Un laboratorio digital con énfasis en la producción local (video y galería)
Cuando dirigió el Departamento de Marcas del Departamento de Estado, Rafael Aponte García fue testigo del ingenio puertorriqueño, pero tambien de la desinformación que existe en Puerto Rico sobre la propiedad intelectual, por lo cual cuatro años despues abrió un laboratorio de fabricación digital, que brinda acompañamiento al inventor desde la conceptualización del producto, hasta la manufactura.
En entrevista con este diario, recordó entre risas la vez que un hombre trajo un carro de hot dogs, con una antena instalada que supuestamente funcionaba como satélite terrestre. Ese es un caso extremo, admitió, pero todos los días llegaban personas que habían invertido tiempo y dinero en proyectos que no podían ser registrados bajo su nombre porque las leyes se lo impedían.
'Me daba cuenta que habían hecho inversiones de $20 mil y más, en el diseño de productos que no tenían salida', lamentó Aponte García.
Creó entonces A-Space, una compañía de fabricación digital que ubica en la Universidad Interamericana de Bayamón,para ayudar en todas las fases de producción: el análisis de mercado, el diseño, la evaluación de costos de producción y eldesarrollo del prototipo, quees el primer molde que se fabrica para evaluar y corregirdefectos durante las próximas fases del proyecto.
Con la tecnologíacostosa de impresoras tridimensionales, diseña e imprime productos en madera, metal, aluminio, plásticoy PVC. 'La tecnología nos permiteentrar en todo tipo de industria', celebró.Facilita, además, la exportación, al viajar el mundo en un catálogo sin necesidad tan siquiera de que se fabrique en el país.
Exportar requiere, sin embargo,conocer al pie de la letra los derechos de propiedad intelectual internacional porque si el producto ya está registrado en ese país, o viola alguna marca del país extranjero, 'básicamente, te van a devolver el vagón', resaltó.Los servicios que ofrece como licenciado en Propiedad Intelectual, junto al técnico de manufactura, Francisco Cruz, y al diseñador industrial, Miguel Ángel Cotto, pretenden precisamente evitarque se devuelva un vagón, o que una idea se quede sinproducir.
Parte del reto es también romper con diseños dominantes, que casi siempre están patentizadosy protegidos por propiedad intelectual de multinacionales. 'Con los servicios que ofrecemos, podemos identificar cuáles son las variables que permiten tener diseños innovadores', aseguró Aponte García.
Convencido que las industrias creativas, pueden constituir el crecimiento económico que la isla necesita, recalcó la importancia que tiene el diseño en la economía del conocimiento, así como el rol de los abogados de propiedad intelectual:'Si Puerto Rico quiere participar de la economía global, los abogados de PI son vitales', expresó.
La trabaexiste cuando el modelo económico del país está basado en la atracción de capital foráneocomo generador de empleo (desde la famosa Sección 936 hasta las más recientes leyes 20 y 22 de 2012), en lugar de promover la producción local, una filosofía que revienta contra propuestas como la de Aponte García.
'La idea es tener un producto final que sea competitivo en el mercado de exportación. Esa es la idea de A-Space', puntualizó.
Dificultad de las Pymes
El camino a la autosustentabilidad escomplicado, máxime cuando el gobierno municipal comienza a cobrar impuestos de la propiedad mueble (en su caso $6 mil anuales)de un negocio que aún no genera ganancias. Indicó que estos primeros meses han constituido pérdidas por la inversión de más de $150 mil en las máquinas de impresión tridimensional. Ha buscado ayuda para palear el déficit inicial, pero encontró que no cualifica para los créditos contributivos por Ley 20, ni otras ayudas, debido al requisito de empleo. 'Para mí es incorrecto: no puedes atar incentivo a empleomanía, sino a producción', comentó al destacar que los incentivos deben estar destinados a aumentar los niveles de exportación, inversión, compra de servicios y cadena de suplido. 'Es imposible crear empleo, si no tienes estructura sólida de producción', opinó, quiencompra materia prima de suplidores locales de madera y metal.
Subsiste con el dinero que obtiene de los servicios que ofrece como abogado y que re invierte en el negocio, pero reconoce que no es la norma. Estos escollos contributivos podrían significar el cierre de cualquier empresa, por lo que sugiere que se enmiende la Ley del CRIM para queno penalice los negocios nuevos hasta tantogeneren ganancias.
'Estoy en una situación en que sueño ayudar a Puerto Rico, pero Puerto Rico me lo hace complicado', comentó Aponte García.
Pese a lo difícil que resulta la operación del negocio, cree en la labor que realizaapoyando la producción. 'Lo único que Puerto Rico tiene en este momento es su capital intelectual, su recurso humano y sus universidades', apostó.