Si vamos al grano, para Karlo Andrei Ibarra Delgado su arte va dirigido a levantar más preguntas sobre Puerto Rico que a llevar respuestas. No lo niega, es completamente política, y necesita estar en dónde está para poder desarrollarla.

'Chico, por eso mismo es que no me voy', expresó Ibarra Delgado durante entrevista con NotiCel, como parte de la serie ‘Me quedo aquí'.

'Es que veo el arte como algo natural para el desarrollo de la identidad puertorriqueña. Yo a veces pienso que políticamente la suerte está echada. Vamos, me gustaría que Puerto Rico sea independiente, pero en mis manos está ahora mismo trabajar ese discurso nacional mediante mi arte. Para mí esa es la verdadera identidad nacional, la verdadera ciudadanía puertorriqueña', apuntó IbarraDelgado, quien afirma vivir del arte, 'pero más por autogestión. No es que las piezas se vendan como pan caliente'.

Ibarra Delgado tiene 31 años de edad, una familia junto a su compañera y su hija, y un compromiso que explica sin tapujos, aún cuando su arte habla solo. Practica profesionalmente desde el 2003, luego de graduarse en 2005 de un bachillerato en pintura y medios multidisciplinarios. Ha participado de exhibiciones en Chile, Argentina, Colombia, El Salvador,Guatemala, Costa Rica, México, Cuba, San Francisco, Rumanía, República Dominicana, Denver, Nueva York, Suecia, Holanda, Taiwán, Rusia y Miami… y, claro está Puerto Rico.

Con la misma habilidad con la que trabaja sus piezas, Ibarra Delgado conversa ahora con NotiCel. Aclara que 'no veo mi arte como un equivalente a la identidad nacional, como en el sentido de muchos discursos del arte de la generación de los '70, que se quedaron en eso. Yo lo veo más como una oportunidad para amplificar la distancia cultural entre Estados Unidos y Puerto Rico. Yo prefiero más pensar que en vez de dar respuestas, produzco más preguntas acerca de la situación de mi país y con esa mentalidad es que presento lo mío a nivel internacional'.

En la mesa, entre medio de la conversación, figura una pieza que Ibarra ha titulado ‘Equipaje'. Nos encontramos en el taller que Ibarra comparte con otro gran artista plástico de su generación, Omar Velázquez, dentro de las instalaciones del Museo Casablanca, al final de la Calle San Sebastián. ‘Equipaje' es constituida por un adoquín con un mango de maleta pegado en el mismo.

'Aquí resumo lo que para mí ha sido el ‘equipaje' de los puertorriqueños, desde el inicio de su colonialismo', explicó Ibarra Delgado sobre la pieza, la cual salió recientemente en la exhibición ‘SincretITSMOS', en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de San José, Costa Rica en noviembre pasado, durante una parada de su más reciente gira internacional. Ibarra Delgado recordó que dicha instalación estará en el MADC hasta el 22 de febrero de 2014.

'Esta exposición va más por el camino de una reflexión acerca de las conexiones, y circunstancias que PuertoRico comparte con la región de Centroamérica y el Caribe, abordada desde la herencia colonial, y haciendo hincapié en las posturas postcoloniales que siguen perjudicando el crecimiento económico de la región', manifestó Ibarra Delgado sobre ‘SincretITSMOS'.

'En esta expo hay otras piezas que me ayudan, como la de un ancla sacada de alta mar en el mismo Costa Rica, que va encadenada a una copia de la primera edición del libro de 'Las Venas Abiertas de América Latina', de Eduardo Galeano. Esa primera edición fue censurada durante los procesos políticos de la década de los '70, pero yo conseguí una copia en La Habana. También hay otra pieza que se llama ‘Prototaxis', que es un término acuñado para hablar sobre las relacione simbióticas. Es una pala calada con la cartografía de Centroamérica y del Caribe y la idea era cancelar la función del instrumento para cualquier semilla de tierra llore por registro cartográfico, por la referencia a como Estados Unidos ha maltratado los terrenos y la región', agregó en alusión a otras dos piezas.

Ibarra Delgado recordó que también en ‘SincretITSMOS' está la pieza denominada ‘El Limbo', la cual alude a que 'todos conocen el limbo político en que está sumergido Puerto Rico, pero que la pieza va por el comentario de que todos los países latinoamericanos, sobre todo los centroamericanos, son un poco Puerto Pico, porque están bajo el zapato de Estados Unidos, con sus posturas políticas y económicas, y sus insertaciones ‘a la cañona' en las decisiones políticas de estos países'.

Dentro del desarrollo de este arte con duro contenido político, Ibarra afirma que en numerosas ocasiones los mismos profesores con los que ha compartido en la Escuela de Artes Plásticas de San Juan, al igual que otros expertos particulares del arte nacional, le han dicho que se marche del país en búsqueda de campos más verdes para desarrollar su arte, 'pero es que yo necesito estar aquí para hacer lo que hago'.

'Si este es el arte que yo trabajo… Cómo me voy a ir?', articuló.

Además, él entiende que para que su arte tenga el impacto que quiere que tenga, el laboratorio perfecto es Puerto Rico. 'Yo prefiero mirar mejor al arte de Latinoamérica y el Caribe, que a la norteamericana. En ese sentido te digo que para poder mirar hacia adentro de la propia cultura puertorriqueña, entiendo que tengo que mirar a la cultura latinoamericana, pues ahí veo más similitudes con la nuestra', acotó.