Vecinos de complejo esperan por aseguradora.

El apartamento 1805 del complejo privado Portales de Altamesa, en San Juan, tiene un techo provisional en zinc a nueve meses del paso del huracán María, y aún no ha sido reparado a la espera de que su titular reciba el dinero correspondiente por parte de la aseguradora.

Como ese, residentes de otros 12 ‘penthouses’ del complejo tambien aguardan por una reparación que, en lo que llega, les obliga a recurrir a toldos y planchas metálicas, que en parte tambien sirven de techo al resto del apartamento.

Israel Aviles e Ileana García llegaron hace varios días a una reunión de residentes en la que se discutió la situación actual del complejo, en búsqueda de una respuesta a la tardanza de parte de Integrand Assurance Company, para finalmente reparar su techo.

‘Ellos, la Junta, en febrero fue que empezaron a hablar con los del seguro. Trajeron a las personas para que hicieran los estimados y en marzo dijeron que iban a pagar, pero no se han puesto de acuerdo de cuándo es que van a pagar’, dijo Ileana a NotiCel. ‘Hemos hecho llamadas, pero nos refieren a la administradora, y ella dice que se está esperando por las cotizaciones, así que tenemos que esperar para ver que pasa’, abundó la residente.

De hecho, Israel ya recibió la factura de la aseguradora para un nuevo termino ‘que subió el doble’. El apartamento lo tienen alquilado a una madre con dos hijos y temen que ante la temporada actual de huracanes no esten protegidos de manera adecuada.

‘A mí me preocupa porque ella está ahí y le mandamos a hacer ese techo, y aunque lo hicieron muy bien, si viene una tormenta se puede llevar ese techo y me preocupa’, dijo Israel, quien pagó porque se le hiciera un techo en madera a su inquilina.

‘Esto es por todo lo que uno ha luchado y por todo lo que hay luchado… Por vicios de construcción, la pared compartida tenía varios liqueos, pero más allá de eso, nunca nada había pasado. Jamás y nunca como María, es un dato histórico nunca antes vivido’, dijo otra de las vecinas, Mariela Arroyo.

Ella estuvo alrededor de 19 horas sacando agua despues de que el techo de su apartamento salió disparado. Por fortuna, su papá estaba con ella en ese momento y se mantuvieron por turnos sacando agua.

‘Me costó mucho trabajo tener lo que tengo. En mi caso, que soy sola y tengo un solo sueldo, es muy fuerte. Fue impresionante… vi todos los techos volar y fui escuchando los tornillos de mi techo de metal salirse uno a uno. Me hinque para pedir que no se fuera mi techo, porque fue lo único que no reforce’, recordó entre lágrimas.

Mariela confirmó que el complejo ha sido visitado y evaluado por ingenieros estructurales, pero aún se encuentran a la espera de una respuesta de Integrand Assurance Company.

NotiCel logró comunicación con Santiago Rosado, gerente de mercadeo de la aseguradora quien detalló que, en efecto, aún se aguarda por la confirmación de las cotizaciones.

‘Este caso es uno donde siempre hemos tenido buena comunicación con el productor de la cuenta y a su vez el productor con la Junta de Residentes. Les hemos hecho pagos parciales para mitigación de daños en las áreas comunes, así como hemos asignado una partida para pagar por la reparación temporera en los apartamentos que sufrieron daños en los techos. No obstante, el reto mayor que la junta ha enfrentado para poder proveer toda la información necesaria para completar el caso es conseguir un contratista que se comprometa a completar el trabajo de los techos afectados y de esta manera determinar el costo y ajuste para poder hacer el pago’, dijo.

‘En cuanto al renglón de la pintura, ya se completaron los documentos y entiendo que en los próximos días estaremos presentando la oferta de pago utilizando como base los números de nuestros ingenieros y contratistas. Una vez la junta acepte la oferta, el reto que continuarán enfrentando es contratar a alguien que les pueda hacer el trabajo. Entendemos el reclamo de los residentes y nos comprometemos a continuar brindándoles todo el apoyo que se merecen’, expresó Santiago Rosado por escrito.

Mientras la respuesta llega, Jose Rivas llega a su apartamento reforzado con techo de zinc, con sus dos hijos, cada tarde, en un intento de que su vida siga desarrollándose de la manera más natural posible, despues de perder muebles, juegos de cuarto, puertas, áreas de juegos y estudios, cuando la lluvia comenzó a entrar por el hueco que dejó el techo que se desprendió aquel 20 de septiembre de 2017.

‘No se puede hacer otra cosa. Hay que ir reemplazando las cosas poco a poco’, indicó resignado.