lucro en Puerto Rico. Ella valoraba los datos y la difusión de información para robustecer esfuerzos educativos, filantrópicos y organizativos. Igualmente apreciaba los esfuerzos de colaboración, con todas las dificultades que comprende.
La Red de Fundaciones de Puerto Rico (ahora llamada Filantropía Puerto Rico) y el Colaborativo de Donantes de Educación tuvieron sus comienzos bajo su liderato, al igual que series de estudios sobre el Tercer Sector y educación pública en Puerto Rico. La información y datos generados a través de estos estudios han ayudado a las organizaciones a crecer y adelantar sus metas y han contribuido a que el país comprenda el valor social y económico y las aportaciones de las sin fines de lucro.
Guiomar supo trabajar con vigor, conciencia, dedicación y esmero, para adelantar el compromiso ciudadano con mejorar las condiciones de vida de los más necesitados. Supo que la caridad, aunque necesaria, no basta para cambiar las condiciones que generan desigualdades. Y buscó promover cambio a través de una filantropía estratégica que apoyaba organizaciones con éxito documentable. Puerto Rico ha perdido un pilar de la filantropía y el Tercer Sector y una persona de esas cuya energía, sonrisa y logros no olvidaremos.
*La autora es consultora en filantropía.